Daniel Monzón y Begoña Vargas ('Las leyes de la frontera'), cara a cara con el cine quinqui: "El barrio no se va"

TCM dedica el mes de abril a este popular género cinematográfico con la emisión de esta entrevista, acompañada de títulos como 'Colegas', 'Yo, el vaquilla' o 'Navajeros'
Las leyes de la frontera
Las leyes de la frontera
Cinemanía
Las leyes de la frontera
Cara a cara: cine quinqui con Daniel Monzón y Begoña Vargas

“La palabra quinqui me traslada a lo salvaje y a libertad”, dice Begoña Vargas. “El quinqui es el eterno bandido adolescente”, afirma por su parte el director Daniel Monzón. Los dos son, respectivamente, la protagonista femenina y el director de Las leyes de la frontera, la película que adapta la novela del mismo título escrita por Javier Cercas, que obtuvo cinco premios Goya en la pasada edición celebrada en Valencia, entre ellos el de mejor guion adaptado para Daniel Monzón y Jorge Guerricaechevarría. 

Un film que ha recuperado para las pantallas este popular género cinematográfico, genuinamente español, que tuvo su esplendor a finales de los años setenta y durante toda la década de los ochenta del pasado siglo. Una serie de películas que convirtieron en héroes a delincuentes callejeros como El vaquilla o El torete. “Eran chicos que no veían ningún futuro”, apunta la actriz y modelo. “Vivian la vida literalmente al día. Tenían la mentalidad del carpe diem, porque, a lo mejor, una mañana cualquiera les pegaban un tiro”, añade.

Daniel Monzón recuerda como, siendo niño, se cruzaba con jóvenes quinquis a diario. “Yo vivía justo al final de la ciudad y desde mi edificio veía los descampados por donde se movían”, rememora junto a la actriz en este Cara a cara que TCM estrena la noche del sábado 9 de abril. 

Fascinación y temor

“Los veía con una mezcla de temor, porque más de una vez me atracaron, pero también de fascinación. Notaba que se regían con unas normas muy distintas a las mías. Había una promesa de aventura que yo veía desde mi ventana. Robaban coches, hacían lo que querían, bebían, fumaban, se drogaban, se saltaban la ley”, explica el realizador. “Yo, por mi edad, no los pude conocer”, comenta por su parte Begoña Vargas, pero tengo claro que en otra vida he sido Tere, mi personaje, y también fui quinqui”, afirma convencida.

“Una característica de ese genero”, explica Daniel Monzón, “es que estaba protagonizada por los propios quinquis. “Eran películas que mostraban la cara B de la Transición española. Verlas hoy en día resulta muy interesante desde una perspectiva sociológica, incluso histórica. Fueron jóvenes que vivieron muy deprisa y murieron muy deprisa”, sentencia el realizador.

“Me llamaba mucho la atención todo el vocabulario quinqui. Me parecía una fantasía”, cuenta divertida Begoña Vargas. “Cuando rodamos Las leyes de la frontera teníamos una especie de diccionario quinqui en donde venían casi todas las expresiones de la época”, dice la actriz. 

“Son palabras que ya hemos asimilado al lenguaje normal, como peluco o chorba”, argumenta Daniel Monzón. “A mí me hacía mucha gracia lo de pillarse un globo, dice Begoña Vargas. “Es algo que se lo he oído decir mucho a mi padre y que lo repetía yo. Y viene de allí. Los quinquis de cualquier parte de España utilizaban el mismo lenguaje”.

¿Qué es el espíritu quinqui?

Para el director de Las leyes de la frontera el cine quinqui es un vestigio. “Aquellas personas existieron y aportaran mucho a la ficción española”. “¿Hay quinquis hoy en día?”, se pregunta en voz alta Monzón. “Yo tengo algunos amigos que son un poco quinquis”, reconoce entre risas Begoña Vargas. 

“Es una figura que no va a desaparecer nunca. Es un estilo de vida que se da en determinados barrios y que se diferencia del que hay en otros puntos de la ciudad”, explica la actriz. “Así es”, afirma Daniel Monzón. “El espíritu quinqui, aunque con ciertas diferencias, permanece”, dice. “El barrio no se va. Puedes taparlo, pero el barrio está ahí. Si lo has vivido, lo tienes para siempre”, concluye Begoña Vargas.

En la conversación, Begoña Vargas y Daniel Monzón abordan todos los aspectos que rodearon a estas películas, tanto sociológicos como artísticos. “Las canciones que se utilizaron fueron muy importantes”, apunta Begoña Vargas. “El Me quedo contigo de Los Chunguitos que Carlos Saura utilizó en Deprisa, deprisa se hizo mítica”, reconoce Daniel Monzón que también destaca el aspecto documental que tenían esos filmes, en muchas ocasiones protagonizados por los propios quinquis.

“Las persecuciones de coches tenían mucho brío. Iban a toda velocidad por la rambla de Cataluña o por las carreteras sin pedir permiso. El cámara se metía dentro del coche y el conductor tiraba a toda velocidad. Esa forma de rodar una persecución hoy es imposible”, afirma el realizador. “No puedes conseguir esa autenticidad”.

Todos los sábados del mes abril TCM dedicará su programación a las mejores películas de este género con títulos como Navajeros, El Pico, Colegas y La estanquera de Vallecas de Eloy de la Iglesia; Yo, “El vaquilla”, de José Antonio de la Loma o Deprisa, deprisa de Carlos Saura.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento