Acostumbrados a sus personajes empoderados y repletos de rabia, Anya Taylor-Joy continúa conquistando a los espectadores con el estreno de Furiosa: De la saga Mad Max. En el nuevo filme de George Miller, la actriz estadounidense retoma el papel de Charlize Theron en este universo distópico, provocando que tenga que explicar por qué cree que las mujeres a las que ha interpretado no deben llorar.
"Me he ganado cierta reputación por luchar por la ira femenina. Es extraño, porque no estoy promoviendo la violencia, pero sí promuevo que las mujeres sean vistas como personas. Tenemos reacciones que no siempre son delicadas o sencillas", ha señalado Taylor-Joy a Variety.
Sus palabras conectan directamente con su debut cinematográfico en La bruja, el filme de Robert Eggers de 2015, cuando la actriz se negó a soltar ni una sola lágrima en una de las escenas clave. "Al final dije: 'Ella está enfadada, está jodidamente enfadada. La han culpado una y otra vez y ella no está haciendo nada. Tenemos que dejar de llorar", señalaba.
Ni una lágrima más
Eggers no ponía ningún reparo y volvía a pasar por una situación similar en el rodaje de El hombre del norte (2022), cuando la intérprete decidía que el momento traumático de un intento de violación debía conllevar un episodio de cólera. "Fue idea de Anya que Olga le mojara la mano con su propia sangre menstrual antes de abofetear a Fjölnir", confesaba el cineasta en su momento.
De igual forma, su trabajo junto a Nicholas Hoult en el filme de terror El menú (2022) contaba con una secuencia en la que debía llorar al descubrir que su cita la había engañado, pero ella una vez más transformaba este instante por completo.
"¿En qué planeta vivimos?", preguntaba Taylor-Joy cuando leyó esto en el guion. "Dije: 'Dejadme que os explique: voy a saltar sobre la mesa y trataré de matarlo literalmente con mis propias manos", agregaba una hilarante actriz, quien contó con el beneplácito del cineasta Mark Mylod y su compañero de reparto.
Está claro que Anya-Taylor Joy quiere dejar de llorar en sus trabajos, entre las que también encontramos papeles de mujeres con una gran fortaleza en Última noche en el Soho, Gambito de dama o Peaky Blinders. Una serie de producciones que siempre contaron con la acertadísima opinión de la actriz y cuyo resultado final lo evidencian.
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