‘El señor de los anillos’: Weinstein amenazó con sustituir a Peter Jackson por Tarantino

Estos días se cumplen 20 años del estreno de ‘El señor de los anillos: La comunidad del anillo’.
Peter Jackson y Quentin Tarantino
Peter Jackson y Quentin Tarantino
Peter Jackson y Quentin Tarantino

Fue difícil poner en pie las tres monumentales películas que forman la trilogía de El señor de los anillos: no solo por las localizaciones, los efectos especiales o el complejo diseño de producción, sino por los obstáculos que tuvo que atravesar su financiación. Inicialmente, el equipo de Peter Jackson se había asociado con Miramax para desarrollar su ambiciosa adaptación de J.R.R. Tolkien, lo que implicaba lidiar con el temido Harvey Weinstein. Antes de que todas las acusaciones de abuso sexual que levantó el MeToo le llevaran a la cárcel, este era el productor más temido de Hollywood. Sobre todo, por su costumbre de acortar salvajemente las películas en la sala de montaje.

Estos días se cumplen 20 años del estreno de La comunidad del anillo, y varios de sus responsables han rememorado cómo fueron los días previos a que el rodaje saliera adelante. A través de una historia oral recopilada por The Independent donde intervienen Elijah Wood, Orlando Bloom o Ian McKellen, hemos sabido hasta dónde pudieron llegar las manipulaciones de Weinstein, que contemplaron que Jackson abandonara el proyecto. Gracias a que los derechos acabaron en manos de New Line Cinema y El señor de los anillos se despegó de Miramax, esto no llegó a ocurrir, pero parece que Weinstein iba en serio en su deseo de controlar cada milímetro de la producción.

Una de las fuentes de este reportaje es Ken Kamins, manager de Jackson, y gracias a su testimonio sabemos que las presiones de Weinstein para que acortara La comunidad del anillo llegaron a tantear una sustitución: la de Jackson a manos de Quentin Tarantino, favorito de Weinstein. “Harvey pasaba de actuar con empatía a convertirse en Mr. Hyde en un abrir y cerrar de ojos, y amenazaba a Peter”, declara Kamins. “Amenazó con hacer que Tarantino dirigiera si Peter no podía hacerse cargo de una película de dos horas y media, que era exactamente lo contrario de lo que al principio nos dijo que quería”.

Tres horas eran demasiadas para Weinstein (apodado entonces “Harvey Manostijeras” por este tipo de actitudes), y por suerte este terminó apartado de El señor de los anillos. Sin el influjo de Miramax, la adaptación de Jackson se permitió partir de tres horas en cada una de las películas, con El retorno del rey llegando a durar tres horas y media. Algo que visto hoy parece de lo más lógico, pero Kamins reconoce que entonces a nadie se le había ocurrido que El señor de los anillos debía componerse de tres películas. “En realidad fue idea de Bob Shaye, fundador de New Line, hacer tres películas en lugar de dos”.

“La propuesta original era hacer dos películas y Bob dijo ‘hay tres libros, ¿por qué hacer solo dos películas?’. Dijo ‘Tolkien hizo tu trabajo por ti. Escribió tres libros, así que tienes tres películas’, y yo le di una patada a Peter por debajo de la mesa sin creer lo que estaba oyendo. Dijeron que sí el lunes y el miércoles ya teníamos 12 millones de dólares”. Así fue como, según El señor de los anillos escapó de Weinstein, se permitió tener las tres largas películas que hoy día la componen, y la han convertido en un clásico moderno.

Uno cuyo legado dista de haberse diluido, como muestra la próxima adaptación de Amazon mientras Jackson parece haber pasado página en otra obra de inabarcable duración: el documental The Beatles: Get Back que estrenó recientemente en Disney+, y que supera las ocho horas.

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