Llega a los cines 'Espejo, espejo', la última película de Verónica Forqué: así fue su participación

Hablamos con el director Marc Crehuet sobre el último papel de la actriz madrileña.
Verónica Forqué en 'Espejo, espejo'
Verónica Forqué en 'Espejo, espejo'
Cinemanía
Verónica Forqué en 'Espejo, espejo'

Marc Crehuet quedó fascinado con la naturalidad de Verónica Forqué cuando, siendo todavía un niño, la descubrió en Pepa y Pepe (1995), la serie que la convirtió en una estrella televisiva. Después, se enamoró de su papel en la comedia Bajarse al moro (1989), la exitosa adaptación al cine de la obra teatral de José Luis Alonso de Santos, donde la madrileña encarnó a una muchacha aficionada al transportar droga desde Marruecos. 

En el verano de 2020, el cineasta tuvo la oportunidad de conocer personalmente a uno de sus ídolos cuando consiguió ficharla para que actuara en Espejo, espejo, una comedia sobre la identidad que llega a los cines hoy viernes.

La cinta, protagonizada por Santi Millán, Natalia de Molina, Malena Alterio y Carlos Areces, permite al espectador escuchar la voz interior de cuatro empleados de una oficina de cosméticos que afrontan como pueden la presión social, los miedos y las inseguridades. 

“Buscaba un reparto que fuera representativo de la comedia española, con distintas voces”, comenta Crehuet a CINEMANÍA. “Al final, me guío por actores a los que admiro y que me hacen reír y me emocionan. He tenido mucha suerte de que todos aceptaran de entrada. Además de ser grandes actores, son todos majísimos y han sido muy cómplices con el juego que propongo”.

Forqué, que a lo largo de su carrera acumuló cerca de un centenar de películas, series y cortometrajes, interpreta en la película a la madre de Álvaro (Santi Millán), el directivo de la empresa, al que no quieren dejar dar el discurso en la fiesta organizada para celebrar los 50 años de Media Cosmetics. Él es un tipo arrogante, cretino y víctima de la masculinidad tóxica. Ella, una mujer protectora y algo zumbada que intenta disimular la mediocridad de su retoño.

El rodaje de Espejo, espejo, que tuvo lugar en Pamplona entre agosto y septiembre de 2020, en plena pandemia, fue algo accidentado. De hecho, cuatro miembros del equipo dieron positivo en covid y el proceso de grabación tuvo que interrumpirse durante varias semanas. Crehuet recuerda los momentos de tensión que todos vivieron con aquel susto, y el buen rollo de Forqué, que grabó sus dos únicas secuencias en una sola jornada y se integró en el rodaje perfectamente (pese al hecho de que se incorporó a él cuando el equipo ya llevaba unas semanas trabajando).

“Verónica era una tía muy divertida y muy espontánea, y nos lo pasamos muy bien”, explica el director santanderino, que fue moldeando con la actriz su personaje. 

Rodaje de 'Espejo, espejo'
Rodaje de 'Espejo, espejo'
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“Era creativa y proponía cosas que, aunque eran detalles, me dieron una idea de hacia dónde podía llevar el personaje. La última frase con la que sale en pantalla, ‘¿Y si nos ponemos unos gin-tonics?’, después de una discusión con su hijo, es completamente suya, y es una frase que dijo cuando ya se había acabado el guion, en una de estas colas que a mí me gusta dejar porque siempre surgen cosas cuando los actores están ahí metidos”, prosigue.

Además, el cineasta comenta que la creatividad de la madrileña no se ceñía a las palabras que salían de la boca de su personaje, sino que también aportó ideas a la hora de definir el aspecto que Merche, su personaje, luciría frente a la cámara: “Escogió unos pendientes que, al principio, eran un horror para el técnico de sonido. Aun así, decidimos jugarlo y, en posproducción, el ruido de los pendientes está incluso reforzado. Nos dimos cuenta que era algo que caracterizaba al personaje. O lo de fumar, que también fue una propuesta suya. ‘¿Puedo fumar?’, preguntó [risas]. Esto ya da pistas sobre cómo es esta mujer”.

Unos meses después, entre febrero y marzo de 2021, Forqué se puso a las órdenes de Álvaro Fernández Armero, que le ofreció un personaje secundario en A 1000 km de la Navidad. “Durante la filmación”, contó luego el director del filme, “hubo un momento en que dudé si lo estaba haciendo bien, sentía que había caos en los movimientos de Verónica. En cambio, veías la proyección de lo rodado, y ahí estaba su talento, su magia”. 

Pero el espíritu alegre de esa película navideña chocaba con la tristeza y desesperación que ya entonces debía invadir a la actriz, una mujer frágil y fuerte al mismo tiempo que más de una vez habló públicamente de la gran depresión que experimentó a raíz de su separación sentimental y la muerte de su único hermano.

El pasado mes de diciembre, la pelirroja de la eterna sonrisa decidió quitarse la vida en su vivienda en Madrid a los 66 años. Semanas antes del trágico episodio, los fans de la actriz tuvieron ocasión de ver su tormentoso paso por el programa de cocina de TVE MasterChef Celebrity, donde exhibió un extravagante comportamiento que fue objeto de críticas y mofa. 

En varias ocasiones, Forqué admitió que estaba mal anímicamente y, de hecho, acabó abandonando por agotamiento antes de ser eliminada. “Yo no soy de tirar la toalla. Pero esta vez hay que ser humilde y decir: ‘No puedo más’”, confesó al despedirse de la audiencia (o directamente del mundo) la actriz con más luz y vitalismo que ha parido el cine español.

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