Abejas en el pene, escorpiones en la lengua: 'Jackass Forever', denunciada por crueldad con los animales

Desde sus comienzos como programa de MTV, la saga Jackass se ha esforzado en poner a prueba los límites de la resistencia humana a base de 'proezas' tan extremas como garrulas. Ahora bien: una cosa es que Johnny Knoxville y Steve-O hagan animaladas, y otra cosa es que se dediquen a incordiar a criaturitas (más o menos) indefensas a fin de rodar escenas para Jackass Forever, su nuevo filme. Eso, al menos, es lo que opina la ONG estadounidense PETA, que ha denunciado a los responsables del filme por crueldad con los animales.

Según PETA (siglas en inglés de 'personas por el tratamiento ético de los animales'), las escenas más ultrajantes de la cinta son aquella en la que un enjambre de abejas ataca los genitales de Steve-O (lo cual ocasiona la muerte de muchas de ellas), y otra en la que el equipo introduce un escorpión en la boca de un humano, golpeándolo hasta que al bicho le da por usar su aguijón. 

De este modo, PETA se ha puesto en contacto con las fiscalías de los condados de Los Ángeles y San Luis Obispo, en donde se rodó la película, haciéndoles saber que Jackass Forever viola las leyes locales sobre el maltrato animal. Además de los momentos ya citados, la ONG señala escenas como aquella en la que una tortuga muerde los testículos de un actor, u otra en la que un toro arrolla a Knoxville (causándole una hemorragia cerebral). 

"Si Steve-O y Johnny Knoxville quieren hacerse famosos con sus gamberradas de críos pequeños, pueden hacerlo siempre que no estresen, dañen, acosen, asusten o molesten a animales para usarlos como atrezzo viviente para su estupidez", señala el comunicado de la organización. Asimismo, este se refiere a los dos intérpretes como "asnos [jackasses] que explotan a los animales para divertirse". 

De momento, Jackass Forever ha recaudado 20 millones de dólares en EE UU, lo cual ayudaría a pagar la posible multa. Por otra parte, recordemos que PETA ha sido ella misma objeto de numerosas críticas por parte de los defensores de los animales por detalles como la práctica de la eutanasia en sus refugios para mascotas abandonadas o su apoyo a teorías pseudocientíficas como la que relaciona el autismo con el consumo de leche.