La Unión Europea ha anunciado el fin de las subvenciones a las calderas de gas en beneficio de otros sistemas más eficientes y con menos consumo, como son las bombas de calor. La nueva Directiva de Eficiencia Energética de la Unión Europea, que se ha publicó el 20 de septiembre de 2023 en España, explica las nuevas características de eficiencia energética que tendrá que tener una vivienda para que obtenga todos los certificados.
Esto significa que en los próximos años, los hogares que quieran acceder a programas de ayudas para el ahorro energético deberán abandonar la quema de gas natural para sus calderas de calefacción y agua caliente, puesto que el objetivo es limitar las emisiones de gases invernadero. La caldera, al usar el gas para calentar el agua, expulsa grandes cantidades de CO2 y, por lo tanto, contamina.
La bomba de calor, en su lugar, utiliza un equipo de aerotermia que es menos contaminante. Sin embargo, en cuanto al sistema de aerotermia incorporado en las bombas de calor, puede producir contaminación acústica porque los ventiladores y baterías integrados que lo hacen funcionar producen ruidos.
¿Qué es la bomba de calor y para qué sirve?
La tecnología que se usa en una bomba de calor es similar a la que hay en un frigorífico o un aire acondicionado. Su funcionamiento consiste en extraer el calor de una fuente, como el aire circundante o la energía geotérmica del suelo y amplificarlo y moverlo donde se necesita. Este procedimiento es especialmente útil y económico para la calefacción convencional, como calderas o calentadores eléctricos.
Este sistema se puede usar tanto para sistemas de aire acondicionado, es decir, la bomba de frío, como para aparatos de calefacción, por lo que es bastante versátil. Además, la energía la obtiene de fuentes externas, gratuitas y sostenibles. El consumo de electricidad con estos modelos se reduce, ya que se concentra solo en la activación del compresor y los accesorios.
Hay distintos tipos de bomba de calor, dependiendo de dónde extrae la energía: del aire, del agua o del suelo. Para su funcionamiento, son necesarios los siguientes elementos:
- Un compresor: transforma la energía eléctrica y eleva la presión del fluido refrigerante.
- Un condensador: condensa el refrigerante, que pasa de estado gaseoso a líquido con el intercambiador de calor.
- Una válvula de expansión: genera una elevada pérdida de carga y, así, reduce la temperatura para producir la expansión del fluido refrigerante.
- Un evaporador: evapora el fluido frigorífico, se absorbe el calor y vuelve a iniciar el proceso.
¿Cómo funciona una bomba de calor aerotermia?
La aerotermia es otro tipo de energía renovable que aprovecha la energía térmica que ya está en el aire y la transfiere al interior de la vivienda. Así, proporciona calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. En este sentido, la aerotermia es un tipo de bomba de calor, la que se extrae del aire.
No obstante, también existe la hidrotermia (extrae el calor del agua) y la geotermia (de la tierra). La energía renovable obtenida gracias a la aerotermia se capta mediante un intercambiador y un ventilador de ambiente exterior.
¿Cuándo entrará en vigor la norma de las bombas de calor?
La norma articula que los Estados miembros de la Unión Europea tendrán un plazo de dos años para trasponer esta nueva Directiva. Por lo tanto, en nuevas viviendas será a partir de enero de 2026 cuando se tengan que tomar las medidas, pero, habrá excepciones para algunas industrias intensivas hasta el 31 de diciembre de 2030.
¿Cuánto se ahorra con una bomba de calor?
La Agencia Internacional de la Energía asegura que la bomba de calor puede ahorrar casi 900 euros en la factura de la calefacción. En términos de gastos mensuales, depende de los precios de la luz y del gas. "Hay que tenerlo todo en cuenta", destacan los expertos de Aeronova. La caldera depende de la factura del gas, mientras que la bomba de aire depende de la luz. En los últimos meses, la factura de la luz es mucho más elevada que la del gas.
No obstante, es importante tener en cuenta el desembolso que supone la instalación de este sistema. Si bien es cierto que la caldera necesita una instalación más cuidadosa para evitar accidentes por fugas en las tuberías, la bomba de calor es mucho más sencilla de colocar. Aun así, la caldera supone un gasto mucho menor en su instalación.
El coste de poner una bomba de calor en una vivienda ronda entre los 2.000 y los 6.000 euros, dependiendo de la empresa. En el caso de la caldera, el precio total de instalación varía entre los 1.000 y los 2.000 euros.
Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios