Alan Ritchson consumió testosterona para 'Reacher': actores de Hollywood, esteroides y otros tratamientos para lucir músculos

A pesar de que el actor de 41 años ha confesado la toma de testosterona para definir su físico, Ritchson también ha defendido la importancia de un buen entrenamiento y una dieta acorde. 
Alan Ritchson, Sylvester Stallone y Hafþór Júlíus Björnsson
Alan Ritchson, Sylvester Stallone y Hafþór Júlíus Björnsson
Cinemanía
Alan Ritchson, Sylvester Stallone y Hafþór Júlíus Björnsson

Los héroes del cine de acción son conscientes del reto mayúsculo que supone estar en forma cuando alcanzan cierta edad. A partir de los 40 años, muchos de los intérpretes han tenido que acudir a dietas y entrenamientos cada vez más extremos para lucir músculos, acudiendo incluso a tratamientos nada heterodoxos como la toma de testosterona

El último en reconocer que ha tenido que aumentar sus dosis de testosterona ha sido el actor Alan Ritchson, quien lleva años demostrando golpes imposibles y un físico envidiable en Reacher, la serie de Prime Video. Este trabajo supuso que engordara más de 13 kilos a través de una rutina bien estructurada con ejercicios compuestos, incorporando entrenamiento de fuerza e hipertrofia para un desafío muscular continuo, y una dieta de más de 4.500 calorías diarias. 

Aunque entre ambas temporadas pasó un año y medio de descanso, el actor reconoció que terminó la primera "completamente fatigado y destrozado", quedando afectado especialmente por una lesión en el hombro. Eso sin contar aquel incidente del rodaje que hizo que sangrara abundantemente tras un golpe fuerte en la cabeza con un jarrón de vidrio azucarado.

El actor norteamericano ha confesado a Men's Health que la propuesta le llegó por parte de su médico, quien le propuso aumentar sus dosis de esta hormona a través de la terapia de reemplazo de testosterona o TRT. Se trata de un tratamiento habitual para la gente que padece déficit de la misma y que puede darse en métodos tan variopintos como inyectables, geles o aerosoles nasales, entre otros tantos. 

"Me destrocé el cuerpo. Me rompí la articulación acromioclavicular del hombro, que me tuvieron que reparar. Había un gran desequilibrio hormonal en mi cuerpo. Me estaba desmoronando", añadía en la entrevista Ritchson ante las posibles críticas. "La gente puede pensar lo que quiera, pero trabajo muy duro".

Beneficios y perjuicios del tratamiento de testosterona

Antes de entrar en materia, las hormonas anabólicas son sustancias segregadas por las glándulas que hacen activar mecanismos para que el organismo se adapte a diversas alteraciones y sintetizan moléculas complejas a partir de otras más sencillas, siendo la testosterona, la hormona del crecimiento (GH) y la insulina las principales.

En las últimas décadas, la comercialización oficial y el mercado negro de esteroides anabólicos han promovido las versiones sintéticas o artificiales de testosterona, necesaria para el crecimiento muscular. 

Entre las ventajas de este tratamiento de testosterona encontramos la mejora de la densidad mineral ósea, el incremento en la fuerza y la resistencia, pero siempre teniendo en cuenta que los estudios realizados inciden en los beneficios para casos en los que realmente existe déficit de esta hormona.

El tratamiento de testosterona también conlleva riesgos relevantes puesto que produce el aumento de la presión arterial, que puede provocar ataques cardíacos o derrames cerebrales. Además, esta medicación puede causar cambios físicos como el aumento de los mamas y la sensibilidad en los mismos (ginecomastia), afecta al estado de ánimo e incluso reduce el apetito sexual o causa la infertilidad

De la testosterona a la hormona del crecimiento: actores que han acudido a estos métodos

En su momento, Sylvester Stallone confesó que había acudido al tratamiento de testosterona, después de que en el pasado utilizara otros métodos más dañinos para el cuerpo. "Todos los mayores de 40 años harían bien en investigarlo, porque aumenta la calidad de tu vida", afirmaba el intérprete a la revista Time.

El actor de Rambo fue acusado en 2007 de introducir en Australia más de 40 viales de Jintropin, una serie de ampollas de la hormona del crecimiento (GH), otra hormona anabólica. Este tratamiento está prohibido sin receta médica, por lo que el actor tuvo que pagar una multa de hasta 12.000 dólares australianos (unos 7.300 euros). Algo que no le frenó para seguir utilizando esteroides.

Las palabras de Ritchson también han sido sustentadas por Dax Shepard, actor detrás de Veronica Mars y marido de Kristen Bell, y rebatidas recientemente por Joe Rogan, el intérprete de Días de radio que comenzó esta terapia pasados los 40 años, pero que se arrepintió de su obsesión por el consumo de 120 mg de testosterona a la semana. Este último llegaría incluso a denunciar públicamente a Dwayne Johnson y Chris Hemsworth por ocultar presuntamente la toma de esteroides. 

Algunos de los intérpretes que eran acusados en el pasado del uso de esteroides eran Arnold Schwarzenegger, Mickey Rourke, Hafthor Julius Bjornsson, Nick Nolte, Jeremy Jackson o incluso Charlie Sheen, entre muchos otros. Sin embargo, su consumo ha sido censurado con el paso de los años y más después de la prohibición para los deportistas de élite, quienes tienen prohibido todo tipo de moduladores de las hormonas. 

En el sentido contario, también hay actores que acuden a tratamientos para disminuir el efecto de los andrógenos, como es el caso de Ashton Kutcher. En su visita al programa de Conan O'Brien en 2019, el norteamericano afirmó que estaba tomando Avodart para frenar la caída de pelo. Se trata de una pastilla para tratar los síntomas de la hiperplasia prostática benigna (HPB), más conocida como el agrandamiento de la glándula prostática, bloqueando las enzimas que el cuerpo necesita para producir ciertas hormonas sexuales masculinas. Un medicamento que supone beneficios para quien realmente lo necesitan, pero que contiene algunas contraindicaciones similares a los esteroides. 

La obsesión por el culto al cuerpo en Hollywood cada vez es más patente y supone el abuso de medicamentos sin necesidad. Una popularización que ha encendido todas las alarmas entre la sociedad estadounidense y que no deja de extenderse cada vez más en todo el mundo, aupada por las redes sociales, los influencers y las farmacéuticas. 

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento