Se avecina escasez de dispositivos: el terremoto de Japón afectará a la fabricación de piezas para PC

Varias empresas relacionadas con la producción de componentes en el país asiático se vieron sacudidas por el seísmo del 1 de enero y han decidido cerrar sus fábricas para realizar inspecciones y evaluar los posibles daños.
La marca Toshiba ha paralizado su producción de memorias NAND por el terremoto de Japón hasta nuevo aviso.
La marca Toshiba ha paralizado su producción de memorias NAND por el terremoto de Japón hasta nuevo aviso.
Toshiba
La marca Toshiba ha paralizado su producción de memorias NAND por el terremoto de Japón hasta nuevo aviso.

Todavía no nos hemos recuperado de la escasez mundial de chips que comenzó en 2020 y un nuevo desastre ha dificultado más su recuperación. Entre las principales causas de esta crisis tecnológica, están la paralización que hubo por la pandemia de la COVID-19, la guerra comercial entre China y Estados Unidos y varios incidentes climáticos, como la sequía de 2021 en Taiwán y, ahora, el terremoto de Año Nuevo en Japón.

Uno de los efectos de la globalización en la que vivimos es que, aunque algo ocurra a millas de kilómetros, puede afectarnos. Claros ejemplos son las disputas entre los Gobiernos chino y estadounidense y el tema de la sequía que no tienen nada que ver con España y, sin embargo, repercute al stock reducido de algunos dispositivos que aumentan su precio y cuesta encontrarlos por su alta demanda.

El 1 de enero, Japón sufrió un sismo de magnitud 7,6 que se notó especialmente en la península de Noto. El fenómeno natural provocó 73 fallecidos y más de 300 heridos y destruyó decenas de casas y edificios de Ishikawa, Wajima, Shiromaru y Toyama. Además, el terremoto dio lugar a incendios e inundaciones que agravaron las consecuencias.

A todo lo mencionado, se le suma un agravamiento con la crisis de los procesadores, ya que Japón es uno de los países que más sobresale en la fabricación de los mismos. En la zona perjudicada por el seísmo se encuentran las fundidoras de GlobalWafers, Shin Etsu y Taiyo Yuden, y la fábrica de memorias NAND de Toshiba.

Las empresas japonesas han paralizado su actividad

Las localizaciones en las que se ubican las compañías mencionadas sufrieron intensidades sísmicas de nivel 4 y 5. Debido a esta situación, algunas instalaciones han tenido que retrasar sus operaciones con el objetivo de realizar una inspección a fondo y evitar posibles complicaciones.

En el caso de Toshiba, publicó un comunicado en el que detallaba que sus fábricas de Ishikawa se cerrarán hasta nuevo aviso. "Nuestra primera preocupación es la seguridad de nuestros empleados y sus familias y, más allá de esto, el bienestar de la comunidad local en el área afectada", apuntaban.

Mientras sus instalaciones permanezcan cerradas, Toshiba se encargará de evaluar los posibles daños, tanto en el edificio como en la producción, y han asegurado que ofrecerán "actualizaciones tan pronto como estén disponibles".

Un aumento en los precios de las memorias flash

Según un informe de TrendForce, las inspecciones que se han hecho hasta el momento no reflejan daños significativos en la maquinaria. De hecho, ubicarse en una región caracterizada por los terremotos, algunas plantas de semiconductores estaban diseñadas para soportar sismos de hasta magnitud 7 (en estas situaciones, parece que las firmas han seguido su producción como de costumbre).

No obstante, que Toshiba haya echado el freno a la producción de memorias NAND afectará a la industria de este tipo de productos, pudiendo dar lugar a una subida de precios. Esto podría suponer que los dispositivos finales que cuentan con memorias flash terminen siendo más caros, algo que podrían comenzar a notar los consumidores en un futuro reciente.

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