Entrevista

José Luis Garci: "El cine es el arte pirata por excelencia. Lo ha robado todo"

Entrevista con el oscarizado director de 'Volver a empezar', que comparte sus pasiones cinéfilas en 'Classics', el programa heredero de 'Qué grande es el cine' que se emite en 13 TV los viernes por la noche (22.00h) y alcanza su tercera temporada en pantalla
Entrevista a Garci
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Entrevista a José Luis Garci ('Classics')

José Luis Garci es un clásico. Del cine, de la escritura, de los medios de comunicación, de la cultura popular de este país. Patrimonio (nacional) emocional. Su talento, unido a su amor por el cine (y por tantas otras gozosas pasiones, como la literatura, la ciencia-ficción, el periodismo, la pintura,el fútbol, el boxeo… ¿la vida?) nos ha dejado una filmografía admirable con un puñado de obras imperecederas [comenzó con Asignatura pendiente, Solos en la madrugada, El crack...] y una extraordinaria relación con la Academia de Hollywood [… y siguió con un Oscar a Volver a empezar y otras tres nominaciones –Sesión continua, Asignatura aprobada y El abuelo– a mejor película de habla no inglesa, hoy mejor película internacional], una estantería entera de contundentes libros escritos en su Olivetti (Garci escribe de cine, en todas sus acepciones) y una vis divulgativa del cine clásico (y no tan clásico) que, tras décadas de evocación en la radio con sus Asignaturas pendientes y sus Cowboys de medianoche, plasmó en ¡Qué grande es el cine!, un espacio que abrió las obras maestras del cine al gran público y a las generaciones jóvenes en La2 de TVE, y que ahora continúa en Classics, el programa con película y coloquio que dirige y presenta en 13 TV, que estrena estos días de otoño su tercera temporada en antena. Todos los viernes por la noche (22.00h) son el momento para corear ante la pantalla “¡Qué grande es el Garci!” o incluso, mejor aún, “¡Qué Garci es el cine!”.

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José Luis, nueva temporada (la tercera) de Classics, tu programa de cine clásico en 13TV. Pero, en realidad, es tu programa, entendido como una continuidad desde ¡Qué grande es el cine! (de 1995 a 2005 en La2 de TVE, luego Cine en blanco y negro en TeleMadrid, de 2009 a 2014), el que se ha convertido ya en un clásico. ¿No lo crees?Bueno, lo que sería en realidad es mi cineclub. Había muchos cineclubs en aquellos años y yo iba a varios. Pues este es un cineclub que empezó en La2 de Televisión Española y luego estuvo en Telemadrid, porque aunque era Cine en blanco y negro, era lo mismo, y ahora aquí [en 13TV], en su tercera temporada. Eso es lo que más alegrías me ha dado. El otro día estaba yo con Paula Ortiz (La novia), una directora de cine que acaba de terminar una película con Liev Schreiber (Al otro lado del río y entre los árboles) y me decía que ya veía aquellos programas, y que descubrió a Michael Powell y Ordet y a Dreyer, etcétera... Como gente que se ha dedicado a la fotografía, al cine, o actores de todo tipo, que vieron que aquello era como un cineclub nacional, donde se ponían películas de todo tipo, e incluso cuando llegó el centenario del cine español y pusimos otras 50 películas españolas. Pero bueno, esto es una labor de la gente que he tenido la suerte de ir conociendo: Juan Cobos, que era un tipo de la revista Film Ideal, que era maravilloso y al que le gustaba mucho el cine. Giménez-Rico, que era otro loco del cine, como yo, que íbamos juntos a los cineclubs, Lamet, Pruneda y otros… Y se ha ido renovando con gente más joven. 
Yo creo que lo más importante no es que te guste el cine, sino que sepas transmitir tu amor por el cine a los demás, que tengas esa posibilidad y que hagas a la gente engancharse: ‘Qué bien esta película’ o ‘Voy a ver esta otra’… Además ha coincidido con que hemos tenido la suerte de pillar el cine desde el principio, es decir, la generación mía descubrió el cine, el color con el Technicolor, el cinemascope, el relieve, el cinerama, todo, y luego hemos visto cómo eso ha ido desapareciendo. Hemos visto nacer el vídeo y morir el vídeo, ya no existe el vídeo. Aquello del 2000, el VHS, todas esas cosas han ido desapareciendo. Y los grandes cines, que eran palacios, se llamaban palacios, y era verdad, Palacio de la Música y tal, y cómo hemos visto que ya la gente no va a salas de cine, va a centros comerciales que están en las afueras de las ciudades, donde, además de poderte comer una hamburguesa y comprarte lo que sea, pues ves una película... Pero eso ya no tiene nada que ver con el cine. Por eso yo creo que lo audiovisual no es el cine, no son las películas. Y este programa, como los anteriores, y más que se hacen en las televisiones de todo el mundo, y por supuesto aquí, joder, están renovando el asombro continuo. Y eso yo creo que es una buena cosa para sentirte contento. Insisto, no es una cosa mía, pero es una gente estupenda la que me acompaña y a la que le gusta mucho el cine y además, joder, lo transmiten continuamente.

