CINEMANÍA nº 316

CINEMANÍA nº 316: Neo y Trinity regresan con 'Matrix Resurrections'
CINEMANÍA nº 316: Neo y Trinity regresan con 'Matrix Resurrections'
Cinemanía
CINEMANÍA nº 316: Neo y Trinity regresan con 'Matrix Resurrections'

1. 5110. No sé por qué no le tengo más cariño a Matrix. Y debería: fue la primera película que vi recién llegado a Madrid, en el verano de 1999, para trabajar como becario de CINEMANÍA, cuando todavía se mandaban los currículos por carta, y a los días (¡días!) alguien te llamaba a un teléfono fijo (¡fijo!) para darte una alegría. “¿Puedes estar en Madrid para empezar el 28 de junio?” Cinco días después del estreno de la película que marcó mi vida sin saberlo, llegué a la ciudad que no era para mí como Paco Martínez Soria

Sin gallinas dejaban entrar en los cines. A finales del siglo XX, eso de que las máquinas habían esclavizado a la humanidad lo mirábamos un poco de soslayo, ilusos. La película la vi en un cine de los que Garci añora en Gran Vía, el mismo día que me compré mi primer teléfono móvil. Aquel Nokia 5110 con antena que era un armatoste y nosotros aún no nos habíamos dado cuenta. Así empezó a esclavizarme a mí la máquina.

De la película me gustó vislumbrar el toque cueva de Platón, pilotar la referencia del insti y descubrir que estábamos atrapados en la visión placentera de aquellas sombras. Hartos de que nos engañasen (?), pero con la nueva máquina del averno en el bolsillo, animábamos a Neo para que escogiese la píldora roja y se lanzase a la rebelión para acabar con el mito, con el sistema y con Matrix entero en las siguientes entregas. 

Matrix inspiró a jóvenes hackers hace dos décadas.
Matrix inspiró a jóvenes hackers hace dos décadas.
Matrix

Y le acompañamos hasta 2003, perdiendo por el camino parte de aquella inocencia. Al final de Matrix Revolutions ya llegamos agotados, con otro modelo de móvil más manejable, dominando los SMS y pidiendo por favor que nos cambiasen todas nuestras ínfulas y ganas de conocer el lado oculto de la cueva, donde se cortaba el bacalao, por una cómoda, entretenida y enajenante píldora azul. Nos dejamos esclavizar del todo.

2 BRAVO. Le debemos una disculpa a Keanu Reeves. Un tipo que tiene un festival de cine en su honor merece mucho respeto, larga vida a la KeanuCon de Glasgow. Por más que su aspecto diga lo contrario, se resiste a sucumbir, no quiere ni oír hablar de su nicolascageización, y así lo demuestra este 2022 con Matrix Resurrections y John Wick: Chapter 4

El Keanu Reeves actual, el nuevo Neo (ejem) me recuerda al Dean Martin de Río Bravo, alias Merluzón: muchas risas con su cara hinchada y su desaliño, con su descenso a los infiernos, como Wick, con el recuerdo de una mujer, y siempre a punto de caer en la escupidera por un dólar de plata, pero a la hora de la verdad, el tipo resurge. Canta incluso, aunque no sea My rifle, my pony and me; como en Noviembre dulce el Time After Time de Sinatra, o en aquel grupo grunge que tenía en Los Angeles, Dogstar

Keanu ya no está para píldoras rojas ni azules, su alter ego en la realidad virtual toma Ontolofloxin, pastillas antidepresivas y ontológicas. En 2022, tiempos de móvil de última generación, este Neo cansado, con pinta abatida de antigua leyenda del porno, que en cualquier momento podría ponerse a cantar el Wise Up de Aimee Mann, embriagado de amor por la Tiffany/Trinity de Carrie-Anne Moss, y que podría montar una escabechina en una bolera con esa estampa pynchoniana, ha sido bautizado en la película que cierra la rebelión contra las máquinas como Thomas Anderson. Sin la P de Paul no llueven ranas, pero las casualidades alumbran bellas sombras en la caverna.

Fotograma de 'Boogie Nights'
Fotograma de 'Boogie Nights'
Cinemanía

3 PTA. Habíamos ido a ver Boogie Nights con la excusa del porno, y nos gustó tanto que se nos olvidó a qué fuimos. Eso sí, estuvimos varias tardes aprendiendo a patinar por si conocíamos a Rollergirl. Magnolia, de 1999 como Matrix, se estrenó en España en la temporada de Oscar, ya en 2000. Como el resto de películas de Paul Thomas Anderson, ya fuimos a verla a conciencia. Y salimos mirando al cielo, por si caían ranas. Casi nos pusimos a cantar, como Jason Robards y el resto de personajes, pero esos detalles, junto a la pelirrojísima Julianne Moore y el orador machista de Tom Cruise, marcaron el audiovisual del futuro, como lo hizo Matrix con su estética, su trascendencia bon marché y su tiempo bala. Magnolia, Matrix... ¿Píldora roja o píldora azul?

P.D. Cinco películas me marcaron este 2021, además de nuestras 30 joyas del año: La Gomera (Porumboiu), Jungle Cruise (Collet-Serra), Sis dies corrents (Neus Ballús), La crónica francesa (Wes Anderson) y Libreros de Nueva York (D.W. Young). La píldora roja y la píldora azul. ¡Feliz 2022!

¿Quieres recibir todos los viernes en tu correo las mejores recomendaciones de cine y series? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento