Antes de que Cillian Murphy arrasara entre el público más seriéfilo en su papel como Tommy Shelby en Peaky Blinders, el actor ya contaba con una dilatada trayectoria profesional como villano. En 2005, el actor de origen irlandés aparecía junto a Rachel McAdams y Brian Cox en el thriller Vuelo nocturno, que contó como director con Wes Craven (Scream, La última casa a la izquierda).
Una trepidante cinta de suspense en la que Jackson (Murphy) se sitúa en el centro de un complot para asesinar al Comisionado de Homeland Segurity (Cox), en mitad de un vuelo. Un plan en el que Lisa (McAdams) es la clave de todo.
Con motivo de la llegada del filme a Netflix y el interés que ha despertado de nuevo entre el público, recogemos algunas curiosidades del filme.
La insistencia de Murphy a Craven
Aunque Murphy ya era por aquel entonces un actor de gran éxito por sus participaciones en películas como 28 días después y La joven de la perla, el actor también sufrió descalabros en películas como Batman Begins. Aunque el irlandés lograba el papel de El espantapájaros- papel que repetiría en El caballero oscuro: La leyenda renace-, lo cierto es que este se había presentado para interpretar a Batman, un personaje en el que no era elegido debido a que buscaban un actor de mayor altura (Murphy mide 1,75 cm).
Para lograr este papel anhelado en Vuelo nocturno, Murphy voló de Inglaterra a Hollywood, tan solo dos días antes de su boda, para convencer a Craven de que él era el candidato perfecto para protagonizar la película Sus dos ojos azules harían el resto.
El binomio Wright-Penn que nunca fue
Con una historia basada en una idea original de Carl Ellsworth y Daniel Foos, la película daría vueltas varios años hasta que consiguió ser producida por DreamWorks SKG. En la mente de los creadores, Robin Wright y Sean Penn eran los candidatos ideales para interpretar a los protagonistas. La pareja de actores mantenía en ese momento una relación amorosa que duró 14 años. Sin embargo, ambos no eran los candidatos seleccionados finalmente por Craven, quien buscaba actores más jóvenes y desconocidos.
El realismo del avión
En la construcción del avión, el set de rodaje fue montado con sistemas hidráulicos, una forma de que los decorados realmente vibraran durante las turbulencias. Además, los tickets de la aeronave fueron impresos de verdad para que los pasajeros los utilizaran durante las escenas, con un reverso con 12 términos y condiciones, donde la última rezaba: "Todas las provisiones de este ticket de pasajeros y equipaje son completamente falsos. Es todo un montón de detalles excesivos y si lo lees entero, tienes demasiado tiempo entre manos. Trae un buen libro la próxima vez".
Unos pasajeros inesperados
Entre las apariciones estelares de los pasajeros en el aeropuertos se encontraban originalmente las de el guionista Carl Ellsworth y el director Wes Craven. Pese a todo, el cameo de Craven tuvo que ser recortado en la mesa de montaje, debido a que era incapaz de mantenerse serio frente a la supervisora de guion, Sheila Waldron.
Otros cameos presentes también fueron las jefa de marketing de Dreamworks Terry Press (un invitado del hotel furioso), la productora Marianne Maddalena (una pasajera de primera clase) y la productora manager Tina Anderson (la madre de Rebecca).
Y una cliente realmente furiosa
Entre los pasajeros también destacaba una cliente furiosa, que podíamos ver tanto al principio como al final de la película. Este papel fue a parar a una mujer sin experiencia en el mundo del cine, a la que Craven conocía realmente durante un vuelo. Después encontrarse con ella en la aeronave, el cineasta pensó que era la candidata perfecta, como señalaba este en el making of del filme.
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