Lo más importante no es que te guste el cine, sino que sepas transmitir tu amor por el cine a los demás, que tengas esa posibilidad y que hagas a la gente engancharse

Hablas de la crisis del cine como lo conociste, como lo hemos conocido muchas generaciones, y por eso es más necesario que nunca poder ver estas películas que tú disfrutaste en las salas. Tú siempre cuentas dónde viste las películas que se emiten (…) por eso es absolutamente necesario reivindicarlas porque es imposible si no ver estas películas.Bueno, es que esto ha cambiado, ya no tiene nada que ver. El cine ahora es Netflix, el cine son las plataformas. Hubo un momento que para mí, y lo digo sin ningún tipo de ironía, fue fantástico, yo lo disfruté, que fue la pandemia. Yo estuve en casa durante un año y estaba en Málaga y yo creo que he visto más cine que en mi vida. Fue maravilloso porque la pandemia en ese aspecto fue buena. Ningún pelmazo te llamaba para verte, para quedar, para salir. Tenías todo cubierto: “No, no, no puedo salir”, y en cambio podías ver películas sin parar o leer. Y eso ha servido, en mi caso, para volver a ver a Murnau, es que hay gente que no sabe todavía quién era Murnau. Volver a ver los clásicos, volver a ver películas mudas, bueno, a mí me ha servido de mucho volver otra vez a engancharme con lo que eran las películas. Pero evidentemente el cine, producto probablemente de la pandemia, nos acostumbramos a verlo en casa y está en casa. Eso no quiere decir que no haya que salir, pero yo ahora, por ejemplo, dices, ¿cuándo saldrías al cine? Bueno, pues, para ver una de Woody Allen, ahora para ver Napoleón, que va a hacer Ridley Scott, para ver la última de Kevin Costner, que ha hecho un western (Horizon: An American Saga) que lo va a dar en dos partes, pero ya no es como antes. Antes ibas al cine. ¿Qué vas a ver? Una de Gary Cooper, una de cualquiera. Era ir al cine, no ir a ver una película determinada. Y luego también ocurre, pero eso es mi caso, no tiene por qué ser para los demás, que el cine y yo vamos ya en direcciones contrarias, no tiene nada que ver. Yo creo que el cine clásico es irrepetible. Pero no porque sea mi generación, yo no voy a caer en el tópico de decir: “Es que en mis tiempos era todo mejor”. No, no, esto es estupendo y lo que llegue va a ser maravilloso. Y además, como decía aquel personaje, todavía no hemos visto nada de lo que queda por ver en el cine, va a ser un asombro.
Pero evidentemente hubo un cine clásico que es irrepetible, pero como fueron irrepetibles en el París de 1900 los impresionistas, era imposible que estuvieran todos ahí metidos, Renoir, Cézanne, Matisse, Picasso... Pues, tú mira, que pasará muy pocas veces, yo creo que nunca en la vida, que en la misma ciudad se levantara para rodar John Ford y Alfred Hitchcock y Howard Hawks y Billy Wilder, vivían todos juntos. Como en Madrid, en la misma calle vivían López de Vega, Cervantes, Ruiz de Alarcón, Quevedo, ya no en el mismo barrio, ¡en la misma calle! eso no volverá a pasar. Pues yo creo que mi generación ha tenido la suerte de ver las películas de John Ford, joder, la última, Siete mujeres, "vamos a ver como es", “Ahora viene Marnie, una que ha hecho Hitchcock"... Es decir, hemos visto el final de la gran generación, que para mí es los que tenían el gran secreto, los que hicieron cine mudo, todos los que han hecho cine mudo, como Fritz Lang, claro. Han rodado de una manera diferente y se han llevado al secreto con ellos. Hicieron cine sin apoyarse en la palabra. No tenían que hacer un plano de un timbre que hacía así. Lo daban ya por off. “Abre, que están llamando”.
Y luego ha llegado la Nouvelle Vague, han llegado movimientos de todo tipo, el Dogma... Que sí, pero estos fueron especiales, fueron los maestros. Y, claro, hicieron una cantidad de clásicos extraordinarios. Y luego la segunda generación, por así llamarla, los Scorsese, Coppola, Spielberg, todos estos eran estupendos, pero han sido la segunda, y todos están amamantados por los primeros, y nunca les hacen de menos, al contrario, les admiran enormemente.
​Pero ahora ya es otra cosa. Tú ahora puedes hacer, y está bien, una película con un teléfono móvil, y en un teléfono móvil tienes toda una biblioteca, la biblioteca de Babel, y tienes todo el cine del mundo. Es decir, parece mentira, pero te metes en un trayecto de metro largo y haces así, y dices: "¿Qué quieres ver?". Pues, no sé, voy a ver El tigre de Esnapur, de Fritz Lang, o Ciudadano Kane.

