Antes de ‘Lightyear’, Buzz ya viajó al infinito y más allá sin necesidad de ser un juguete

Buen momento para recordar la existencia dosmilera de 'Buzz Lightyear: La película'.
Han pasado 22 años entre las dos películas de Buzz Lightyear
Han pasado 22 años entre las dos películas de Buzz Lightyear
Han pasado 22 años entre las dos películas de Buzz Lightyear

Contrariamente a lo que pudiera parecer, la idea de hacer Lightyear no data de justo después de Toy Story 4, cuando Disney estaba empeñada en darle más continuaciones a la saga estrella de Pixar y el estudio se buscó una estrategia de última hora para no hacer exactamente eso. Es de unos cuantos años antes, en los últimos días de la producción de Buscando a Dory. Corría 2016 y Angus McLane, que había codirigido esta secuela junto a Andrew Stanton, le daba vueltas a cuál podría haber sido la fuente original de aquel juguete espacial que Andy adquirió a mediados de los 90, desencadenando la historia que todos conocemos.

La idea de McLane, al parecer, concebía que Buzz Lightyear del Comando Estelar formaba parte del merchandising de un film apasionante que solo existía en el mundo de Pixar, esperando algún día a ver la luz. Un merchandising que no solo se extendía a la figura de acción (y a su enemigo canónico, el Malvado Emperador Zurg) sino también a videojuegos y dibujos animados. El videojuego lo conocimos en Toy Story 2, cuya primera secuencia estaba dedicada por entero a un Buzz Lightyear controlado por Rex. Los dibujos animados los conocimos algo después, a partir de algo llamado Buzz Lightyear: La película.

Pero Buzz Lightyear: La película  sí dio el salto a nuestro mundo. No se constriñó a los guiones de Pixar. Antes de Lightyear era, por tanto, la gran aventura en solitario del valiente explorador espacial, y ahora que el film de McLane llega a las salas (y han transcurrido 22 años desde entonces) quizá sea un buen momento para recordar el primer Lightyear. No exactamente el original, pero sí uno capaz de despertar bastante cariño.

Fotograma de 'Toy Story 2'
Fotograma de 'Toy Story 2'
Disney

Merchandising galáctico

Es bien conocido el hecho de que, en sus primeros compases, Toy Story 2 iba a ser una película directa a vídeo. Pixar amasó un éxito enorme de crítica y público con sus primeros largometrajes (Toy Story y Bichos, una aventura en miniatura) pero lo que empezó siendo una nota a pie de página, destinada cubrir unos ingresos extra, fue ganando tanta calidad en su desarrollo que no hubo más remedio que darle un estreno en condiciones. Más o menos a la vez que Pixar se convertía en un estudio de primer orden dentro de la industria, y Disney quería aprovecharse de ello.

Es así como en 1996, un año después de Toy Story, se comercializaron dos videojuegos en el marco de Disney’s Animated Storybook. A la directiva ya le quedaba meridianamente clara la fama que había acogido Buzz Lightyear (astronauta bautizado en honor a Buzz Aldrin), de forma que cuando se acercaba a su fin la producción de Toy Story 2 se tomó una llamativa decisión en torno a sus explotaciones: Buzz sería el protagonista absoluto del inevitable juego licenciado, llamado Toy Story 2: Buzz Lightyear al rescate. Lanzado para PlayStation, PC y Game Boy Color.

Carátula del 'Toy Story 2' de PlayStation
Carátula del 'Toy Story 2' de PlayStation

La decisión tenía sentido. Más allá de lo bien que encajaba con el mencionado prólogo, era Lightyear quien lideraba la misión para rescatar a Woody (que seguía siendo el protagonista absoluto, pero se tiraba buena parte del metraje bastante quietecito), así que el juego podía recrear varias de sus aventuras con el plataformeo de rigor. Se encargó del desarrollo Traveller’s Tales, colaboradora de Disney que también produciría las adaptaciones de Bichos o Buscando a Nemo antes de triunfar con los juegos de LEGO y no dedicarse a otra cosa a partir de entonces.

