Regresan los pollos fugitivos
Chicken Run: Amanecer de los nuggets, en Netflix
La noticia saltó hace unas semanas: el estudio de animación Aardman estaba teniendo problemas para abastecerse de plastilina, la materia prima con que forjan ese encantador cine de animación en stop-motion marca de la casa. Se creó tal alarma que la propia compañía tuvo que emitir un comunicado aclarando que, por ahora, van a poder continuar trabajando, y solo podemos felicitarnos de poder seguir disfrutando, por el momento, de sus historias.
Esta semana llega a Netflix una nueva propuesta, Chicken Run: Amanecer de los nuggets, secuela de Chicken Run: Evasión en la granja, 'masterpiece' del año 2000 que situó en primer plano a la compañía creada por Peter Lord y David Sproxton y que nos hizo volver a querer manipular esa arcilla plastificada de colorines con la que jugábamos en nuestra infancia.
Para quienes se lo estén preguntando, sí, esta segunda parte de nuevo nos hace soñar con ese material gracias a la alucinante expresividad de sus personajes, unas gallinas parlanchinas y valientes que volverán a hacer de la fuga todo un arte. Si en la primera película los referentes eran La gran evasión o La leyenda del indomable, ahora es el thriller y la saga Misión: Imposible las influencias de estas aves armadas y peligrosas.
El fenómeno rosa
Barbie, en HBO Max
Si alguien se quedó sin ver Barbie en salas de cine, el fenómeno rosa de Greta Gerwig y Margot Robbie llega ahora a HBO Max para reventar las cifras de visionado de la plataforma de la misma manera que la cinta batió récords en la taquilla mundial a lo largo del pasado verano.
¿Dominará la Navidad el color rosa? ¿Veremos a Santa Claus en modo #Barbiecore? Solo podemos señalar por ahora que la ola rosa todavía está lejos de remitir. A las nominaciones en los Globos de Oro y los Critics' Choice se suma la reciente noticia de que Gerwig presidirá el jurado del próximo Festival de Cannes, ni más ni menos.
Si algo echamos de menos, no obstante, del aterrizaje de Barbie en la plataforma es que todavía no hay noticias en el horizonte de la llegada de su gran rival: Oppenheimer. Quizá los estudios ya han tenido suficiente con el duelo en las salas de cien y hayan pensado que generar tensión extra en las sobremesas navideñas es ya pasarse un poco...
La familia que trafica armas unida, permanece unida
Los Farad, en Prime Video
La novela El traficante, de David López Canales, sirvió de inspiración para que Alejandro Hernández y Mariano Barroso pusieran en marcha el proyecto de Los Farad, la ambiciosa apuesta de Prime Video para estas fiestas a la que no le faltan lujos, excesos ni excentricidades. No en vano todo ocurre en la Marbella de los años 80, cuando el dinero entraba a espuertas en la Costa del Sol y el desenfreno era el pan de cada día.
Pero Los Farad no es una serie sobre la jet set, sino sobre una familia de traficantes de armas vista a través de Óskar (Miguel Herrán), un monitor de aeróbic que sueña con montar un gimnasio hasta que conoce a Sara Farad (Susana Abaitua) y termina adentrándose en este inesperado y peligroso oficio. “Queremos transmitir esa mirada un poco irónica de la gente que se ve metida en esta dinámica y, sobre todo, contarlo a través de los ojos del personaje de Óskar. Contar la Guerra Fría desde los ojos de un chico de Aluche", explicaba Barroso en las páginas del último número de diciembre de Cinemanía. Ocho episodios de alto voltaje que que le dan la vuelta a la ficción española.
El templo del vídeo doméstico
El videoclub de Kim, en Filmin
Si viajabas a Nueva York y lo tuyo era el cine, el peregrinaje a Kim's Video era obligado,: era la tienda de video doméstico más mítica no solo de la Gran Manzana, sino del mundo entero. Yo tuve la suerte de poder pisar su suelo y tocar sus estanterías antes de que cerrara sus puertas en septiembre de 2008 y ahí me compré mi primera película de Marco Bellocchio, una versión Criterion de Las manos en los bolsillos. Lo que pasó con todas las cintas que no encontraron propietario te sorprenderá.
Eso es lo que cuenta este documental de Ashley Sabin, basado en un reportaje de 2012 de The New York Times, y que relata el increíble periplo de 55.000 cintas de VHS que acabaron en un pueblo de Sicilia. Toda una aventura de búsqueda del tesoro que hará las delicias de los nostálgicos del formato físico y de cualquiera que se ha visto en la tesitura de abandonar sus adquisiciones cuando los cambios tecnológicos han impuesto nuevos formatos y otras maneras de disfrutar de la cultura.
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