Cuatro recomendaciones en Netflix, Prime Video, Filmin y Movistar Plus+

La comedia romántica de Alauda Ruiz de Azúa

Eres tú, en Netflix

Netflix

Se unían en este estreno dos debilidades mías. Una (mía y de media España) es la directora Alauda Ruiz de Azúa que acaba de deleitarnos con su maravillosa ópera prima Cinco lobitos y ahora nos sorprende en este registro totalmente distinto pero en el que demuestra una vez más su pulso dirigiendo.

Mi otra debilidad son los guionistas de la película, Adolfo Valor y Cristobal Garrido, de cuyos libretos soy fan declarada desde la fantástica (a todos los niveles) Promoción fantasma. Pues en Eres tú vuelven a demostrar que son capaces de manejarse en los códigos de la comedia romántica americana pero trasladando (y bien) las historias aquí. Gracias, chicos, por la secuencia en la fiesta de editores y ese Vampiros en Mauthausen. O el chiste de las uñas encarnadas.

Eres tú es la historia de Javier (Álvaro Cervantes), un editor en horas bajas que puede ver el futuro que le espera con una chica solo con darle un beso. Esto le va a dar problemas, en general. Y también en particular, con Lucía (Silvia Alonso), la novia de su mejor amigo, y con esa chica locatis a la que interpreta Susana Abaitua.

La serie que me tiene encandilada

Call My Agent, en Movistar Plus+

Movistar Plus+

¿Una serie sobre representantes de actores? Cada vez que me la recomendaban mi respuesta era: “No, gracias, con los de la realidad tengo suficiente”. Tuvo que venir mi padre a recomendarme Call My Agent para que le diese una oportunidad. La merece.

Call My Agent es una comedia muy tierna que cuenta el día a día de una agencia de representantes en Francia. Es imposible que no te encariñes con sus personajes, esos representantes que se pasan la vida resolviendo los marrones de sus actores.

¡Y qué actores y actrices! Juliette Binoche, Isabelle Huppert, Cécile de France o Monica Bellucci se interpretan a sí mismas en esta comedia de enredos que es al mismo tiempo el perfecto anuncio del cine francés que aquí, con nuestra cinematografía, seríamos incapaces de hacer. Ah, pero la verdadera estrella de la serie es Jean Gabin. Cuando la veas, lo entenderás.

Querrás haber sido estrella del rock en los 70

Todos quieren a Daisy Jones, en Prime Video

Prime Video

Si te gustaba Casi famosos hasta el punto de que soñabas con ser reportero de la versión española de la Rolling Stone, esta serie es para ti. La nueva apuesta de Prime Video Todos quieren a Daisy Jones cuenta las andanzas de una banda de música en la escena de los Los Ángeles de los 70.

Riley Keough y Sam Claflin (que hace un papelón, cambiando su acento británico por el acento americano) encabezan esta banda inspirada en Jefferson Airplane, entre excesos y temazos míticos de esa década.

Vas a querer (aún más) a Karra Elejalde

Vasil, en Filmin

Cinemanía

Qué gran presentación de personaje. Incluso de película. Karra Elejalde en la cama, a oscuras, hablando por el móvil con su hija. Se excusa porque no puede ir a comer con ella como todos los miércoles. ¿La razón? Tiene que acompañar a una persona a Servicios Sociales. Es una persona que está viviendo con él. Es búlgaro. Se llama Vasil.

La economía narrativa de Avelina Prat, script de numerosas títulos del cine español, logra que en un plano, en una escena, hayamos mapeado el territorio de su película. Estamos ante la historia de un inmigrante, cocinero caído en desgracia a pesar de haber sido una eminencia del ajedrez y el bridge. Y también ante una historia sobre la red de cuidados y atenciones que se tejen a su alrededor para que no vuelva a dormir en la calle.

Una oportunidad esta que Prat aprovecha para desplegar su talento escribiendo a los personajes de su película. Están tan bien escritos los personajes de Vasil que llega un momento en el que no sabes quiénes son los protagonistas y quiénes los secundarios.

Nos referimos a Alfredo (un entrañable Karra Elejalde) y Vasil (Iván Barnev) hombres solos unidos por las circunstancias y su pasión por el ajedrez por correspondencia. Pero también la hija de Alfredo (genial Alexandra Jiménez), una traductora y bibliófila (¡más personajes así, por favor!) que atesora, cuida y alimenta cada una de las escasas muestras de interés de su padre.

De la misma manera, un cocinero griego obsesionado con la musaka con berenjena y esas señoras del bridge tan estiradas (“qué de caspa”) enriquecen esta historia que, en esencia y con grandes dosis de humor, una banda sonora de vientos que muta según el estado de ánimo, una puesta en escena sencilla pero cuidada y un incuestionable amor por los detalles, habla de lo mejor del ser humano.

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