'Resident Evil Village', el terror sí tiene forma... y muy buen gusto en el vestir

En los últimos meses, muchos se habrán topado con la imagen de una inquietante dama de unos tres metros de altura ataviada con vestido de principios del siglo XX y pamela. Se trata de la ya icónica Lady Dimitrescu, uno de los espeluznantes personajes de Resident Evil Village, octavo capítulo de la línea principal de esta clásica saga de terror, aunque enésimo videojuego de la franquicia, que en este 2021 celebra su 25 aniversario.

El cumpleaños, como no podía ser de otro modo, se celebra entre criaturas monstruosas, parajes inquietantes y delicioso terror jugable. Resident Evil Village toma el testigo de la séptima entrega, con una perspectiva en primera persona y una atmósfera de amenaza constante que dan como resultado una experiencia inmersiva que convierte al jugador en protagonista de un filme de miedo.

Eso sí, esta vez hay más armas, más munición y más posibilidades de gestión de inventario, por lo que la sensación de vulnerabilidad e indefensión es menor que en el capítulo previo y se rebaja así un poco la tensión del estremecedor RE7. El juego sigue poniendo los pelos de punta en muchos momentos, pero quizás ahora se atrevan a darle una intentona los jugadores más impresionables.

El argumento también es una continuación directa de la historia de Ethan Winters, que vuelve a ser el protagonista. En esta ocasión, cuando las pesadillas del pasado parecían ya superadas, la aparición de un viejo conocido de la saga, Chris Redfield, obliga a Winters a viajar a un remoto pueblo de Rumanía. Ese es el escenario en el que se desarrolla una aventura repleta de variadas y originales situaciones en las que se mezclan acción, pequeños rompecabezas y desarrollo de la trama.

Uno de los grandes atractivos del juego es, de hecho, la exploración de dicha aldea: recorrer sus calles y edificios, encontrar zonas secretas, moverse sigilosamente para conseguir un suculento tesoro, hallar la forma de derrotar a manadas de licántropos... y huir, huir como si nos fuera la vida de Ethan en ello, de la peligrosa y elegante vampira que, del mismo modo que otras gigantescas criaturas de otros Resident Evil, persigue incansablemente al jugador, dando no pocos sobresaltos y acelerando el corazón de aquellos con poca sangre fría.

La crítica internacional parece coincidir, de forma casi unánime, en que este Village es menos desafiante que su predecesor, se trata de un reto más sencillo (al menos en su dificultad predeterminada), pero al mismo tiempo todos se deshacen en halagos hacia su desarrollo narrativo, sus inteligentes y divertidas mecánicas y su ambiciosa puesta en escena, que si bien no explota aún las capacidades de las nuevas consolas, destila arte y belleza, sobre todo en su vistoso uso de la luz (y la oscuridad).

El juego, que acaba de ver la luz en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series, Xbox One, PC y Stadia, recupera además el clásico modo Mercenarios, que plantea retos contrarreloj y alarga la vida del título. Tan solo se echa en falta la compatibilidad con las gafas PS VR... para poder admirar la elegancia de Lady Dimitrescu en toda su altura.

25 años de miedo: la evolución de 'Resident Evil'

Una mansión llena de zombis: En 1996, Capcom lanzó en PlayStation Resident Evil, una aventura de investigación, puzles y muertos vivientes. En los años siguientes, RE2, RE3 y RE Code: Veronica mantuvieron ese estilo ‘lento’ con planos fijos muy de cine.

Todo se resuelve a tiros: Resident Evil 4 (2005) supuso un punto de inflexión en la saga. Aparte del evidente salto gráfico, la exploración pausada dejó paso a una dinámica más de acción –correr, saltar, disparar...– que se mantuvo en RE5 y RE6.

Aquí hemos venido a sufrir: Aunque siempre ha habido sustos, no fue hasta Resident Evil 7 (2017) cuando la saga se sumergió de lleno en el terror. La experiencia de supervivencia en primera persona es acongojante, y con gafas VR, indescriptible.

Nostalgia, chapa y pintura: Aprovechando la evolución tecnológica, en 2002 vio la luz el remake del RE original. Los toscos polígonos fueron sustituidos por preciosos modelados. Recientemente han visto la luz remakes de RE2 y RE3.