Algunas películas marcan un hito en la historia del cine, ya sea por su calidad artística, por la originalidad de las historias que narran o por las emociones que consiguen despertar en el público. Disney+ cuenta con uno de los catálogos más grandes en streaming, que incluye las películas de Pixar, Lucasfilm y Marvel, entre otras, pero también muchos grandes títulos que a pesar de su corta edad ya han pasado a la historia como clásicos.
Te dejamos una selección para que pases una tarde cinéfila repleta de recuerdos con tan solo hacer clic en Disney+.
Star Wars: Una nueva esperanza (1977)
En su intento por destruir una de las principales fuerzas militares del Imperio, la princesa Leia, que lidera una rebelión, es secuestrada. El jedi Luke Skywalker (Mark Hamill) y el piloto Han Solo (Harrison Ford) emprenden una misión épica para rescatarla acompañados por un wookiee y dos androides que lucharán por reestablecer la paz en la galaxia.
La primera película de la célebre saga Star Wars (que se puede encontrar íntegra en Disney+) es un referente del género ciencia ficción y sin duda un clásico por dar luz a una de las historias más épicas jamás contadas que ha continuado expandiendo su éxito con el paso de los años.
Jungla de cristal (1988)
El policía John McClane (Bruce Willis) viaja a Los Ángeles para encontrarse con su mujer y sus hijas en una fiesta de Navidad cuando un grupo terrorista se apodera del edificio, convirtiendo a todos los asistentes en rehenes. John es el único que consigue escapar y emprende un plan para salvarlos a todos.
La mayor epifanía de Jungla de cristal fue descubrir al gran público un Bruce Willis nacido para la acción. No solo es una de las películas del genero más exitosas de los 80 sino que dio luz a una estela de secuelas e imitaciones que se alarga hasta el día de hoy.
La roca (1996)
El experto en guerra química Stanley Goodspeed (Nicolas Cage) es elegido junto a John Patrick (Sean Connery), un antiguo espía británico y la única persona que se ha fugado de Alcatraz, para detener a un terrorista que amenaza con atacar San Francisco utilizando armas nucleares.
Una explosión de acción que no tiene desperdicio, sin olvidar las grandes actuaciones de ambos protagonistas que elevan el listón de una película que asegura grandes dosis de entretenimiento y suspense.
Alta fidelidad (2000)
Rob Gordon (John Cusack) regenta una tienda de vinilos en la que discute sobre música con sus amigos Dick (Todd Louiso) y Barry (Jack Black). Después de que su novia le deje por otro hombre, repasa sus relaciones y fracasos amorosos mientras intenta recuperarla a toda costa.
Un simpático retrato del mal de amores que reflexiona con humor sobre aquello que nos une y nos separa de otras personas, todo ello a ritmo de una excelente banda sonora.
Wall Street (1987)
En su camino hacia lo más alto, Bud Fox (Charlie Sheen) intentará por todos los medios convenirse en el discípulo del magnate de las finanzas Gordon Gekko (Michael Douglas) solo para introducirse en una espiral de excesos, mentiras y ambición.
Una mirada al Wall Street de los 80 donde la avaricia de los corredores de bolsa rige un mundo en el que no tener escrúpulos es una ventaja. La película no solo es un fiel reflejo de dicho mundo, sino que además lanza un mensaje con moraleja a todo el que esté dispuesto a escuchar.
Pretty Woman (1990)
Edward Lewis (Richard Gere) acude a Nueva York por un asunto de negocios y decide contratar los servicios de Vivian Ward (Julia Roberts), una prostituta callejera. Tras pasar un fin de semana juntos, comienzan a estrechar una relación que tendrá que superar el abismo que separa dos mundos muy diferentes.
La ya clásica comedia romántica que catapultaría a Julia Roberts al estrellato es la adaptación hollywoodiense de la Cenicienta, con una prostituta en lugar de una princesa y un hombre de negocios en lugar de un príncipe.
Good Morning, Vietnam (1988)
En plena guerra de Vietnam un humorista radiofónico (Robin Williams) recibe el encargo de trabajar en la emisora del ejército norteamericano. Su humor, sarcasmo, lenguaje malsonante y comentarios mordaces conseguirán subir el ánimo de las tropas.
A pesar de ser un clásico de la comedia, trata también de arrojar algo de luz sobre los horrores de la guerra, consiguiendo un resultado agridulce.
