Cuatro recomendaciones en SkyShowtime , Netflix, HBO Max y Filmin

Rian Johnson y Natasha Lyonne, el tándem perfecto

Poker Face, en SkyShowtime

Cinemanía

Rian Johnson, realizador de Puñales por la espalda, dirige a Natasha Lyonne, protagonista de Muñeca Rusa, en Poker Face. Ya solo esta frase debería de convenceros, queridos lectores, de que estamos ante una de las series de este 2023. Y no lo digo solo yo, sino también la retahíla de críticas estupendas que ha recibido la serie desde su lanzamiento en EE. UU. a principios de año. Ahora, por fin, llega a SkyShowtime España. 

Natasha Lyonne es Charlie en Poker Face, una camarera de casino con un talento infalible para descubrir si alguien está mintiendo o no. Ese talento oculto le servirá para resolver asesinatos y así, entre el estilo de Colombo y el de Se ha escrito un crimen, nuestra protagonista irá de casa en caso, de crimen en crimen, resolviendo cual Miss Marple deslenguada y contemporánea los misterios más rocambolescos que se le pongan por delante. Atención al cast de estrellas invitadas. Adrien Brody, Chloë Sevigny, Tim Blake Nelson, Joseph Gordon-Levitt, Clea DuVall...

Pinochet es un vampiro

El conde, en Netflix

Netflix

El lunes pasado se conmemoraba el 50º aniversario del Golpe de Estado en Chile, que derrocó el gobierno democrático liderado por Salvador Allende e impuso una larga y opresiva dictadura bajo el mandato de Augusto Pinochet. Y coincidiendo con la efeméride, Pablo Larraín ha presentado su peculiar visión del militar y ex dictador, transmutado en un vampiro en su nueva película, El conde. 

Entre la sátira y el terror gore, El conde se alzó hace apenas unas semanas con el galardón al Mejor guion en la Mostra de Venecia. Jaime Vadell interpreta al monstruo y dictador, que en la obra de Larraín se encuentra hastiado de la existencia y de su descendencia, preocupada por el patrimonio inmueble que su progenitor ha ido acumulando y que ahora ha de repartirse. El blanco y negro con la que está filmada es sin duda herencia del expresionismo vampírico de Murnau, pero la película es, asegura Larraín, una comedia negra salpicada en sangre y mala baba. 

Una de las mejores series españolas recientes

Patria, en HBO Max

HBO Max

Transcurrieron varios años desde la primera lectura, se vendieron millones de ejemplares y pasamos una pandemia hasta que vimos por fin en septiembre de 2020 la adaptación de Patria, la novela de Fernando Aramburu, a manos de Aitor Gabilondo para HBO España. Es cierto que apenas han pasado tres años desde su lanzamiento, pero Patria es sin duda una de las grandes series de la ficción televisiva española. 

Bittori (Elena Irureta) y Miren (Ane Gabarain) son dos madres y amigas, casi hermanas, cuya relación se quiebra a causa del torbellino político y de la violencia que marcó Euskadi desde los años 70 hasta 2011, año en que ETA decide anunciar el cese definitivo de la actividad armada. Es en ese año cuando la serie para conducirnos al terrible punto de inflexión que separará para siempre a las protagonistas. Con tanto daño y tanto dolor arraigado, ¿es posible el perdón?  

Al final de la escapada (masculina)

Maridos, en Filmin

Columbia Pictures

Según mi amigo Alejandro G. Calvo, Maridos, de John Cassavetes, es una película que tienes que ver a los 40 años. Ni antes ni después. Yo la vi con 20 años en uno de esos ciclos de reposiciones que hacían en los Cines Maldà de Barcelona y hoy, cuando han pasado más de veinte años, todavía no me he recuperado. Es, además, una de mis películas favoritas. 

Tras un par de filmes desafortunados en los primeros 60, Cassavetes sólo regresó a Hollywood como director con Maridos, para la Columbia. Nació al calor del éxito de Faces (y también para pagar las facturas pendientes de ese rodaje) y, si en un principio el realizador tenía en la cabeza a Anthony Quinn y Lee Marvin, nadie se imagina ahora este intenso filme sin Peter Falk ni Ben Gazzara. 

Ambos y el propio Cassavetes encarnan a tres amigos, Archie, Harry y Gus, que han perdido a un cuarto. De hecho, la película se abre con un entierro. A partir de allí asistimos a la deriva emocional y geográfica del trío protagonista: de los bares de Port Washington se dejan caer por Nueva York y de allí acaban en Londres. Cassavetes no pudo definirla mejor: "Maridos retrata al hombre americano sin camuflaje". Huida hacia delante, mucho alcohol y testosterona en crisis. Sin final en la escapada.

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