Mesa y mantel en Extremadura: del pimentón a la cerezas, pasando por el jamón ibérico

  • Extremadura es una de las regiones españolas más ricas en hogos y setas.
  • De las dehesas nace el tesoro que es el jamón ibérico.
  • Merecida fama la de sus quesos: de la Serena y del Casar.
El espectáculo de los cerezos en flor.
El espectáculo de los cerezos en flor.
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El espectáculo de los cerezos en flor.

Extremadura posee una despensa variada y de calidad. Con ella se practica una cocina natural y austera, pero sabrosa y personal. De dar un repaso a esa despensa se trata.

Empezamos por un elemento que ayuda a los demás: el pimentón. En los pueblos de la Vera se produce el afamado pimentón de la Vera. El "oro rojo" procede de los pimientos que se cultivan en esta zona dotada de un microclima especial. Nace así un condimento indispensable en toda la gastronomía nacional.

Extremadura es una de las regiones españolas más ricas en hogos y setas. Desde el boletus edulis a la amanita cesarea, pasando por los níscalos, setas de cardo y champiñones silvestres. Con ellos se prepara un plato que llaman "criadillas de tierra", con un delicado aroma y sabor similar a la trufa blanca.

De la huerta, los afamados cardillos silvestres que se preparan en tortillas, guisados en caldereta o rehogados con ajo y pimientos.

Y cuando llega el frío, aún saben mejor sus carnes, ya sea en cocido, asado, a la parrilla, en escabeche o estofado. Brillan las de vacuno –criado en la dehesa– y los platos de caza. Toda la región es rica en caza mayor y menor. Venado y jabalí de la primera; y conejo, perdiz, liebre, paloma, codorniz o tórtolas, de la segunda.

Mención aparte merecen las carnes del cerdo ibérico de las dehesas. Son un tesoro todos los derivados procedentes del cerdo ibérico –alimentado de bellota y hierba de la dehesa extremeña–. El jamón ibérico es el rey indiscutible. Pero deliciosos también los chorizos, lomos, tocinos o morcillas.

Ganan protagonismo y fama los quesos de Extremadura. Quesos derivados de la leche de oveja que se producen en la Serena, y en la zona del Casar. Intensos y cremosos, resultan idóneos para degustarlos en solitario con un poco de pan de la tierra.

Para postre, otro clásico ya de la despensa extremeña: las cerezas del Jerte. De pulpa roja y dulce, las cerezas se recogen en verano, tras el lujo para los sentidos que es su floración en primavera, todo un acontecimiento.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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