Clint Eastwood de serie B: los inicios en Hollywood de un soldado gasolinero que hablaba entre dientes

Pese a sus casi dos metros de estatura y su buena facha (las enfermeras de la maternidad donde nació en 1930 le habían apodado ‘Sansón’), el joven Clinton Eastwood Jr. tuvo unos comienzos arduos, lastrados tanto por su mala dicción como por su natural vivalavirgen. 

Tras haberse granjeado una primorosa reputación como gamberro en las calles de Piedmont, el suburbio de San Francisco donde vivía con sus padres, y en los dos institutos de los que fue expulsado, Clint trabajó como socorrista de piscina, chico de los recados, caddie en un club de golf y gasolinero hasta ser reclutado por el ejército de EE UU durante la Guerra de Corea. 

Y ahí le sonrió la suerte. Su destino en un fuerte cercano a Monterrey le libró de ir a Asia a pegar tiros, mientras que un compañero de cuartel con experiencia en Hollywood le puso en contacto con sus dos primeros valedores: el director de fotografía Irving Glassberg y el productor Arthur Lubin. 

Tras unos cuantos trabajos de recadero, unas cuantas clases de arte dramático y unas visitas al logopeda (que no lograron poner fin a su costumbre de hablar entre dientes), Clint tuvo su primer trabajo (irónicamente, como actor de voz) en La pradera sin ley y debutó frente a la cámara a los 25 años con una figuración con frase en La venganza de la criatura, obtenida gracias a su talento… para la natación. 

Un contrato con Universal Pictures (1954) resultó en una sucesión de papeles poco lucidos y generalmente sin acreditar (Allen in Movieland, la equina Francis en la marina, Tarántula, Lady Godiva, Hoy como ayer, El último sol, la primera vez que actuó en un western, y Zafarrancho de combate) hasta que el estudio decidió cancelarlo dos años más tarde. 

Prendado de su apostura, Lubin siguió abogando por Clint ante la industria, lo cual permitió que nuestro héroe fuese tirando mediante roles de categoría ínfima (La primera vendedora ambulante, Escapada en Japón, Ataque bajo el sol, La escuadrilla Lafayette) que alternó con intervenciones en series (Selecciones del Reader’s Digest, Patrulla de tráfico, La llamada del Oeste, West Point, Diario de a bordo), todo ello mientras añadía capítulos a una vida sentimental desquiciada y se deprimía al verse rechazado por Billy Wilder en las audiciones de El héroe solitario. 

Su intervención como villano en un episodio de Maverick, junto a James Garner, ayudó a elevar su perfil antes de que un chivatazo de su agente pusiera fin a las vacas flacas: CBS buscaba un actor de gran estatura (física) para la serie Cuero crudo. 

Aquel rol le lanzó a la fama, y tras obtenerlo Eastwood solo apareció dos veces más en televisión: un capítulo de Alfred Hitchcock presenta… y una intervención as himself en Mr. Ed, serie producida por Arthur Lubin y protagonizada por un caballo parlante.