A rebufo de su coincidencia en salas con Barbie, pero también de la solera de su artífice, Oppenheimer ha logrado ser una de las películas más taquilleras del año. Todo un triunfo teniendo en cuenta que se trata de una película de tres horas sobre gente hablando de física en despachos, en el marco de un biopic del llamado padre de la bomba atómica J. Robert Oppenheimer. Las críticas han sido además fastuosas, con lo que muy mal tendría que ir la cosa para que Christopher Nolan no tuviera un papel en la inminente carrera de premios.
Oppenheimer es su incursión en el biopic, un género que por otra parte tampoco le gusta del todo, y que intentó remodelar a su antojo a la hora de escribir la película. Tenía experiencia previa tratando de hacer algo así, y es que a principios de los 2000 Nolan estaba decidido a hacer una película dedicada a Howard Hughes, el controvertido inventor, magnate y piloto. Había llegado a terminar el guion, pero según contaba hace poco se topó entonces con un giro inesperado. “Mi película no llegó a rodarse porque la escribí justo cuando Scorsese estaba rodando su propia versión”, explicó refiriéndose a El aviador, el biopic que Martin Scorsese estrenó en 2004 con el protagonismo de Leonardo DiCaprio.
“Pero quedé muy contento con el guion y eso me dio una gran visión de cómo destilar la vida de una persona; cómo ver la vida de una persona de una manera temática, para que la película sea más que la suma de sus partes. Así que en cierto modo el guion de Oppenheimer, sí, me llevó unos meses, pero en realidad fue la culminación de 20 años de reflexión”. El proyecto abortado de Howard Hughes habría servido, entonces, para que Nolan pudiera escribir el guion de Oppenheimer sabiendo exactamente cómo estructurar la historia.
De ahí que pudiéramos pensar que Nolan tampoco siente un gran rechazo por El aviador. Pero no es así. Durante una reciente entrevista con Variety, el responsable de El caballero oscuro ha admitido que nunca ha sido capaz de ver El aviador en las dos décadas que han transcurrido de su estreno: es demasiado duro para él. Y eso que El aviador (distribuida en su día por Warner Bros., la misma major con la que Nolan tuvo una estrecha relación hasta abandonarla en pos de que Universal distribuyera Oppenheimer) tenía a DiCaprio al frente, años antes de que el mismo Nolan le fichara para protagonizar Origen.
“Me dolió no poder hacer algo en lo que había invertido tanto”, sintetiza Nolan. El dolor por no haber podido hacer su biopic de Hughes, en el que tantos esfuerzos había invertido, se sobrepone al hecho de que gracias a este contratiempo haya dirigido Oppenheimer: uno de los films más exitosos de su carrera.
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