España realiza con éxito la primera operación de cerebro sin abrir el cráneo

  • Es la tercera operación de estas características que se realiza en el mundo.
  • La paciente tiene 66 años y sufría temblores desde los 25, que la incapacitaron, incluso, para coger un vaso de agua.
  • Los neurocirujanos le colocaron un casco con un generador de ultrasonidos, que activaron mientras veían su cerebro gracias a una resonancia.
Fabiola saluda feliz en la sala donde le han practicado una intervención cerebral sin abrirle el cráneo para acabar con los temblores sensibles que sufría desde hacía 41 años.
Fabiola saluda feliz en la sala donde le han practicado una intervención cerebral sin abrirle el cráneo para acabar con los temblores sensibles que sufría desde hacía 41 años.
CENTRO MÉDICO ALOMAR
Fabiola saluda feliz en la sala donde le han practicado una intervención cerebral sin abrirle el cráneo para acabar con los temblores sensibles que sufría desde hacía 41 años.

Por primera vez en España se ha llevado a cabo una intervención de cerebro a una paciente sin abrir el cráneo, mediante ultrasonidos de alta intensidad focalizados y guiados por resonancia magnética de 3 Teslas, el equipo con mayor potencia para el estudio morfológico del cuerpo humano.

Es la tercera operación de estas características que se realiza en el mundo, después de practicarse a varios pacientes en Estados Unidos y Suiza de forma experimental, informa a Efe el neurocirujano que ha dirigido la intervención Jordi Rumià, miembro del equipo Resofus Alomar en Barcelona.

La paciente que fue sometida a este proceso el pasado 3 de marzo sufría un temblor esencial -un desorden neurológico complejo y progresivo- y ha evolucionado de forma "altamente satisfactoria" durante los últimos 45 días, lo que muestra su eficacia para los síntomas del párkinson y abre una puerta a la esperanza para el alzhéimer, la epilepsia, tumores cerebrales y accidentes vasculares.

Cuarenta años de temblores

Rumià, miembro también del Hospital Clínic de Barcelona y del Sant Joan de Déu, ha explicado que la paciente, Fabiola, estaba afectada por una patología congénita que dio sus primeros síntomas cuando tenía 25 años y que desembocó en un temblor esencial en sus brazos y manos. A sus 66 años, esta mujer estaba totalmente incapacitada. No era capaz de sostener un vaso de agua, de dar la mano, ni de escribir su nombre.

Enfermera de profesión, tuvo que abandonar su carrera al observar que ya no servía ni para punzar a los pacientes, lo que la sumió en una "grave depresión" y en "un estado sin salida", como ella misma confiesa en declaraciones a Efe. La medicación que había tomado a lo largo de su vida cada vez daba menos resultados y la única opción que le quedaba era la de someterse a una agresiva intervención cerebral: la inserción de una sonda a través del cráneo y el cerebro para llegar al tejido dañado.

Tratamiento de dos horas y media

Sin embargo, cuando se le ofreció la posibilidad de someterse a esta nueva técnica no invasiva decidió arriesgarse. Todo empezó con la realización de un test de dibujo: Fabiola no podía seguir correctamente el camino marcado de forma que sólo se observaban borrones y trazos aleatorios.

Tras una preparación exhaustiva en donde se le rapó la cabeza, se procedió a colocarle un "casco": el generador de ultrasonidos que se focalizarían en el área adecuada. Una vez asegurados los sensores y utensilios, fue acomodada en una Resonancia Magnética de 3 Teslas y empezó el proceso dirigido por el doctor Rumià, asistido por su equipo, del que forma parte la doctora especialista en Radiología Núria Bargalló.

Hasta ahora, explica el experto, para tratar a los pacientes con temblor esencial se disponía solamente de alternativas quirúrgicas como la estimulación cerebral profunda, que consiste en introducir unos electrodos en el cerebro para frenar el temblor mediante impulsos eléctricos, y la ablación mediante sonda del área afectada. "Esto suponía, en todos los casos, la apertura craneal con todos los riesgos que este acto quirúrgico conlleva", explica. "A Fabiola le hemos practicado una talatotomía, es decir, una actuación en su tálamo pero mediante ultrasonidos focalizados y guiados mediante una resonancia magnética que nos permite no abrir su cráneo y no emplear ninguna prótesis", señala.

Mientras la paciente está postrada, el cuerpo facultativo observa "en vivo y directo" el interior de su cerebro y acota el área a abordar con los ultrasonidos. Los especialistas interactúan con la paciente que permanece despierta y que va rellenando las diferentes pruebas de dibujo que cada vez van siendo más precisas. Tras dos horas y media de intervención, Fabiola logró completar sin alteraciones el test, lo que reveló que su curación había culminado con éxito.

Después de descansar unos instantes, se le pidió que levantara el brazo derecho, acto que realizó de forma segura y carente de temblor. "Resultó un momento increíble para todos los presentes, la paciente rompió a llorar de la emoción que le suponía haberse recuperado de un temblor que le acompañaba hacía varias décadas y que la imposibilitaba", comenta el director de Resofus, Toni Alomar.

"Cuando escriba es cuando ya creeré que me habéis hecho algo", apuntó desconfiadamente Fabiola, quien en ese instante pidió una hoja de papel y un lápiz y logró rubricar con firmeza su nombre y apellidos. Fue entonces cuando asimiló que estaba estrenando una nueva vida.

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