El juego llegó al mercado poco después de que en Walt Disney World se inaugurara una atracción dedicada íntegramente al guardián espacial: Buzz Lightyear’s Space Ranger Spin. Sirva todo esto para ilustrar que la fama del personaje era descomunal a finales de los 90, aconsejando una jugada incluso más ambiciosa que las citadas paralelamente al estreno de Toy Story 2. Así es como Disney llegó a la conclusión de que Buzz merecía una historia propia: una película que le tuviera como protagonista sin ningún conflicto de identidad. Ya no siendo un juguete, sino un aventurero espacial con todas las de la ley.

Toy Story 2 se estrenó a finales de 1999, y seis meses después se comercializó directa a vídeo una película en cuya carátula observábamos a Buzz Lightyear en 2D, similarmente a ciertas imágenes que habíamos podido entrever en los largometrajes de Pixar. El plan de Disney era que, además, esta película sirviera como episodio piloto para una serie animada. La verdadera aventura de Buzz solo acababa de comenzar.

Carátula de 'Buzz Lightyear: La película'
Carátula de 'Buzz Lightyear: La película'
Disney

El espacio, la última frontera

Buzz Lightyear: La película llegaba dirigida por Tad Stones, miembro fidedigno de la cantera de Disney tras firmar las dos secuelas de Aladdin destinadas al mercado doméstico (El retorno de Jafar y Aladdin y el rey de los ladrones) e intervenir en varias series animadas como aquella que propició la misma Aladdin, El pato Darkwing o Chip y Chop: Guardianes rescatadores. Stones repetiría con Disney pocos años después para desarrollar la secuela en VHS de Atlantis (subtitulada El regreso de Milo), aunque quizá en este apartado sea más interesante ocuparse de dos de los cuatro guionistas que acreditó Buzz Lightyear.

Robert Schooley y Mark McCorkle serían más tarde los creadores de Kim Possible, serie de Disney muy querida por el sentido del humor (cuidadosamente equilibrado entre lo cáustico y lo ingenuo) con el que abordaban los tópicos de las películas de acción. Hay mucho de eso en Buzz Lightyear, film que tampoco es cuestión de vender como una obra maestra perdida, pero sí es sorprendentemente divertido. La propuesta cómica de los guionistas provenía de un seguimiento atento de lo trazado por Toy Story, llevándolo a un escenario nuevo y lleno de posibilidades.

El tono de 'Buzz Lightyear' y 'Kim Possible' es bastante similar
El tono de 'Buzz Lightyear' y 'Kim Possible' es bastante similar
Disney

Buzz Lightyear: La película no estaba interesada en disimular, por lo demás, el vínculo con esta saga. Su introducción, de hecho, era en 3D y fue animada por los artistas de Pixar solo para presentar a los juguetes de Andy hacerse con un VHS del film. Se supone que lo que entonces veían (siguiendo la tónica del prólogo de Toy Story 2) era lo que veríamos nosotros, blindando un universo transmedia donde lo que más brillaba, sin embargo, era el atractivo propio de la trama de Buzz Lightyear.

Básicamente, el film tomaba todas las frases recitadas por Buzz cuando aún no había comprendido que era un juguete (así como otros detalles de Toy Story 2) para montar a partir de ellas un escenario original, donde cabía tanto el Emperador Zurg en calidad de archienemigo como… los tres marcianos verdes que el astronauta había conocido en Toy Story. La etiqueta de spin-off estaba plenamente justificada (probablemente mucho más de lo que lo estará en Lightyear), y también le daba un énfasis extra que el Buzz de esta película fuera muy similar a su álter ego juguetero.

Esto es: un tipo serio y valeroso, con seguridad en sí mismo e idealismo a prueba de bombas. Ocasionalmente puede ser divertido, pero el humor suele partir de su choque con otros personajes más disfuncionales que él. Del bromista Woody de Toy Story aquí pasábamos a toda una tripulación: Mira, una princesa galáctica que se une a los rangers. Booster, el torpe encargado de mantenimiento en el Mando Estelar que se acaba convirtiendo en guerrero. Y XR, un imprevisible robot de programación fallida que suele ser la fuente principal de conflictos.

