‘Forspoken’ cuenta la historia de Frey Holland, una joven neoyorquina de 21 años que no encuentra su lugar en la gran ciudad y sueña con huir. En cierto modo sus deseos se hacen realidad cuando, al más puro estilo ‘Cruzada en jeans’, es teletransportada con sus vaqueros rotos y sus deportivas blancas a un mundo medieval con un nuevo y elocuente amigo en su antebrazo que, además de hacerle compañía, le otorga poderes para disparar hechizos a sus enemigos -más parecidos a las balas que a la magia, todo sea dicho- y desplazarse por este inquietante y nuevo mundo haciendo ‘parkour mágico’.
Es un juego de rol de mundo abierto que trata de imitar a grandes clásicos como ‘Skyrim’ o ‘The Witcher’ con largas líneas de diálogo, múltiples misiones principales y secundarias y un árbol de habilidades que mejoran las capacidades ofensivas de la protagonista. En su viaje por Athia y sus intentos por volver a casa, Frey entabla una gran amistad con Cepo, su parlanchín brazalete, mientras desafía a horrendas criaturas zombis, gigantescos monstruos e incluso poderosas diosas, en encarnizadas batallas.
Hasta aquí todo lo bueno de ‘Forspoken’, un juego entretenido, repleto de historias salpicadas en un gran mundo abierto con cierto encanto y con algunas conversaciones ingeniosas.
Por desgracia, la mayoría del tiempo ‘Forspoken’ parece un juego de otra época. Las texturas, las caras de los personajes, el diseño de algunos escenarios e incluso los diálogos o los diseños de algunas misiones parecen sacados de un juego de hace décadas. Hay transiciones entre escenas que se solventan con un fundido en negro -algo que sucede de forma constante- y diálogos que carecen de la profundidad y significado que se le suponen a un juego de 2023.
Contrasta especialmente el cuidado y mimo del diseño, tanto gráfico como de la personalidad, de Frey y Cepo, comparado con la aparente dejadez en los personajes secundarios, como si dos generaciones de videojuegos convivieran en un mismo título.
En definitiva, ‘Forspoken’ es una aventura entretenida y que agradará a los nostálgicos de viejas glorias del género de rol que incluso podrán disfrutar de gráficos que en ocasiones parecen sacados de aquella época.
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