El cine y yo vamos ya en direcciones contrarias. Yo creo que el cine clásico es irrepetible

Pero nadie ve esas películas hasta que no las pones tú.Yo creo que la universidad deberían de hablar de estas cosas. En todas las universidades. Porque eso de que el cine es, como dicen, el séptimo arte, ¿no? Yo creo que en el siglo XX es el primero. Es el primer arte del siglo XX. Si miras la cantidad de obras maestras que ha producido, no las ha dado ni la pintura, ni la música... Y, ojo, fíjate, la música, lo que ha dado la música, eso me refiero a toda la música, no a esa que dicen... La música, joder, de Sinatra y todos estos, y Bruce Springsteen, pero… Ni el teatro. No ha dado una cantidad de obras maestras tan grande como el cine. Ningún arte. El cine es el primer arte del siglo XX. Y ya te digo, estaría en mucha pelea con la música. Porque todo eso que llaman música ligera es una maravilla. No sé por qué le llaman música ligera. Son verdaderas obras maestras. Ahora, ¿a dónde va a llevar el cine? Es difícil de saber. La transformación que estamos viviendo es infinitamente mayor que la que produjo, que fue tremenda, el paso del cine mudo al sonoro, porque luego vinieron transformaciones, pues el color, estupendo; el technicolor, qué bonito. El relieve. Oh, qué bien. El odorama, que hubo algunas: El rastro del asesino. La muchacha tiene esa colonia. La gente decía, por ahí va... Pero eso no funcionó, era imposible. Porque, claro, eso eran buenos olores, y los malos olores… ¿qué haces? Si entrabas en sitios malos... El odorama no funcionó, pero bueno, yo creo que vamos a tener necesidad todos, tú y yo, de que alguien nos cuente una historia. Y, si es filmada, todavía mejor a que te la cuente charlando, filmada va a ser mejor. 
Y no lo sé, yo creo que va a haber una revolución muy grande. Es decir, que con la inteligencia artificial, yo me quedo con la inteligencia, no con lo artificial. O sea, eso es evidente. Pero no sé lo que va a ocurrir. Pero, evidentemente, igual que va a ser bueno para la medicina, y te puede operar un robot, coño, tiene que ser bueno también para el cine, habrá que buscarle las vueltas, pero tiene que haber algo extraordinario, ¿no? No me refiero a que puedas hacer una película con Humphrey Bogart y Myrna Loy, que los coges y los metes en otros cuerpos, no. Tiene que haber algo bueno en eso también, tiene que ser… Porque el cine es inteligencia artificial. Yo creo que cuando nace el cine es mucho más revolucionario que internet, fue el internet de su tiempo. Pero, ¿y esto qué es? Que te sientas y viene un tren y se te echa encima y no te pasa nada. Pero, ¿cómo es esto? Es un cuadro en movimiento, fíjate lo que supuso el cine. Ahora no sabemos lo que es, pero la gente no lo podía explicar. Y van los caballos por la pradera y corren y no se salen. No, no. ¿Cómo que no se salen? No, no, corren mucho, no se salen. Fíjate lo que fue eso. Pero por eso digo que estamos, como diría aquel tipo en la película, “Chicos todavía no habéis oído nada” [El cantor de jazz]. Os queda mucho, como dijo el cantante de jazz.