Hot Shots! (1991)
Topper Harley (Charlie Sheen) es requerido por la marina para regresar a su puesto como piloto y completar una misión arriesgada. Mientras intenta lidiar con los fantasmas del pasado, Topper empezará a sospechar que tras su nueva misión se esconden secretos y conspiraciones.
Esta parodia de Top Gun es una inyección de humor absurdo con un destacado Charlie Sheen que soporta gran parte de la comedia. Una mirada ácida a la acción militar estadounidense capaz de entretener y sacar una carcajada (o unas cuantas) a cualquiera.
Braveheart (1995)
La escocia del siglo XIV vive bajo el despotismo de la ocupación inglesa. Un día el joven William Wallace (Mel Gibson) regresa a su tierra natal y decide emprender una revolución reuniendo a un grupo de guerreros aficionados para liberar a su pueblo del opresor.
Este drama épico dirigido por el propio Mel Gibson lleva años destacando como una de las grandes películas patrióticas. El impactante resultado ha sido ganador de 5 Oscar y aún hoy continúa siendo un indispensable del cine moderno.
Eduardo Manostijeras (1990)
Un científico emprende un excéntrico experimento para crear un ser humano, pero al fallecer, este queda incompleto y teniendo cuchillas en lugar de dedos. La amable señora Peg (Dianne Wiest) lo encuentra y le invita a vivir en su casa donde Eduardo tendrá la oportunidad de mostrar su gran corazón mientras se enamora de su hija (Winona Rider).
La atmósfera gótica y el tono surrealista de este insólito cuento de hadas hace que la película -la primera de muchas colaboraciones entre Johnny Depp y Tim Burton- se haya convertido en un clásico moderno y una de las historias de amor más icónicas de los 90, tanto dentro como fuera de la pantalla.
Titanic (1997)
En 1912 el Titanic, una maravilla de la ingeniería náutica, emprende un viaje de Southampton a Nueva York. En su interior multitud de vidas e historias se entrecruzan y avanzan hacia un trágico final, y entre ellas, la de dos jóvenes de mundos muy distintos destinados a enamorarse.
Leonardo DiCaprio bordaba uno de los papeles más emblemáticos de su carrera junto a Kate Winslet en este drama de época que cautivó el corazón de varias generaciones. La película ha pasado a la posteridad por aunar una sobrecogedora historia de amor con una de las mayores tragedias de la navegación.
Alien, el octavo pasajero (1979)
La tripulación de la nave Nostromo se encuentra de camino a casa cuando interceptan un mensaje de socorro de una luna cercana, pero al acudir a la llamada descubren que la transmisión era en realidad una advertencia. Pronto se darán cuenta de que no están solos y tendrán que enfrentarse a unas peligrosas criaturas de otro mundo.
Aclamada por la crítica en todo el mundo, se ha convertido en un hito del cine de ciencia ficción y un auténtico clásico moderno que aún se siente contemporáneo en una historia que se extiende a lo largo de múltiples secuelas.
Depredador (1987)
El mercenario Dutch (Arnold Schwarzenegger) se enrola en una misión para rescatar a los supervivientes de un accidente de helicóptero en las profundidades de la selva sudamericana. Una vez allí, él y su equipo serán acosados por un extraño ser que comienza a darles caza uno a uno.
La dirección de John McTiernan, la calidad del reparto y la imponente selva mexicana como telón de fondo son los ingredientes de uno de los clásicos de ciencia ficción que ha dado lugar a numerosas secuelas que siguen alargando la sombra del eterno depredador.
La mosca (1986)
El científico Seth Brundle (Jeff Goldblum) decide probar en sus propias carnes su nuevo dispositivo de teletrasporte, pero la presencia de una mosca en la cabina transformará sus genes convirtiéndolo en una mezcla entre hombre e insecto.
David Cronenberg toma el relevo del clásico de 1958. ¿El resultado? Una grata sorpresa para aquellos que habían perdido la fe en los remakes y una cinta única en su género que marcó un antes y un después en la carrera del director.
La profecía (1976)
Después de comprobar que su hijo ha nacido muerto, Robert acepta acoger a un huérfano por recomendación de un sacerdote, pero cuando el pequeño cumple cinco años comienzan a suceder las cosas más horribles.
Clásico del cine de terror que se vio encumbrado por la excelente interpretación del pequeño Daimen (Harvey Stephens) y una trama escalofriante que hemos visto repetirse una y otra vez en el cine más actual.
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