A finales del año pasado supimos que MGM se había puesto en venta para solventar sus problemas derivados del coronavirus. Los continuos retrasos en el estreno de Sin tiempo para morir habían hecho perder a MGM Holdings cerca de 50 millones de dólares, y por mucho que la última película de James Bond esté fijada ahora mismo para este 8 de octubre, las circunstancias eran tan precarias que se antojaba conveniente vender su extensa biblioteca de contenidos al mejor postor. En los últimos meses parecía que sería Apple quien la comprara, pero ahora The Information recoge que es Amazon la que está más cerca de que sus negociaciones lleguen a buen puerto.
Mike Hopkins (vicepresidente de Amazon Studios) y Kevin Ulrich (presidente de la junta de MGM) llevan semanas reuniéndose para acordar la adquisición, habiendo tenido fricciones en cuanto al precio a pagar. El valor de MGM y su enorme biblioteca de contenidos se estima entre los 5.000 y los 10.000 millones de dólares, y Amazon manejaría 9.000 de cara a llevarse sus contenidos a casa. Dichas negociaciones parecen prometedoras pese a todo, y sabemos de ellas al mismo tiempo de otro cambio fundamental en el audiovisual estadounidense, con la fusión de WarnerMedia y Discovery gestionada por AT&T.
Con 300 millones de suscriptores en todo el mundo, Amazon Prime quiere imponerse en la guerra del streaming una vez se ha evidenciado la importancia que tiene dentro de este conflicto la posesión de títulos antiguos y consagrados. Disney se ha apresurado a contar en varios de los países donde tiene presencia con un subcatálogo (Star) que incluya las producciones de Fox y las no recomendadas para menores, mientras que hace pocas semanas Netflix pretendía robustecer su oferta a través de un acuerdo con Sony Pictures que no solo contemplaría alojar sus próximos títulos: también, a partir de 2022, pasaría a cobijar las películas previas.
¿Qué valor desempeña MGM en esta inquietud por contar con grandes bibliotecas? Pues uno bastante considerable: se trata de uno de los estudios más antiguos de Hollywood, y su biblioteca cuenta con cerca de 4.000 películas y 17.000 horas de televisión. Aunque ahora mismo no tenga en su haber más franquicias que James Bond, MGM posee sagas como RoboCop, El hobbit, Rocky o La pantera rosa, además de films como Los siete magníficos, El silencio de los corderos o Cuatro bodas y un funeral, y series como Stargate, Fargo o Vikings.
Por su parte, la multinacional está férreamente comprometida con el desarrollo de Amazon Prime, habiendo gastado cerca de 11.000 millones de dólares en producir y adquirir contenido a lo largo del año pasado. Contar en su catálogo con las existencias de MGM sería, sin duda, todo un golpe sobre el congestionado tablero de la guerra de streaming.
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