El cine es inteligencia artificial. Yo creo que cuando nace el cine es mucho más revolucionario que internet, fue el internet de su tiempo

Oye, José Luis, como has comentado antes, tú y tus invitados transmitís el amor por el cine y eso es parte de la fórmula del éxito de un programa así, pero hay otra que yo creo que es tu capacidad para no ser, digamos, una persona obsesionada solo con un tipo de cine, sino una persona muy abierta a todo tipo de cine, a todo tipo de géneros. Eso también es muy importante en un momento en el que parece que o eres de algo mucho o no eres de nada. Siempre la mente tan abierta y ofrecer, cosas tan diferentes de géneros, de épocas...Eso se lo debo a mis padres. Mis padres ahora habrían sido pop. Mi padre lo mismo me llevaba al Museo del Prado que me llevaba a ver a Fred Galiana al boxeo. Y lo mismo me compraba tebeos que me compraba el Viaje a la Alcarria, de Cela. Y mi madre igual: oíamos música en el Retiro, los conciertos de la banda municipal, y oíamos Dos gardenias para ti. Yo no he entendido nunca si la vida va a ser, como parece ser, una experiencia única e irrepetible. Porque no ha venido nadie a contarnos haya otra cosa mucho mejor. Si esto es así, ¿por qué quedarte con una sola pasión? La música es estupenda y el teatro y la pintura... Y dentro del cine, que es a donde voy, esa gente que dice: “A mí me gusta mucho el cine pero solo las de submarinos” [risas]. No me jodas, pero te tiene que gustar todo, ¿no? Las de terror, ¿no? Te tiene que gustar la Nouvelle Vague y te tiene que gustar Truffaut y Godard y te tiene que gustar Michael Powell y El fotógrafo del pánico y Hitchcock y los westerns y los musicales y los melodramas… Si son estupendas la mayoría, pero bueno esto nos llevaría a eso de buscar opciones diferentes. ¿Te gusta el fútbol? Sí. ¿Te gusta el boxeo? Sí. ¿Te gusta el atletismo? Sí. Joder, pues está bien. Pues ya tienes suficiente para todos los años disfrutar cuando hay un Mundial de atletismo, cuando tienes el fútbol, combates de boxeo... Hombre, no puedes abarcarlo todo, porque yo, el baloncesto o el balonmano no me seducen, o la natación tampoco, ¿no? Pero, bueno, dentro del deporte, me gusta el deporte. Dentro de la pintura, me gusta ir a los museos y me gusta ver la obra de los pintores porque tiene mucho que ver con el cine. Si tú vas al Prado, no hace falta que vayas a la escuela de cine. Eso siempre lo digo yo. Vete al Museo del Prado, ahí tienes todo, plano general. Vete a ver La rendición de Breda, vete a ver un inserto de la mano, cómo le da la llave, vete... Todos los encuadres que puedas ver en la vida, en el cine los tienes en el Prado. En el Prado, o en el Louvre. Así que, joder, lo que pasa es que el cine a nosotros nos gusta mucho, pero porque no decimos la verdad: el cine es el arte pirata por excelencia. Ha robado todo. Cuando nace el cine, roba todo. Roba los diálogos, que es la novela, y el teatro. Cuando llega el sonido, roba la música. Roba la pintura, los encuadres, los atardeceres estupendos, los exteriores... Ha robado todo. Es el arte total que soñaba Wagner, porque tienes todo, la música, la actuación... Es todo. Es el arte pirata. Pero, bueno, nos gusta mucho. Tiene absolutamente todo. Pero bueno, qué te voy a decir a ti que diriges una revista de cine donde, como muy bien dices, no vais a tratar solo el cine de terror, sino trataréis todo el abanico enorme. Otra cosa es que te dediques a hacer una publicación solo de cine de terror o de Western. Solo Westerns. Bueno, pues vale, estupendo para gente que también le gusta aquello.

