El año pasado, A través de mi ventana se convertía en una de las películas más exitosas de Netflix y confirmaba el potencial audiovisual de la saga literaria de Ariana Godo. Siendo así, no es de extrañar que el gigante del streaming se apresurara en confirmar dos secuelas más dentro del universo dirigido por Marçal Forés.
El viernes pasado, llegaba al catálogo A través del mar, segunda parte de la historia de amor protagonizada por Clara Galle y Julio Peña como Raquel y Ares. Los habíamos despedido arrancando su relación a distancia, con él desplazándose a Estocolmo para estudiar medicina mientras ella se quedaba en Barcelona.
A través del mar los reúne ahora en la Costa Brava durante el fin de semana de San Juan tras un año difícil tratando de mantener su amorío pese a los kilómetros que los separaban. Allí se reencuentran también con sus mejores amigos (Natalia Azahara y Guillermo Lasheras) y los hermanos del protagonista (Eric Pasip y Hugo Arbués).
Andrea Chaparro, Ivan Lapadula y Carla Tous se unen al reparto para enredarlo todo un poco más en esta segunda entrega que cambia el asfalto de Barcelona por un idílico y romántico enclave del Mediterráneo.
"El principal reto de la primera película era pasarlo del ambiente estadounidense a una Barcelona muy pop y colorida. Aquí estamos intentando hacer lo mismo en la Costa Brava, reforzando la imagen mediterránea", cuenta José Tirado, director de arte, a CINEMANÍA. Nos trasladamos a las localizaciones de la película.
Begur, el pueblo en el que se rodó 'A través del mar'
Más allá de Estocolmo y Barcelona, A través del mar se ha rodado principalmente en la Costa Brava. Para ser más exactos, en el pueblo de Begur, perteneciente al Empordà, que cuenta con algunas de las playas más paradisíacas de España. Allí está la casa de verano de los Hidalgo, así como los principales escenarios del filme.
El pequeño municipio está coronado por el Macizo de Begur y sus colinas, y se abre al mar Mediterráneo por un extenso litoral de calas y pequeñas playas. A cinco kilómetros del centro de la localidad se sitúa cala Sa Tuna, rodeada de casas de pescadores, espacio al que se desplazan Ares y Raquel en moto al principio del filme y que acoge la fiesta de San Juan en una de las escenas finales.
Dentro de Begur también encontramos las paradisíacas playas de S'Eixugador y Aiguablava, también presentes en la historia. Cabe señalar que no es la primera ver que una apuesta cinematográfica elige el municipio para rodar. De repente, el último verano (1959), rodada en esta población de Girona, propició el idilio entre Elizabeth Taylor y la Costa Brava.
Para la producción de las escenas secuencias marítimas, el equipo de A través del mar se trasladó a los cercanos Palamós y l'Estartit, donde los protagonistas disfrutaron de jornadas en barcos y actividades con motos de agua. "Teníamos un poco de referente de la burguesía catalana culta y refinada de la gauche divine. Eso sí, rodar en el mar es muy complicado. No podemos controlar tanto como en tierra", explica Tirado.
Así, la secuela de A través de mi ventana es un viaje a uno de los enclaves turísticos más románticos del Mediterráneo, el lugar perfecto para continuar la historia de amor entre los protagonistas. Pase lo que pase entre ellos, el escenario no puede ser más ideal.
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