Crítica de 'West Side Story'

“Ha PERDIDO LA CABEZA”, pensó Tony Kushner, con quien escribió Munich y Lincoln, cuando Steven Spielberg le pidió que le ayudase a adaptar el guion de una nueva versión de West Side Story. Y todos los demás pensamos lo mismo. ¿Por qué? ¿Hay necesidad? La respuesta está en el propio Spielberg, que, desde que pasó la prueba de John Ford y aprendió a colocar el horizonte en los planos, estaba obsesionado con dirigir un musical.

La sombra de la obra maestra de Robert Wise y Jerome Robbins es eterna, así que, detente bala, lo que hizo Spielberg es ponerse él delante: el cineasta justifica su osadía con su propia obsesión, cuando a los 10 años su madre le regaló el disco del musical de Broadway, por las míticas canciones con música de Leonard Bernstein y letra de Stephen Sondheim. Por ahí, Spielberg, sabedor de su impronta en el cine moderno, vuelve a conseguir que lo importante sean él y su regreso a su infancia, haciendo hincapié en que adapta el show teatral de 1957 (que nunca veremos) y la obra escrita por Arthur Laurents. 

La revelación íntima parece un cuentito mercadotécnico, y más cuando la fotografía cálida de Janusz Kaminski, en su 19º filme junto a Spielberg, busca empatizar con el despliegue Technicolor del maestro Daniel L. Fapp (La gran evasión; Uno, dos tres). Sin embargo, ese sello personal es tan habitual en el director de E.T. y La guerra de los mundos (el otro remake de su carrera), que resulta coherente. Sesenta años después no hay intro musical de líneas y colores (aquel sencillo prodigio de 1961) ni efectos difuminados o luces oníricas. Spielberg ha buscado hacer una película más clásica (y unos minutos más larga, y sin descanso) formalmente que el propio clásico (que en su día fue una revolución). Y en ese gesto evidencia su homenaje al original.

Disney

La segunda justificación del proyecto estriba en la actualización del conflicto tras el romance de María y Tony a la sensibilidad actual. Pero también ahí lo que parece una dulcificación biempensante y artera del largo original, es en realidad una manera de buscar relevancia. Opina Spielberg que el choque social está hoy más vigente que entonces, que somos una sociedad más dividida. Y junto a la supresión de los gorgoritos de Natalie Wood para sonar al gusto de 2021, el Rey Midas ha decidido quitarle el maquillaje al primer West Side Story. 

Con la gentrificación de San Juan Hill, el barrio puertorriqueño de NY donde sucede la acción, y donde en 1962 se levantó el Lincoln Center a base de tirar edificios, la perspectiva histórica busca las causas del racismo y toma partido por los latinos. La mirada ya no es a los Jets, cuyo líder es un villano puro, sino a los Sharks y a la familia de Bernardo (Chino pinta mucho más). La presencia de Rita Moreno va en esa línea. Viuda de Doc, afronta el intento de violación de Anita con arrestos frente a aquel “Hacéis de este mundo una basura” al que la manada respondía: “No lo hemos hecho nosotros”.

Apoyado, junto a un reparto creíble, en los solventes Rachel Zegler y Ansel Elgort (el momento en que se conocen es complejo, pero menos romántico), Spielberg logra algo que parecía imposible: con una merecida pedorreta a los escépticos, su adaptación acaba pareciendo justificada. Queda, por supuesto, la sensación de que con esos mimbres hasta un teatro de marionetas habría conseguido emocionarnos. El horizonte de Bernstein y Sondheim queda siempre perfecto en el plano.

FICHA TÉCNICA

West Side Story

• Director:

  Steven Spielberg

• Género:

  Musical

• País:

  EE UU

• Sinopsis:

  Tony y María son dos jóvenes que se enamoran en la Nueva York de los años 50. Sin embargo, cada uno pertenece a bandas callejeras rivales, los Jets y los Sharks, quienes no pondrán fácil la relación entre él y ella.

• Guion: Tony Kushner

• Duración: 156 min.

• Reparto: Rachel Zegler, Ansel Elgort, David Alvarez, Ariana DeBose, Rita Moreno, Josh Andrés Rivera, Corey Stoll

• Veredicto: Más clásico que el clásico (de 1961): Spielberg homenajea al mito.

• Distribuidora: Disney

• Estreno: 22/10/2021