¿Es la ciudad más bonita de España? Pues sí, y nos quedamos cortos. Toledo ha visto pasar el tiempo adaptándose a sus ocupantes romanos, visigodos, árabes y judíos. Y hoy, rodeada por el Tajo, con sus calles en pendiente y su casco antiguo elevado sobre una roca, deslumbra por su belleza.
La Puertas de Toledo
Para conocer la historia de la ciudad es imprescindible hacer un recorrido por sus puertas. Flanqueada por una muralla árabe, la puerta de Bisagra es el paso al Toledo monumental e histórico. Pero no es la única. La ciudad cuenta con otras puertas de acceso, entre las que están la del Sol, Alfonso VI, Cambrón, la de Alcántara, la de Valmardon… Desde ellas también podrás admirar las impresionantes murallas que hicieron durante siglos a Toledo casi inaccesible.
La Catedral Primada
Las sorpresas arquitectónicas te acompañarán durante todo el recorrido. Pero sin duda, la imponente Catedral de Santa María es la estrella y todos los caminos parecen conducir hasta ella. De estilo gótico y piedra blanca, comenzó a construirse en el siglo XIII. Tienes que recorrer su interior para disfrutar de las magníficas muestras de arte con cuadros de El Greco, Velázquez, Caravaggio, Tiziano y Goya colgando de sus paredes.
Mezquita del Cristo de la Luz
El pasado religioso y plural ha marcado a Toledo con un carácter único. Cada uno de los espacios en que se divide este templo son un reflejo tanto del esplendor califal como de la perfecta combinación de diferentes culturas. Construido en el año 999, es el monumento en pie más antiguo de la ciudad. Para transformar esta pequeña mezquita en iglesia se le añadió un ábside de estilo románico y arcos de herradura, tomados del arte musulmán. En el interior, el Cristo crucificado está rodeado de inscripciones árabes. Desde sus jardines puedes ver tres puertas de la ciudad: la del Sol, la de la Bisagra y la de Alfonso VI.
La Antigua Sinagoga de Santa María la Blanca
Situada en el barrio judío, fue la sinagoga mayor de Toledo y hoy es uno de los iconos de la ciudad. Construida a finales del siglo XIII, fue convertida en iglesia y luego en museo. Sus columnas blancas son un símbolo de identidad del vínculo de los judíos con esta ciudad.
Plaza de Zocodover
En el casco histórico se encuentra esta plaza, que es la principal de la ciudad y punto de encuentro de toledanos y turistas a cualquier hora del día y la noche. Sus orígenes se remontan a la época musulmana cuando aquí se celebraba un mercado de ganado, y de ahí viene su nombre. Hoy este espacio está ocupado por terrazas y comercios, y seguro que recorriendo la ciudad más de una vez pasarás por aquí.
El Alcázar
Esta imponente fortaleza árabe, que fue convertida en residencia en tiempos del emperador Carlos V, domina toda la ciudad desde lo alto de la colina. Testigo de numerosos enfrentamientos militares a lo largo de los siglos, hoy alberga el Museo del Ejército y la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Y sobre todo, regala unas vistas increíbles de los tejados de la ciudad vieja y de su catedral.
Monasterio de San Juan de los Reyes
Se encuentra a pocos metros de la Puerta del Cambrón y del Puente de San Martín, en plena Judería de Toledo. Construido por los Reyes Católicos para conmemorar la Batalla de Toro, en 1476, era también el lugar en el que los monarcas planearon ser enterrados. Es un maravilloso ejemplo del gótico isabelino, pero lo más impactante y bello es su claustro, un verdadero tesoro que te recomendamos no perderte.
Los miradores
Toledo es una joya que hay que admirar desde perspectivas diferentes, pero es desde las alturas donde la ciudad muestra todo su esplendor. Hay varios miradores, y aunque en todos ellos las vistas las tienes garantizadas, te recomendamos el Mirador del Valle, desde el que podrás ver perfectamente las atracciones turísticas más emblemáticas con el Tajo abrazando la ciudad. También puedes subir hasta el Parador. Tiene una ubicación privilegida y es uno de los mejores lugares para no parar de hacer fotos.
La Iglesia de Santo Tomé
No puedes pasar por Toledo sin admirar una de las grandes obras de El Greco: el Entierro del Conde de Orgaz. Para ello tienes que acercárte hasta la Iglesia de Santo Tomé, construida sobre una antigua mezquita, el alminar se transformó en un campanario de estilo mudéjar de gran belleza. Pero es este cuadro de casi cinco metros de altura, el que ha convertido a esta iglesia en la más visitada de Toledo. Y es que una joya del arte como esta hay que verla al menos una vez en la vida.
La noche toledana
La mayoría de los monumentos cierran sobre las 18 horas, y es a partir de este momento cuando la ciudad muestra su imagen más extraordinaria. Disfrutarla de noche es otra de las atracciones turísticas y no está exenta de misterio. Las calles estrechas del casco histórico te conducirán por un recorrido a través del tiempo. Descubrirás que Toledo, con las callejuelas en penumbra y los principales monumentos iluminados, se convierte en la ciudad más bella y mágica del mundo.
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