Caranco, pasión por la estética

Mañana, las velas eliminarán toda pista olfativa sobre lo sucedido aquí durante la noche. A salvo, por tanto, las telas de Gastón y Daniela de los años 60, el tapiz del siglo XVII, la manta suiza que viajó en la cubierta de cierto trasatlántico, el espejo inglés del fondo, el isabelino ahumado, los cartelillos de publicidad de los años 40, los muebles de cortijo, y la mesa francesa comprada para esta cena. Joaquín Forte y Félix Márquez decidieron que hay que cumplir los sueños.