Cenas clandestinas, nocturnidad y alevosía

Convocados por un WhatsApp, diez desconocidos acuden a cenar a un anticuario ubicado en el Rastro madrileño. Entre candelabros de plata y sedas del siglo pasado, el chef Joaquín Serrano dispone el menú y los anfitriones sirven vino e historias. Miguel Herrero, alma mater del Club Foodie “Nunca comas solo”, es el culpable. Nos colamos en una cena clandestina.