¿La ambientación? Pues un desfile de lugares comunes sobre la space opera. Star Trek y Star Wars metidos en una coctelera, con una galaxia llena de planetas a los que explorar, y enfrentamientos recurrentes contra Zurg y un antiguo compañero de Buzz que se ha pasado al lado oscuro, Warp Darkmatter. Muy del estilo de Toy Story 2, expandiendo chistes referenciales tan brillantes como aquel que dejaba caer que Zurg y Buzz eran padre e hijo. Buzz Lightyear: La película introducía las líneas maestras para que toda una serie pudiera nacer de ella, y así fue. Buzz Lightyear of Star Command empezó a emitirse en octubre del 2000, expandiéndose a una única temporada de 62 episodios. Traveller’s Tales incluso llegó a diseñar otro videojuego adaptándola, con título idéntico y rudimentarios gráficos cel shading que intentaban emular el 2D.

Todo formaba parte, pues, de una estudiada campaña de márketing para seguir exprimiendo Toy Story antes de la siguiente entrega, que no llegaría hasta diez años después. Una vez terminó la serie sin embargo (y coincidiendo con su peor época a nivel creativo, los primeros 2000) Disney no volvería a acometer una serie derivada de una película hasta el fenómeno de Cars en 2006. Y hasta que, ese mismo año, compró Pixar y ya pudo controlar por completo el expolio de sus propiedades intelectuales. 

Carátula del videojuego 'Buzz Lightyear of the Star Command'
Carátula del videojuego 'Buzz Lightyear of the Star Command'

"El mal nunca gana"

Revisando Buzz Lightyear más de dos décadas después, lo primero que sorprende es la ligereza socarrona de su conjunto. La regurgitación de tantos y tantos tópicos asociados a la space opera está realizada sin aplomo, acaso solo preocupándose de insertar en ella a los pocos personajes de Toy Story que reaparecen, y su ejecución también muestra un desdén por la seriedad que no deja de sorprender por contraste a la actual Lightyear. Desde el mero uso del apellido en lugar del nombre completo del personaje, hasta el realismo de sus imágenes, Lightyear parece comprometida a ser la auténtica película de Lightyear.

Por su parte, Buzz Lightyear es un exploitation desvergonzado (la "película que surgió del juguete que surgió de la película"), con unos ritmos humorísticos que recuerdan a la citada Kim Possible pasando por otras sensaciones posteriores de la televisión Disney como Phineas y Ferb o Kuzco, un emperador en el cole. La animación es en sintonía discreta pero ágil, y el único elemento que atina a darle una entidad mayor dentro de la autoasumida pequeñez es la banda sonora, centrada en variaciones épicas del tema que le compuso Randy Newman al personaje para el cine.

Buzz Lightyear junto a Warp Darkmatter
Buzz Lightyear junto a Warp Darkmatter
Disney

Se puede decir cosas similares tanto de la película como de la serie que originó, destacando que la primera sí pudo beneficiarse de la voz de Tim Allen, mientras que pasando a televisión Patrick Warburton le sustituyó como Buzz. En la versión española disfrutamos consecuentemente de José Luis Gil, con un doblaje bastante inspirado que se las apañó para conservar la rapidez de muchos de sus diálogos. Con estos mimbres, daba un poco lo mismo que la trama fuera de lo más previsible, o que se notara en todo momento su condición de episodio piloto.

Lo que más llama la atención, vista hoy día, es cómo el cinismo inevitable de una maniobra de estas características contagia en ocasiones al humor de Buzz Lightyear. Esta persecución del gag y la ridiculización de los personajes conduce en ocasiones a algo parecido a la mezquindad, que en lo relativo a tramas de alcance interestelar nos retrotrae a la Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams. El talante infantiloide de Zurg (alternando la vulnerabilidad con la crueldad arbitraria hacia sus secuaces), la ocurrencia de tener un planeta habitado íntegramente por vegetarianos, el patetismo de Booster… o, sobre todo, la anarquía que exhuma XR, que llega a recordar al Marvin de las novelas de Adams.

El equipo de Buzz
El equipo de Buzz
Disney

Buzz Lightyear, dentro del cálculo y la cutrez, tiene personalidad. Y buenos chistes. Y entrega un entretenimiento eficaz. Parece suficiente para reivindicarla, y solo lamentar que esta no hiciera canon que Zurg es el padre de Buzz. Como seguramente tampoco lo haga Lightyear.

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