A estas alturas parece claro que Oppenheimer es frontrunner absoluta en la carrera por el Oscar. La Academia de Hollywood entregará sus premios el próximo 10 de marzo, y en el camino que conduce a esta convocatoria Christopher Nolan ha ganado prácticamente todo lo ganable. El Oscar a Mejor director lo tiene mínimo asegurado, luego de que su biopic del padre de la bomba atómica se convirtiera por sorpresa en un fenómeno popular del año pasado. Integrando la dupla Barbenheimer, Oppenheimer arrasó en crítica y taquilla, y allanó el camino para según empezara la carrera de premios fuera sumando estatuillas.
“Pesan mucho. Siento que estoy haciendo ejercicio”, dijo Nolan frente a la prensa, sosteniendo dos trofeos. Eran los correspondientes a Mejor película y Mejor dirección por Oppenheimer, que ganó recientemente en la ceremonia de la Academia de Gran Bretaña: esto es, los BAFTA. La entrega de estos galardones se celebró en el Royal Albert Hall londinense teniendo al David Tennant de Doctor Who como anfitrión, y para Nolan fue una velada muy especial no solo por sus victorias: también está el hecho de que el director (aunque haya acostumbrado a trabajar en Hollywood) es británico. Nació en Londres, de hecho. Y además ha tenido un historial de derrotas en los BAFTA felizmente clausurado.
Antes del fenómeno Oppenheimer Nolan aspiró a llevarse los máximos galardones en dos convocatorias previas. La primera tuvo lugar en 2010, con Origen. Nolan aspiraba a ganar igualmente Mejor película y Mejor dirección en conjunto a Mejor guion, y los perdió todos: Mejor película se lo llevó El discurso del rey, Mejor dirección fue la de David Fincher por La red social, y Mejor guion recayó en David Seidler por escribir El discurso del rey. La segunda es algo más reciente, en 2018. Nolan aspiraba a Mejor película y Mejor dirección por Dunkerque y los perdió a manos de Tres anuncios en las afueras (Mejor película según los BAFTA) y Guillermo del Toro (Mejor director por La forma del agua).
De cara a la actual carrera Nolan por fin ha ganado Mejor película y dirección por Oppenheimer. Se le ha escapado eso sí el BAFTA a Mejor guion (fue para Cord Jefferson y American Fiction), aunque igualmente la victoria de Oppenheimer ha sido aplastante: estaba nominada a 13 BAFTAs y se ha llevado 7, incluyendo los citados más actor principal y actor secundario (correspondientes a Cillian Murphy y Robert Downey Jr.). Por todo lo cual Oppenheimer es indudablemente la favorita para los Oscar, y ha supuesto la consolidación de un director que siempre ha sido muy influyente en la industria, pero al que los premios nunca le habían favorecido hasta este punto. Un breve repaso.
La sequía antes de 'Oppenheimer'
Por mucho que le costara que sus nominaciones depararan premios como tal, Nolan empezó muy pronto a tantear palmarés. Memento, su segunda película, ya tuvo un recorrido considerable entre galardones hacia 2002, aunque se le escaparan la mayoría. Nolan fue nominado por el Sindicato de Directores gracias al thriller protagonizado por Guy Pearce, mientras que el guion escrito a partir de una idea de su hermano Jonathan era candidato al Globo de Oro y más tarde al Oscar a Mejor guion original: el primero al que aspiraba Nolan en su carrera. Memento se fue de vacío, aunque al menos llegó a rascar una segunda nominación por su montaje.
A partir de Memento Nolan inauguró su relación con el gran público, y esta alcanzó su punto de mayor ebullición seis años después, con El caballero oscuro. La secuela de Batman Begins fue nominada en los principales sindicatos de Hollywood (el DGA de directores, el PGA de productores y el WGA de guionistas), sin ganar en ninguno. Lo que más dolió entonces fue, sin embargo, que El caballero oscuro se quedara fuera de la terna de Mejor película en los Oscar, lo que de hecho fue considerado el motivo principal por el que la Academia de Hollywood aumentara desde entonces el número de nominadas a las actuales diez.
El caballero oscuro le dio, eso sí, el Oscar póstumo a Heath Ledger, confirmando al film como mayor triunfo académico de Nolan… hasta que llegó su siguiente película, Origen. Origen fue nominada efectivamente al Oscar a Mejor película y Mejor guion original (el segundo por el que competía Nolan), además de otras seis nominaciones incluyendo Mejor banda sonora para Hans Zimmer. La película con Leonardo DiCaprio fue una sensación para crítica y público proporcional a Oppenheimer, aunque no tuvo tanta suerte en los premios. De hecho, de todos a los que aspiró solo ganó el del WGA: perdió el de los otros dos sindicatos y también los Globos de Oro a Mejor dirección y Mejor guion original.
A estas alturas ya se manejaba una narrativa de que Nolan no caía bien en Hollywood, que no hizo sino agravarse en 2018 con el caso Dunkerque. Antes de Oppenheimer, este drama bélico fue lo más cerca que el director británico había estado de arrasar en los premios… y se fue igualmente de vacío. Nuevamente Nolan optó a ganar el DGA y el PGA, nuevamente fue nominado al Globo de Oro por dirección y película, y en este caso optó a otros ocho Oscars incluyendo, por fin, Mejor dirección. La primera nominación al Oscar a Mejor dirección a Nolan, compartida con Mejor película… pero fue el año de Tres anuncios en las afueras y Guillermo del Toro con La forma del agua, tal y como había ocurrido en los BAFTA.
Las cosas han cambiado, en fin, con Oppenheimer. Nolan ha obtenido el respaldo suficiente con una película que ha despertado entusiasmos de muy variado pelaje. Al margen de los BAFTA a Mejor película y Mejor dirección, el firmante de Origen ya ha ganado el DGA y los Globos de Oro principales a Mejor película y Mejor dirección, que se le habían resistido en el pasado. Un palmarés donde ahora mismo está pendiente el PGA y, claro, los Oscar. Aunque parece que, mínimo, el Oscar a Mejor dirección lo tiene garantizado. Veremos si el de Mejor película también.
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