Pocos visitantes conocen esta joya al oeste del país de los faraones y las pirámides, una de las zonas más vírgenes y privilegiadas por su aislamiento durante siglos. Muy próximo a Libia se encuentra Siwa, una de las regiones más exóticas de Egipto con accesibles viajes desde España.
Alejado de los principales destinos turísticos de la nación norteafricana, como son Alejandría y El Cairo, y con una carretera asfaltada que no llegó hasta 1984, esta región mantiene su esencia de antaño, proporcionando un escenario exótico que cuenta con fortalezas, oasis y el tercer campo de dunas más grande del mundo, un destino idóneo para los amantes de la historia, los safaris en 4x4 o los baños en piscina naturales.
Un pueblo de arcilla y la comunidad bereber
La localidad de Siwa ofrece distintos alojamientos, con hoteles de 10 a 80 euros la noche. La principal atracción del lugar es la fortaleza de Shali, una antigua ciudad fundada en el siglo XIII y habitada hasta 1926. Está edificada a base de un material local llamado kershef, una mezcla de sal, roca y arcilla, y fácil perderse en su interior dado su estructura laberíntica, que cuenta con un museo sobre su historia local. Desde su cima se puede apreciar unas bellas vistas del oasis de Siwa.
El oasis de Siwa es uno de los enclaves donde habita una de las principales comunidades bereberes, un conjunto de pueblos autóctonos del norte de África que han logrado preservar sus tradiciones. Ese legado intacto lo han mantenido precisamente por el aislamiento, al permanecer fuera del control estatal durante mucho tiempo y por los 600 kilómetros que los separan de la capital egipcia.
Visita de Alejandro Magno
La ciudad de Siwa cuenta con dos templos devotos al dios Amón, la deidad egipcia más importante, como el Zeus en la mitología griega o Júpiter para la romana. Aunque se encuentra en ruinas, los templos del Oráculo de Amón, que llegó a ser visitado por el gran Alejandro Magno y el templo de Umm Ubedah son una parada obligatoria en Siwa y especialmente para aquellos amantes de la historia.
Lo más probable es que Alejandro Magno tuviese que atravesar infinidad de dunas y enfrentarse a las retadoras condiciones del desierto para llegar al templo de Amón o las serenas aguas del oasis. Siwa se encuentra a las puertas del Gran Mar de Arena, una extensión de 72.000 kilómetros cuadrados pertenecientes al desierto de Sahara que alberga el tercer campo de dunas más grande del mundo.
Manantiales, chapuzones curativos
El oasis de Siwa cuenta con numerosos manantiales de agua fría y caliente. De hecho, en uno de ellos se sumergió la reina más famosa de Egipto, Cleopatra. La temperatura de estas piscinas naturales puede alcanzar los 67 grados centígrados.
Siguiendo con el turismo curativo que ofrece los baños en piscinas naturales, Siwa alberga un lago de sal donde también se permite el chapuzón. Después de un relajante baño, la puesta de sol en la isla de Fatnas es una actividad obligada.
Recomendaciones para viajar a Siwa
La mejor temporada para visitar Siwa es entre los meses de octubre a mayo, es decir, evitar el calor del verano. Es recomendable ir con guía y alquilar el servicio de un conductor privado para recorrer los diferentes escenarios de la región. Normalmente los turoperadores lo suelen incluir en sus paquetes. Se puede llegar en autobús desde El Cairo (solo nocturnos) y Alejandría (diurnos y nocturnos).
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