La comarca leridana es el destino perfecto para pasar unos días de relax. Disfrutar de paisajes montañosos, descubrir la ruta del románico y alojarte en pueblos integrados en un entorno espectacular es lo que te espera en la región más desconocida y, posiblemente, la más bella de Cataluña.
Taüll
En lo alto de la Vall de Boí se encuentra este bonito pueblo pirenaico que, además de tesoros naturales, cuenta con otras joyas arquitectónicas de primer orden, como son las iglesias románicas de Santa María y de Sant Climent, las dos declaradas Patrimonio de la Humanidad. En este último templo puedes asistir a la proyección visual que reconstruye cómo era en el siglo XII cuando fue construido y las pinturas que en su interior había. Todo un espectáculo que no deberías perderte.
Otra de las cosas que más llamará tu atención (aparte del verde y el aire puro que vas a respirar) son las calles empedradas, las casas de piedra y madera y tejados de pizarra que convierten a Taüll en una localidad de cuento. Y por supuesto, estás en el escenario ideal para la práctica de actividades de turismo activo y deportes de montaña. Los amantes del esquí, tienen aquí la estación más alta de España.
Y para alojarte, te recomendamos el partamento Casa Llovet Taüll, tiene capacidad para 5 huéspedes, y está situado en el Vall de Boí, en pleno Pirineo de Lleida. Precio: 22€ persona y noche (aprox).
Solsona
Hay lugares que roban el corazón nada más pisarlos y esta villa medieval es uno de ellos. Fue creada en el siglo X, entorno a su castillo, hoy convertido en Parador Nacional. Uno de los mejores momentos del viaje será simplemente dejarte llevar por las callejuelas empedradas y pararte a disfrutar del encanto de las plazas del casco antiguo, como la de Sant Joan.
De la época medieval se conserva la catedral de Santa María de Solsona, el principal atractivo turístico de la localidad. En su interior se encuentra la Virgen del Claustro, patrona de la ciudad y pieza clave del románico catalán.
Y para alojarte, te proponemos Ponet Vinyet, una casa de payés que se encuentra a 3.5 kilómetros de Solsona, en un entorno totalmente rural, rodeada de campos de cultivo y con vistas a las montañas. Precio: 35€ persona y noche (aprox).
Montfalcó Murallat
Situado en la comarca de La Segarra, esta pequeña villa de origen medieval a penas cuenta con 15 casas, todas ellas situadas entorno a la plaza del pueblo. Con un estado de conservación perfecto, Montfalcó representa una vuelta al siglo XIII, cuando fue construida. Incluso se mantienen intactas el conjunto de murallas que rodean al pueblo. Solo se accede a la villa a través del pórtico de entrada situado en la fachada sur.
Sumergirte en Montfalcó es una experiencia mágica. Para empezar cuenta con una sola calle de recorrido circular. Durante el paseo encontrarás el horno de pan comunitario y la plaza porticada, centro neurálgico del pueblo, y donde todavía se encuentra la cisterna comunitaria. Sorprende ver cómo todo se mantiene intacto, como si no hubiera transcurrido el tiempo.
Y por alojarte no te preocupes porque la mayoría de las viviendas están dedicadas al turismo rural. Nuestra propuesta es L'Era de Cal Gomá, una vivienda que ocupa el lugar de la antigua "pallissa" y está situada a 300 metros de este pueblo medieval amurallado. Precio: 29€ persona y noche (aprox).
Guimerà
En la Comarca de Urgell se encuentra este pueblo que es una cita obligada para los amantes de la Edad Media. Lo primero que sorprende es el entramado de calles de piedra en forma de laberinto tan propio de las villas medievales. Pero además, Guimerà enamora a primera vista. Una de las razones es la imagen que proyecta nada más aproximarte y ver las casas situadas de forma escalonada en la ladera de un cerro.
En la zona baja de la localidad te irás encontrando con distintos pasos elevados, fuentes, calles estrechas y laberínticas para finalmente llegar a la Torre del Castillo, donde te espera una de las mejores panorámicas. Pero el plato fuerte es simplemente deambular por sus calles, repletas de arcos, soportales de piedra, rincones y recovecos con mucho encanto. Entre los edificios más destacados están la iglesia gótica de Santa María y la capilla de Sant Esteve.
Y para alojarte, nuestra preferida es Ca l'Anxica, una vivienda rural restaurada con piedra centenaria y madera rústica. Se encuentra en un entorno aislado, con magnificas vistas al pueblo y a la montaña. Tiene piscina, y solarium-jacuzzi con vistas al jardín. Precio: 35€ persona y noche (aprox).
Ribelles
Ribelles es otro pueblo de los pueblos que está construido en forma escalonada. Y esto es parte de su encanto. Pero no es lo único. Para disfrutar de la belleza medieval de esta pequeñísima villa tendrás que trasladarte hasta la Comarca de la Noguera. Y allí, en la cima, a unos 500 metros de altura, se encuentra el castillo. A sus pies y rodeando la colina, el conjunto de casas que no llegan ni a 30. Lo demás, es dejarte llevar por sus calles y disfrutar de un pueblo en el que encontrarás todo lo necesario para desconectar.
Para pasar el fin de semana te recomendamos la Masía Esclopets, una casa rural del siglo XVIII y con piscina climatizada. Tiene capacidad para 17 huéspedes. Precio: 40€ persona y noche (aprox).
Durro
En un paraje entre montañas y con el color verde como protagonista se encuentra este pueblo de la comarca del Alta Ribagorza. Además de oxigenarte en medio de tanta naturaleza, también podrás disfrutar de dos joyas románicas que no debes pasar por alto: la iglesia de la Natividad (Siglo XII) y la Ermita de Sant Quirze, anterior al siglo XI y de construcción muy sencilla siguiendo las pautas de la arquitectura rural catalana. Está catalogada como Patrimonio de la Humanidad dentro del conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí. Para hacer alguna excursión cerca te proponemos una visita por el Parque Nacional de Sant Maurici o al Bosque de las Comas de Rubió.
Para alojarte, Casa Xanet, una vivienda de pueblo típica del Pirineo, con capacidad para 8 personas. Precio: 38€ persona y noche (aprox).
Vielha
En el centro del Valle de Arán se sitúa este pueblo rodeado por montañas que alcanzan los 2.000 metros de altura. Pero su impresionante entorno natural no hará que te pase desapercibido el relevante patrimonio monumental. Destaca la iglesia románica de San Miguel, de transición del románico al gótico. En su exterior llama la atención la Torre octogonal y el campanario de pizarra, típico del Valle de Arán.
Destaca sobre todo el casco histórico, de calles con viviendas de arquitectura aranesa, también con los característicos techos inclinados de pizarra. Por supuesto, toca deleitarse con los sabores del Pirineo, con especialidades como la contundente Olla aranesa, una especie de cocido con carne de cerdo, verduras, butifarra y judías blancas o la truhada (patatas rellenas de carne).
Y para alojarte, te recomendamos Casa Puig, una vivienda rural que tiene el encanto de las casas del siglo XIX, con los suelos y techos de madera. Está situada en Montcorbau, a 4 kilómetros de Vielha. Precio: 40€ persona y noche (aprox).
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