El cine a nosotros nos gusta mucho, pero porque no decimos la verdad: es el arte pirata por excelencia. Los diálogos, que es la novela, y el teatro. Cuando llega el sonido, roba la música. Roba la pintura, los encuadres, los atardeceres estupendos, los exteriores... Ha robado todo

El concepto de clásico no se limita solo al cine de los años 30 o 40, sino todo tipo de películas que puede ser desde Michael Powell a Evasión o victoria pasando obviamente por el cine noir de esos años...Clásico como dijo el torero, era Rafael el Gallo, ¿no? ¿Qué es clásico? Dijo: “Lo que no se puede hacer mejor”. Clásico es lo que se pone al día en cada tiempo. Ves una película de 1908 y te gusta, y está al día. Es la que la que coge la sensibilidad de cada época, de cada tiempo, siempre es moderna. Es como los libros, siempre puedes leer El Quijote o puedes leer a Shakespeare, siempre es moderno, siempre te aporta algo. Y una película clásica, aunque tenga 40 años o 70 o 12, siempre es moderna, tiene actualidad, de lo que habla es algo muy cercano a ti, está muy presente tu sensibilidad, sea de amor, porque te recuerda a los amores que has tenido, eso es un clásico, la [película] que es actual, la que está continuamente viviendo y respirando el aire de todos los tiempos, de ahora y de antes. Yo creo que eso es un clásico.

La [película] que es actual, la que está continuamente viviendo y respirando el aire de todos los tiempos, de ahora y de antes. Yo creo que eso es un clásico.

Y ya para terminar, en esta nueva temporada del programa Classics, [...] ¿alguna película que te haga especial ilusión de las que tenéis preparadas o previstas para esta temporada?Varias. Una de ellas de la que tú, precisamente, has escrito un libro entero sobre ella, que es Evasión o victoria (John Huston, 1981), que se une el fútbol y el cine. Yo no sé si te pasará a ti, yo cada vez tengo más amigos que les gusta muchísimo el fútbol y el cine. Es curioso. Ese programa doble. Pero muchísima gente, tiene muchísimo que ver. Y luego películas que me gustan mucho, algunas de boxeo, como Cuerpo y alma (Robert Rossen, 1947), que creo que es una película además de ser de boxeo, de cine negro, cine de denuncias sociales, es extraordinaria. Matar a un Ruiseñor (Robert Mulligan, 1962), que es otra buena película, en el sentido de que no solo sea una buena película sino que transmite bondad, que es buena, que es una película que te hace bien, ¿no? Bueno, hay muchas películas, ¿no? Eso depende también, hay veces que no se pueden conseguir porque los derechos los tienen otras televisiones o son complicados de conseguir, pero bueno, empezamos la primera temporada con Ciudadano Kane; la segunda con Vértigo y la tercera, con Perdición. Creo que son tres obras maestras incontestables en tres géneros distintos. O sea que no nos quejamos.

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