Un siglo de Disney: así ha cambiado el proceso de creación de los dibujos animados gracias a la tecnología

Alicia en el país de las maravilas, Streamboat Willie y Blancanieves y los siete enanitos fueron algunas de las primeras historias que Disney contó a través de dibujos hechos a mano. Hoy, la animación es casi toda digital.
Ahora las películas son casi en su totalidad hechas digitalmente, pero antes se realizaban a mano.
Ahora las películas son casi en su totalidad hechas digitalmente, pero antes se realizaban a mano.
The Walt Disney Studios
Ahora las películas son casi en su totalidad hechas digitalmente, pero antes se realizaban a mano.

Walt Disney fundó el 16 de octubre de 1923 los famosos estudios estadounidenses The Walt Disney Studios. Han pasado 100 años desde su fundación y las técnicas utilizadas para desarrollar los dibujos animados han cambiado bastante desde la obra que lanzaron: Alicia en el país de las maravillas.

En un origen, el proceso de creación era mucho más mecánico. Eran dibujos hechos a mano y que implicaba que los ilustradores ilustrasen cada fotograma individualmente, para generar la apariencia de movimiento. Estas primeras películas estaban en 2D (dos dimensiones) y, para crear profundidad, se jugaba con los colores y la perspectiva.

Alicia en el país de las maravillas de 1923 fue un corto, en el que combinaban imágenes reales con animación y texto entre medio (para narrar la historia). Más tarde, en 1928, llegó el cortometraje Streamboat Willie, en el que apareció por primera vez el mítico Mickey Mouse, que ya contaba con música para acompañar a los dibujos.

Walt Disney dibujando a Mickey Mouse
Walt Disney dibujando a Mickey Mouse
Gambarrotti

En aquella época, la inclusión de los dibujos en las historias que contaba Disney rovocó que apareciesen más estudios y creadores. Por ejemplo, Betty Boop, de Max Fleischer (1930), con un corto en el que los personajes animados ya ‘hablaban’, la saga Looney Tunes (1930) y Popeye (1993).

Sin embargo, el gran paso delante de la franquicia fue Blancanieves y los siete enanitos (1937), el primer largometraje que crearon. En ella, se apreciaba el liderazgo de Disney, ya que se caracterizaba por un gran realismo en las escenas dibujadas, sin tantos movimientos exagerados como los que había habido hasta ahora.

Esto fue posible gracias a la Cámara Multicanal o animación tradicional, que consistía en una serie de placas de vidrio con las diferentes capas de paisaje para generar profundidad en unos dibujos en 2D. El proceso de elaboración, según el medio Monsuton, implicaba lo siguiente:

  • El storyboard, con pequeñas representaciones esquemáticas de las escenas, con los diálogos clave. 
  • La animática, que es una pre animación de los dibujos esquemáticos del storyboard. 
  • El diseño, que es la parte en la que se dibujan todos los personajes en sus poses más habituales. 
  • El timing o X-Sheet, en la que se especifican la acción, diálogo y sonido de cada fotograma. 
  • La layout, que determina la ubicación de los personajes, la fuente de luz y juego de sombras.

Su influencia llegó hasta el manga, en Japón, durante la Segunda Guerra Muncial. Osamu Tezuka se inspiró en la marca para sus secuencias de viñetas animadas, con personajes más realistas y dinámicos.

El paso a paso de Disney

Tras el triunfo de esta nueva técnica de animación, Disney tuvo que seguir manteniendo su éxito con más innovación. El Esterofónico Multicanal, que ofrecía un sonido multicanal y que fue fuente de inspiración para el sonido estéreo y surround, se utilizó para la película Fantasía (1940).

También emplearon la técnica Xerografía, que consistía en fotografiar los dibujos sobre el acetato a través de un proceso electromagnético, para 101 Dálmatas (1961). Esta última tecnología no aportaba realismo, ya que tenía un efecto de 'trazado a lápiz', pero fue necesaria para mostrar a la gran cantidad de perros que se veía en la película.

La digitalización de los dibujos animados

Aunque todos recuerdan que la primera película completamente digital fue Toy Story (1995), de Pixar, que entonces no pertenecía a Disney. Los comienzos de la digitalización de la animación llegaron antes. Con la llegada de Microsoft en 1975, la tecnología digital fue cuando cobró más peso, tanto que Disney lanzó una película en la que habían usado un computador para la producción de la última escena: La Sirenita (1989).

El proceso se conoce como CAPS (Computer Animation Production System) y no era un proceso sencillo. Al ser algo novedoso, tardaron más de un año en esa sola escena, pero evitaron tener que hacer cientos de dibujos. Posteriormente, usaron esta tecnología en su totalidad en La Bella y la Bestia (1991) y el Rey León (1994).

La llegada de Toy Story fue toda una revolución para el sector, de una empresa (Pixar) que no era Disney (al menos por aquel entonces) y que Steve Jobs había adquirido apostando por la digitalización. Fue la primera película hecha con animación digital en tres dimensiones (3D).

Desde el lanzamiento de Toy Story, la animación tradicional prácticamente ha desaparecido y se ha dado paso a la tridimensional, que va avanzando a pasos agigantados. Para la creación de dibujos animados, se emplean herramientas de software que aportan dinamismo y realismo sin necesidad de ilustrar cada fotograma de las distintas escenas.

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