Los vuelos en aerolíneas de bajo coste suelen tener mala fama, al menos en cuanto a la comodidad del viaje, y más aún si el trayecto es de cierta duración. Pero si puedes elegir asiento, la cosa cambia.
Phyllis Stoller, presidenta de The Women's Travel Group, vuela largas distancias con frecuencia y descubrió que un asiento es mejor que el resto. La clave está en la proximidad del asiento al baño.
Tal y como recoge The Sun, Stoller lo explica así: "Trato de reservar un asiento de pasillo a unas cinco filas del baño. De esa manera, puedes entrar a los baños cuando hayan estado vacíos durante unos minutos".
Al estar sentado cerca del baño, puedes vigilar la fila y relajarte en tu sitio si hay una fila larga. Pero cuando la cola se reduce, puedes ser el primero en saltar, y como estás sentado tan cerca, es poco probable que alguien más se ponga delante de ti.
Además, te sientas lo suficientemente lejos para que, cuando haya una fila, los demás pasajeros no estén parados a tu lado mientras esperan en la fila.
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