Existen cámaras de vigilancia conectadas e inteligentes más baratas que la Ezviz H8c -también con nombres más memorables- y asimismo las hay mucho más caras, pero pocas son tan versátiles y funcionales a un precio tan ajustado.
Instalar la H8c es sencillo. Basta con conectarla a un enchufe, dejarla encima de una mesa o en una estantería y usar la aplicación para móviles y tabletas para conectarla al wifi.
Por supuesto, sacar todo el partido a esta cámara inteligente de seguridad requiere un poco más de trabajo. Para empezar, la H8c trabaja mejor bocabajo, por lo que lo óptimo es colgarla del techo o amarrarla a una pared alta. Basta con poner cuatro tornillos. Desde las alturas, esta chivata electrónica controla mejor la situación, girando 360 grados y moviendo sus lentes también en vertical. Además, es más seguro conectarla a internet a través de Ethernet para asegurarse de que no se desconecta.
La calidad de imagen a 1080p es muy buena y suficiente para ver con claridad en estancias amplias, el sistema usa ‘codecs’ para transmitir la imagen de forma óptima en tiempo real y que el usuario pueda ver su hogar desde cualquier lugar del mundo, con solo sacar el móvil del bolsillo.
Eso sí, hay un poco de 'lag' a la hora de usar la pantalla del móvil a modo de joystick de manera remota para hacerla girar y orientarla hacia donde el usuario quiere que mire, afortunadamente se pueden establecer posiciones predeterminadas para acceder a ellas -diferentes estancias por ejemplo- con solo pulsar su nombre en la pantalla en una lista.
Además, la H8c tiene visión nocturna tanto en blanco y negro como a todo color, un sistema que funciona mejor que en otros dispositivos de su mismo rango de precio que hemos probado y que la convierte en un buen vigilante nocturno.
A través, de la aplicación se puede tomar el control total de la cámara, activando el reconocimiento de personas para que el sistema avise al usuario si detecta a alguien y que siga automáticamente sus movimientos girando sobre sí misma. Se puede activar y desactivar el seguimiento y las alertas de forma manual o programar unas horas al día en las que deseamos que nos avise.
Las imágenes se pueden guardar en una tarjeta Micro SD de hasta 512 GB -que no viene incluida- o en la nube de Ezviz con una suscripción que cuesta unos 50 euros al año.
Por otro lado, la H8c puede hacer sonar una alarma luminosa, con unos diodos led que también le sirven para iluminar y ver mejor en la oscuridad, y sonora mediante sus altavoces, que también se pueden usar -junto al micrófono- para comunicarse con el usuario que está al otro lado.
Tiene pocos defectos, pero nos hubiera gustado que ofreciera acceso también a través del navegador web, una resolución mayor y menor retardo al controlar sus movimientos de manera remota. Sin embargo, por 80 euros, es una cámara muy completa y sencilla de utilizar que además cuenta con un buen sistema de visión nocturna.
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