El viaje vital entre expectativas y realidad puede ser tan penoso, que la reacción humana ante tamaña decepción sea difícilmente explicable. Es ahí cuando tendemos a simplificar y reducirlo todo a calificativos: Stella Goldschlag era un monstruo. Kilian Riedhof, en su tercer largometraje para el cine tras No tendréis mi odio y Vivir sin parar, quiere huir de reduccionismos y, al meterse en semejante lío, busca soluciones para hacer comprensible el ritmo en la conducta y la evolución de su personaje, una mujer judía que delató a otros judíos en el Berlín de la II Guerra Mundial.
Stella. Víctima y culpable, con ese título español subrayado por si nos despistamos, no justifica ese comportamiento inhumano, pero trata de explicarlo. La tarea es compleja, no es fácil comprender la raíz de la naturaleza del mal en un drama de corte más convencional que clásico con golpes de cámara interesantes, pero a veces basta el rostro de Paula Beer (Frantz, La sombra del pasado), y esa luz que centellea en sus ojos cuando suenan unos acordes de jazz, para que la película cumpla. Las escenas de la supervivencia de Stella en la Alemania nazi forman un caleidoscopio de horrores a los que se llega tras errores humanos, demasiado humanos.
FICHA TÉCNICA
-
Director:
Kilian Riedhof
-
Género:
Drama
-
País:
Alemania
-
Sinopsis:
Stella crece en Berlín durante el régimen nazi. Sueña con ser cantante de jazz, a pesar de las medidas represivas que le obligan a esconderse con su familia durante la II Guerra Mundial. Su vida comienza a cambiar en ese momento, cuando se convierte en informante de la Gestapo.
-
Guion: Marc Blöbaum, Jan Braren, Kilian Riedhof
Reparto: Paula Beer, Bekim Latifi, Damian Hardung
Duración: 120 min.
Veredicto: Horror y supervivencia entre notas de jazz en la Alemania nazi.
Distribuidora: Twelve
Estreno: 15/3/2024
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Comentarios