Sandra se queja del tamaño de las raciones de su cena en 'First dates': "Es muy pequeño"

Sandra comentó a su llegada este lunes a First dates que se definía como "una mujer a la que no le gusta nada lo tradicional que hace dos años dejó la ciudad para irse a vivir en mitad del campo donde quiero montar un hostal canino".

La comensal le contó a Carlos Sobera que "estoy muy decepcionada con los hombres y tengo miedo de volver a enamorarme porque siempre que lo he hecho, lo he pasado fatal".

Eso sí, confesó que la finalidad de visitar el programa de Cuatro era, básicamente, "conocer a gente y echar un kiki, que tampoco no está mal. Pero la media naranja no existe".

Su cita fue Aner, un experto en realities de supervivencia en la televisión autonómica vasca: "He participado en tres, dos de ellos en Colombia. Pero soy muy conocido en el País Vasco porque he ido varias veces al concurso Atrápame si puedes", comentó.

Ya en la mesa, ambos comenzaron a conocerse, pero Sandra se sintió decepcionada con la ración de comida que le llevaron para cenar: "Esto es muy pequeño, ¿no?", señaló.

Aner le contestó: "Dicen que lo bueno viene en dosis pequeñas...". Ambos lo probaron y reconocieron que estaba bueno, pero echaron en falta un poco pana para empujar la comida.

"Todo el día boleando pan y aquí no me traen, ¡no puede ser! ¡Que soy panadero!", exclamó el vasco entre risas. Lidia Torrent les llevó una pieza a cada uno, pero Sandra volvió a decepcionarse con el tamaño.

"Qué bonito, da pena comérselo. Mira que pan, todo es para los Playmobil... En mi pueblo todas las raciones son más grandes", se quejó la comensal. "Es muy cuqui", añadió el panadero al verlo.

Al final, Aner sí que quiso tener una segunda cita con Sandra porque "me ha parecido una persona muy maja y cabal". Ella, por su parte, no quiso volver a verse porque "es muchísimo más joven que yo –diez años les separaban- y buscaba alguien más mayor".