Las escenas más peligrosas del cine de acción que estuvieron a punto de salir mal y acabar en tragedia

Ahora que Ryan Gosling se parte la crisma a nuestra salud en 'El especialista', recordamos algunos de los momentos más arriesgados de la historia del cine
Una escena de 'Hooper, el increíble'
Una escena de 'Hooper, el increíble'
Cinemanía
Una escena de 'Hooper, el increíble'

Desde los primeros gags con cáscaras de plátano y tropezones hasta los blockbusters de la actualidad, la ley es inflexible: no hay nada más goloso para la cámara que alguien partiéndose la crisma. Debido a esa verdad, aparecieron los especialistas de cine. Y ahora es Ryan Gosling quien rinde tributo a ese noble oficio como héroe de El especialista. 

En homenaje al actor de Barbie y a su disposición a jugarse el tipo, reunimos aquí 17 de las escenas de riesgo más peligrosas jamás rodadas. En todas ellas hicieron falta los esfuerzos de hombres y mujeres que planearon los stunts, concibieron medidas de seguridad y, finalmente, pusieron en peligro sus vidas para que tú pudieras gozar de unos minutos (o segundos) de espectacularidad mientras comías palomitas.

'The Hazards of Helen' (1915)

Cuando el cine apenas balbuceaba, y el cine de acción no digamos, la pantalla ya contaba con sus dioses del riesgo... y con algunas diosas, como Helen Holmes. Protagonizando de este serial, que llegó a las 119 entregas, la actriz se hizo famosa por jugarse el tipo en escenas tan apabullantes como las que puedes ver en el vídeo, rodadas todas ellas sin dobles y sin apenas medidas de seguridad. 

'El moderno Sherlock Holmes' (1924)

Por mucho tiempo que pase, Buster Keaton sigue siendo el referente absoluto a la hora de partirse la crisma en la pantalla. Sin ir más lejos, esta parodia de las películas de misterio es famosa por sus revolucionarias ideas metanarrativas... y por la carrera sobre un tren durante la cual el actor y director se fracturó el cuello cuando cayó sobre él un chorro de agua a presión. 

Aunque el accidente le causó un desmayo y fuertes dolores de cabeza que le duraron semanas, Keaton volvió inmediatamente al plató. De hecho, solo se enteró de la lesión años más tarde, cuando su médico le hizo una radiografía y vio que tenía las vértebras hechas un asco.

'El mago de Oz' (1939)

No todas las escenas de riesgo implican stunts salvajes y caídas vertiginosas. Que se lo digan a Margaret Hamilton, cuyo papel de la Bruja Mala del Oeste le llevó a jugarse la vida en más de una ocasión durante este rodaje. 

Además de llevar un maquillaje altamente tóxico durante todas sus escenas, Hamilton se enfrentó a situaciones como aquella explosión de pirotecnia que prendió su vestido en llamas. Por suerte, el equipo de rodaje pudo apagar el fuego a tiempo, pero las quemaduras (y el susto por haber estado a punto de haber ardido viva) no se las quitó nadie. 

'Ben Hur' (1954)

Para el momento cumbre de su péplum, la carrera de cuadrigas, el director William Wyler llamó a Yakima Canutt, un mito en el mundo de los especialistas, quien a su vez  contó con su hijo Joe Canutt como uno de los aurigas. Fue precisamente un descuido de este último el que dotó a la escena con uno de sus momentos más míticos.. 

Encargado de sustituir a Charlton Heston, Joe olvidó atar la correa que le aseguraba al chasis de su carro. Durante el rodaje, el choque del vehículo con los restos de una cuadriga le lanzó en el aire, y solo su habilidad le libró de acabar literalmente a los pies de los caballos. Por supuesto, a Wyler y al productor Sam Zimbalist les faltó tiempo para incluir aquella toma en el montaje final. 

'El bueno, el feo y el malo' (1966)

Siete años después de haber trabajado en Ben Hur como ayudante de dirección, y coronado ya como rey del spaghetti western, Sergio Leone no se cortó un pelo a la hora de poner en apuros al reparto de su obra maestra. Y, como Clint Eastwood ya no se dejaba apretar las tuercas, su principal víctima fue Eli Wallach. 

El momento más arriesgado de todos llegó cuando el personaje de Wallach (Tuco Benedicto Pacífico Juan María Ramírez, por si hace falta recordarlo) se libra de las esposas que le atan a un soldado muerto haciendo que una locomotora (auténtica, y avanzando a todo vapor) le pase por encima. Si el actor hubiera cambiado de postura a destiempo, el tren le hubiese decapitado. 

