Realme C33: un móvil barato correcto y con un diseño que sorprende

Los móviles más económicos de Realme se engloban en la serie C y en la línea Narzo. En la primera figura el Realme C33, el último modelo que la marca lanzó en 2022, un dispositivo de perfil modesto pero con alicientes y elementos que sorprenden, con su diseño al frente.

El smartphone salió a la venta con precios oficiales de 169 euros y 189 euros según la variante elegida, de 4 GB + 64 GB o de 4 GB + 128 GB, la que ha probado 20Bits y más apetecible, y ahora puede encontrarse todavía más barato (la de 64 GB por unos 130 euros).

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Aunque los dispositivos asequibles acostumbran a lucir diseños cuidados y vistosos, se nota que Realme ha puesto especial énfasis para que el C33 destaque al respecto en la gama de entrada. La trasera está pensada para que al moverlo surjan los brillos y reflejos que tanto gustan al fabricante, un rasgo que se conjuga con unos puntitos que favorecen toda vía más la plasmación. Realme se inspira en el concepto de mar infinito, y de hecho estos puntitos hacen pensar en la arena si el usuario se decanta por el color Dorado Arena, más seductor que el Negro Marino.

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La sugerencia del diseño se manifiesta también en sus refinados marcos de aluminio, más propios de un teléfono de rango superior y que, evidentes y enormes diferencias al margen, remiten a los iPhone. El Realme C33 se caracteriza a su vez por el diseño delgado (8,3 mm de grosor) y pesa 187 gramos, con la comodidad consiguiente.

Uno de los reclamos de estos smartphones se halla en su gran batería y en lo que aguantan sin recurrir al cargador. El modelo objeto de análisis se ajusta al canon en este sentido al disponer de una de 5.000 mAh, capacidad que siempre conquista al usuario. 

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En contraste, su condición de teléfono en el terreno de lo básico se encuentra en su carga, de solo 10W y la especificación realmente deficiente. Tarda un mundo en cargarse. Un detalle sintomático alusivo a esta limitación es el de que su puerto de carga no es USB-C, sino micro-USB.

Cuando un móvil no viene con un procesador Qualcomm, MediaTek o Exynos a menudo significa que va a deparar un rendimiento justito. El Realme C33 integra el Unisoc T612 (por supuesto 4G y nada de conectividad 5G), de ahí el recelo generado a priori. Sin embargo, agrada comprobar que, dentro de las notorias limitaciones, funciona algo mejor de lo esperado. Se palpa la falta de fluidez, pero por ejemplo no hacen acto de presencia esos 'tirones' tan molestos.

Para un uso cotidiano sencillo y alejado de lo intenso (sin muchas aplicaciones abiertas al mismo tiempo) sirve sin grandes problemas. Opera con Android 12 según Realme UI S Edition, variante de la interfaz principal de la marca (Realme UI) que señala su adscripción al rango básico.

La pantalla y la cámara

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La pantalla de 6,5 pulgadas, con el clásico notch para alojar la cámara para selfis (elemento indicativo de la gama de entrada), puede generar dudas por factores como la resolución HD+, un escalón por debajo de la FHD+, y por sus discretos 60 Hz de tasa de refresco. A pesar de ello luego se comprueba que la experiencia que ofrece no está mal. Ocurre parecido con el sonido, correcto dentro de que solo haya un altavoz.

La cámara de 50 MP constituye otro reclamo, y además propio de dispositivos de mayor nivel. En cambio, sus fotos y vídeos, sin caer en lo malo (a excepción del modo noche), no dicen demasiado. Cumplen en el marco en el que se mueve el teléfono. La función más destacada es la del modo de 50 MP. En este caso no hay modo retrato ni grabación en 4K.

Este sensor se acompaña de uno secundario de mínimos, para figurar y poco más, uno de profundidad de 0,3 MP. Aparece solo para 'vestir' el modelo, ya que queda mejor mostrar dos cámaras. Estos dos sensores se plasman sin módulo, otro buen detalle estético.

Como se ha comentado, una de sus configuraciones contempla 128 GB de almacenamiento interno, lo que merece bastante la pena al suponer un pequeño incremento de precio. Además, el Realme C33 permite la ampliación hasta 1 TB mediante microSD. Por último, el smartphone no se olvida ni del sensor de huella (en el lateral) ni de la toma de auriculares de 3,5 mm.

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