Una mano biónica conectada directamente a los nervios y huesos logra que una mujer vuelva a 'sentir'

La primera persona que se colocó la prótesis asegura que ninguna le servía y seguía sintiendo el miembro fantasma hasta que optó por esta innovación que permitió que pudiese realizar actividades cotidianas.  
Karin lleva tres años con su mano biónica y afirma que le ha cambiado la vida.
Karin lleva tres años con su mano biónica y afirma que le ha cambiado la vida.
ORTIZ-CATALAN ET AL., SCI. ROB., 2023
Karin lleva tres años con su mano biónica y afirma que le ha cambiado la vida.

Los avances de la tecnología se aplican en toda creación humana para perfeccionar su utilidad o implementar nuevas funciones. En ocasiones, nos sirve para facilitar la vida; otras veces, devuelve las facilidades de las que ya disfrutaba una persona y que perdió, por un accidente o por diversos factores. Es el ejemplo de las prótesis, cada vez más tecnologizadas.

Karin perdió su brazo en un accidente agrícola hace ya más de 20 años. Ella explica en Euronews que sentía un miembro fantasma: "Tenía la sensación de tener constantemente la mano en una picadora de carne, lo que me generaba un alto estrés y me obligaba a tomar altas dosis de analgésicos". Eso cambió tras su decisión de convertirse en la primera persona con una amputación por debajo del codo en contar con una prótesis biónica, conectado a su sistema nervioso mediante electrodos implantados en los nervios y músculos.

A la mujer le resultaban incómodas y poco fiables las prótesis convencionales y solo el brazo biónico le sirvió. "Ha significado mucho [la prótesis biónica], ya que me ha dado una vida mejo", asegura Karin, ya que su dolor ha disminuido y necesita menos medicación.

El profesor Max Ortiz Catalan, jefe de investigación en prótesis neurales del Instituto de Biónica de Australia y fundador del Centro de Investigación en Biónica y Dolor (CBPR) de Suecia, que dirigió la investigación cuenta que el dispositivo tiene "un enfoque quirúrgico y de ingeniería integrado".

"Karin fue la primera persona con amputación por debajo del codo que recibió este nuevo concepto de mano biónica altamente integrada que puede utilizarse de forma independiente y fiable en la vida diaria", detalla el investigador principal del proyecto. La chica ha podido usar la prótesis "con comodidad y eficacia en sus actividades cotidianas durante años", por lo que su testimonio demuestra la capacidad potencial de cómo esta tecnología podría "cambiar la vida de las personas que se enfrentan a la pérdida de una extremidad".

Rickard Brånemark, investigador afiliado del MIT, profesor asociado de la Universidad de Gotemburgo y consejero delegado de Integratum, que lideró la intervención quirúrgica y ha trabajado en la osteointegración de otras prótesis de extremidades en las últimas décadas, apunta que "la integración biológica de los implantes de titanio en el tejido óseo", que es lo que hizo Karin, "crea oportunidades para seguir avanzando en la atención a los apuntados".

La osteointegración y la cirugía reconstructiva, los electrodos implantados y la inteligencia artificial, según Brånemark, podría "restaurar la función humana de una forma sin precedentes". Lo que comenzó con Karin seguirá desarrollándose, para que los pacientes con amputaciones puedan volver a hacer actividades cotidianas casi como antes. En un principio, su prótesis permite que se pueda hacer aproximadamente el 80% de las actividades de la vida diaria.

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