'La espía que me amó' (1977)

Lo sentimos por los puristas, pero el stunt más brillante de la saga de James Bond se encuentra en una de las entregas protagonizadas por Roger Moore. Nada más comenzar esta película nos vemos inmersos en una persecución sobre esquís que se convierte en salto base cuando 007 se despeña por un precipicio y culmina con ese legendario paracaídas que luce la bandera de Reino Unido (¡faltaría más!).

El responsable de esta proeza fue Rick Sylvester, alpinista y esquiador que, a su vez, se inspiró en un salto del célebre temerario Evel Knievel. La escena se rodó en el canadiense pico Asgard, a 2.825 metros de altura, y estuvo a punto de acabar en agua de borrajas: solo una de las cámaras dispuestas por Sylvester y el director John Glen logró seguir los movimientos del especialista. 

'Hooper, el increíble' (1978)

Los 70, la era dorada de los stunts sobre ruedas, nos dieron momentos tan apabullantes como el que corona esta película: no en vano el protagonista del filme, interpretado por Burt Reynolds, es un especialista de cine enfrentado a un director megalómano y a un compañero de oficio (Jan-Michel Vincent) más joven y empeñado en hacerle sombra. 

Por no bastase con el tramo final de la película, una orgía de destrucción y explosiones cuyo set fue apodado 'el Callejón infernal' por el equipo, la guinda de la tarta fue el salto de un coche por una garganta. Por suerte para él, el especialista Buddy Joe Hooker convenció a los productores de no emplear en la escena un Pontiac Trans-Am, modelo de automóvil muy mítico, pero no precisamente aerodinámico. 

'En busca del arca perdida' (1981)

¿Te imaginas a Steven Spielberg poniendo en peligro de muerte a uno de sus actores fetiche? Pues así fue: nada más comenzar la primera aventura de Indiana Jones, asistimos a un momento que pudo dejar a Harrison Ford reducido al espesor de un sello. Nos referimos, claro, a la famosa carrera en la que 'Indy' huye de una roca gigante (y rodante). 

Aunque Ford no tuvo que escapar de un pedrusco real durante el rodaje, tampoco hubo tanta diferencia, porque la bola de marras era un modelo de fibra de vidrio con un peso de tres toneladas. El actor debió de cogerle gustillo a eso de correr por su vida, porque convenció a Spielberg para que rodase diez tomas de este momentazo. 

'Armas invencibles' (1985)

¿Echabas de menos un ejemplo del cine de acción de Hong Kong? Pues aquí lo tenemos, y encabezado nada menos que por Jackie Chan. En el momento cumbre de esta película, la estrella de las artes marciales se desliza cual bombero por una barra metálica entre una auténtica lluvia de chispazos.  

Comparado con los seis minutos de tantarantanes que lo preceden, esta escena parece poca cosa... salvo si tenemos en cuenta que las luces que rodeaban a la barra hicieron que esta se calentase hasta niveles insoportables. Cuando Chan llegó al suelo tras un descenso de cuatro pisos, sus manos sufrían quemaduras de segundo grado. 

'Terminator 2' (1991)

Como saben Ed Harris y Kate Winslet, entre muchos otros, James Cameron no se lo piensa dos veces a la hora de exigir a sus actores que se jueguen la vida. En honor del canadiense azul, eso sí, admitamos que él nunca ha dudado en exponerse al peligro cuando toca. Así lo demuestra el momentazo de en el que un helicóptero pilotado por el T-1000 vuela entre los pilares de un puente en la autopista de Long Beach.

Cameron no solo le endosó el marrón al piloto James Tamburro, quien llevó el aparato a una velocidad de 111 km/h: cuando su equipo de fotografía se negó a participar en la escena, dada su peligrosidad, él mismo tomó la cámara a bordo de un coche a toda pastilla. Y, para colmo, rodó la escena dos veces, desde dos ángulos diferentes, a fin de facilitar las cosas en el montaje.

'Ronin' (1998)

Con 68 años, John Frankenheimer se empeñó en embarcar a Robert De Niro y Jean Reno en algunas de las persecuciones de coches más espectaculares jamás rodadas. Una de estas cacerías, que tuvo lugar en Niza, no solo destacó por su velocidad y su profusión de tiros y explosiones, sino también por su peligrosidad. 

