"It's the end of the world as we know it"
Dejar el mundo atrás, en Netflix
El año 2020 fue sin duda extraño para cualquier publicación de ciencia-ficción apocalíptica, pero la novela de Rumaan Alam Leave the World Behind hizo cierta fortuna gracias a una historia cuyo valor residía en lo que callaba, paradójicamente. Ese libro se convirtió en uno de los favoritos de Barack Obama, quien, por su parte, ha ejercido de productor y asesor de su adaptación cinematográfica, Dejar el mundo atrás, a cargo de Sam Esmail (Mr. Robot).
Esmail contaba que Obama le había ayudado a reducir el pesimismo en su versión de la novela de Alam, y miedo da ese primer borrador del texto, porque su película, ciertamente, no deja demasiado a la imaginación. En esta versión de la historia, Julia Roberts y Ethan Hawke interpretan a Amanda y Clay Sandford, un matrimonio burgués neoyorquino de descanso en un apartamento en la costa cuando se desata el colapso global. En ese momento, un hombre (Mahershala Ali) y su hija (Myha'la) aparecen en la puerta, diciendo que esa es su casa y que si pueden quedarse ahí esa noche.
Lo que sucederá a continuación no te sorprenderá demasiado: racismo, división de clases, teorías de la conspiración y cualquier ítem disfuncional que subraye lo ídem del Estados Unidos actual, tan o más dividido que la sobremesa de cualquier familia en época navideña. Así pues, y pese a su obviedad, los motivos son más suficientes para que nuestra especie merezca la extinción final. Si es junto a Roberts, Hawke y Ali, hasta parece un buen plan.
El magnicidio que precipitó el final del franquismo
Matar al presidente, en Movistar Plus+
El próximo 20 de diciembre se cumplirán 50 años del atentado terrorista que acabó con la vida del presidente del gobierno franquista Luis Carrero Blanco, y que supuso el principio del final de la dictadura de Franco. Pese a la relevancia histórica de un acontecimiento tal, el atentado todavía sigue siendo fruto de especulaciones y teorías de la conspiración, recogidas ahora en la docuserie Matar al presidente, producida por 100 Balas y dirigida por Eulogio Romero.
Con una puesta en escena de impacto que por momentos linda con lo sensacionalista, Matar al presidente ha reunido a un notable número de periodistas, testimonios, víctimas, exmiembros de ETA, exespías del CESID, y hasta agentes infiltrados en ETA como Mikel Lejarza, 'El Lobo'. Buena parte de ellos coinciden en algunas de las tesis del documental, como que todo el mundo quería a Carrero Blanco fuera de juego, mientras que otros apuntan a la cacareada teoría de que la CIA estuvo detrás del atentado. A la postre, se exponen muchas ideas, quizá demasiadas, resumidas en una reflexión necesaria: que se haga público de una vez el sumario de la investigación.
El rey de la comedia americana
La vida de Albert Brooks, en HBO Max
Conocí a Albert Brooks con El cielo próximamente (1991), cuando empecé a ver por mi cuenta todas las películas que se estrenaban en las salas de cine de Barcelona y reconozco que desde entonces le he tenido un cariño especial. Después de ver el bonito documental que Rob Reiner (otro director que está ligado a mi formación cinéfila) le dedica al que es su amigo desde hace ¡60 años! me he dado cuenta de que no soy la única persona de este mundo que aprecia a este singular actor de comedia y director de cine.
Por La vida de Albert Brooks desfilan amigos y compañeros, de Larry David a Ben Stiller, Sarah Silverman, Jon Stewart, Steven Spielberg, David Letterman, Judd Apatow, Jonah Hill, Sharon Stone, Tiffany Haddish, Alana Haim... y, claro, un Reiner entrañable y feliz de seguir compartiendo proyectos con uno de sus mejores amigos. Más que los elogios, lo mejor del documental son las numerosas anécdotas y el cariño con que cada uno de los entrevistados recuerda los mejores gags de Brooks. Por supuesto, los orígenes de su carrera son los más chispeantes, pero un actor que ha sabido reciclarse en villano para Nicolas Winding-Refn con Drive está, claro, más allá del bien y del mal.
Pornografía y 'deepfake'
Another Body, en Filmin
La mayor amenaza del 'deepfake' la sufren las mujeres y es la pornografía. Así de contundente se explica en el documental Another body, de Sophie Compton y Reuben Hamlyn, que cuenta la historia de una chica a la que le suplantaron su rostro para 'pegarlo' en el cuerpo de una actriz porno mediante esta aplicación desarrollada mediante IA.
Por desgracia, no hace falta escarbar demasiado en internet para dar con páginas de pornografía que alojan vídeos porno de 'deepfakes' de actrices famosas como Scarlett Johansson. Pero Another Body aborda esta terrible aplicación de la IA partiendo del caso de una estudiante anónima, víctima de la malicia de un hombre que decidió que era una buena idea apropiarse de la imagen de la chica para echarse unas risas, vengarse y ganar dinero.
Mediante una puesta en escena algo bruta, que también utiliza el 'deepfake' para anonimizar a sus protagonistas y otros recursos del denominado 'forensic cinema', Compton y Hamlyn se adentran en el lado oscuro de la IA y de internet para explorar la impunidad con la que operan quienes usan estas tecnologías con el objetivo de denigrar a las mujeres. Es una historia de terror propia de Black Mirror, pero que sucede más veces de lo que imaginamos, como pudimos constatar con el reciente caso en Extremadura que afectó a una veintena de niñas de apenas doce años de edad.
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