Este jueves, Cuatro emitió Horizonte, uno de los programas que defiende Íker Jiménez. El formato contó con uno de sus colaboradores más habituales, el doctor César Carballo, que es asiduo a mostrar opiniones muy críticas sobre la gestión de la pandemia por parte de las instituciones. 

En esta ocasión, el experto alertó sobre la tasa de incidencia acumulada entre los más jóvenes, quienes en su mayoría aún no se han vacunado. Y lo hizo a colación de la cercanía del momento en el que no haya que utilizar un elemento que, en un año, forma parte de nuestro día a día de manera continua: la mascarilla.

Y es que, los datos de contagios y el ritmo de vacunación podrían hacer que nos despidamos de ella más pronto que tarde. Pero, ¿sería esa una medida correcta? Carballo se atrevió a dar una fecha exacta para que la mascarilla deje de ser obligatoria en espacios abiertos: el 1 de julio. Este mismo viernes el presidente Pedro Sánchez ha anunciado que será incluso antes, el 26 de junio.

Para él, se trataría de un gesto apresurado, pues además de los medidores señalados anteriormente, hay otros indicadores que apuntan a que la pandemia sigue estando lejos de ser controlada. Según recogió el programa, en seis autonomías la tasa de positividad está sobre el 5%, que es la cifra que se corresponde con el límite fijado por la OMS.

Por otro lado, el doctor señaló a los jóvenes y a su todavía alta tasa de contagios: “La incidencia acumulada en jóvenes es altísima, estamos probablemente por encima de 300”. Además, puntualizó que la manera en la que se están midiendo los datos podría ser cuestionable. “Es una trampa medir la incidencia acumulada en mayores de 65 años, porque están todos vacunados. Hay que medirla en los que no están vacunados”.

Aunque, como sanitario, añadió que en los hospitales la situación es notablemente mejor que hace meses; recomendó mantener la guardia y citó el ejemplo británico, pues en Reino Unido, con un proceso de vacunación mucho más rápido, se encontraban desbordados.