Para poner en escena la persecución sin que nadie saliese herido, Frankenheimer llamó al piloto de Formula 1 Jean-Pierre Jarier y a 300 conductores de escenas de riesgo. Todos los implicados sudaron la gota gorda para no estamparse en las estrechas calles de la ciudad francesa. 

'Crank' (2006)

Si los especialistas de cine consideran los combates cuerpo a cuerpo como uno de los trabajos más peligrosos de su especialidad, Jason Statham decidió incrementar al máximo ese riesgo para la cinta más autoparódica (¿y mejor?) de su filmografía. 

Porque una cosa es darse de tortazos frente a una cámara, y otra bien distinta hacerlo a bordo de un helicóptero en pleno vuelo y con solo un arnés asegurando que no acabes hecho tortilla tras una mala caída. "Los especialistas no paraban de preguntarme: '¿estás seguro de que quieres hacer esto?", recordó años más tarde. 

'Death Proof' (2007)

La stuntwoman Zoë Bell empezó doblando a Lucy Lawless en Xena, la princesa guerrera y ha acabado ejerciendo de coordinadora en títulos como Thor: Love and Thunder. Entremedias, tuvo tiempo para conocer a un tal Quentin Tarantino durante el rodaje de Kill Bill, entablando una bonita amistad que nos ha dado escenas tan apabullantes como esta. 

Como protagonista del filme, sin suplencias que valieran, Bell demostró sus poderes en la persecución final, cuando la vimos subida al coche que un Kurt Russell completamente engorilado conduce a toda velocidad. Si este alarde (ejecutado sin anclajes de ninguna clase) te parece peligroso, puedes estar seguro de que lo fue.

'El caballero oscuro' (2008)

Rodar escenas de riesgo siempre es un trabajo peliagudo si se hace en un estudio. Pero si las ejecutas en pleno centro de una ciudad, como Chicago... entonces es que Christopher Nolan y el especialista Jim Wilkey, uno de sus colaboradores habituales, andan de por medio. 

En esta escena, Wilkey ejerció como doble de Heath Ledger durante el momento en el que un camión acaba vuelto cabeza abajo tras girar sobre sí mismo en el aire. La proeza requirió de un pistón activado con TNT en la trasera del vehículo, y tuvo que ejecutarse con el máximo cuidado, no solo para asegurar la seguridad del especialista, sino también la del equipo de rodaje. 

'Misión: Imposible - Protocolo fantasma' (2011)

"¡Nos ha jodido!", exclamaba Tom Cruise. Y el público le daba la razón, porque eso de hacer escalada libre en el Burj Khalifa de Dubai (el rascacielos más alto del mundo) resultaba exagerado hasta para una aventura de Ethan Hunt. 

Durante el rodaje de la escena, capaz de darle vértigo al más pintado, la seguridad de Cruise dependió del arnés que le sujetaba al edificio: un fallo imprevisto, y no hubiera habido más secuelas de Misión: Imposible. Los trabajadores que construyeron el Burj Khalifa bajo nefastas condiciones laborales, eso sí, no contaron con esa protección: al menos una persona murió durante las obras.

'Iron Man 3' (2013)

Cualquiera diría que esta escena se realizó a base de CGI, pero no: para poner a Tony Stark a jugar al barril de monos con miembros del gobierno de EE UU mientras el Air Force One reventaba en pleno vuelo, Shane Black necesitó un despliegue de medios que desafiaba a la habitual racanería de Marvel con los presupuestos. 

Los pasajeros que flotan por el aire y se cogen de las manos conforme 'Cabeza de Lata' los va reuniendo fueron en realidad miembros del equipo Red Bull de paracaidismo, cuyos arneses y mochilas fueron borrados de la imagen en postproducción. ¿Y Robert Downey Jr., nos preguntas? Pues tranquilito en su casa esperando a que le llamasen para rodar los primeros planos...

'Misión: Imposible - Nación secreta' (2017)

Tom Cruise es el único actor que aparece dos veces en esta lista, y con buenas razones: el intérprete de Ethan Hunt es una de las pocas estrellas dispuestas a jugarse el tipo en escenas de riesgo sin concurso alguno de dobles o CGI. Aunque eso implique agarrarse al fuselaje de un avión en pleno despegue. 

Lo que más impresiona de este momento no es la escena en sí, aunque Cruise tuviera que ponerse lentillas especiales para que el aire no dañara sus ojos. Se trata más bien de que al director Christopher McQuarrie no le gustaba la comprensible cara de pánico que ponía el actor, así que hicieron falta varias tomas para que se quedara contento. 

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