[Palmarés Berlín 2013] Muerto y enterrado

Tres palabras acerca del palmarés concedido por el jurado de la 63ª edición de la Berlinale. Por NANDO SALVÁ (Berlín)
[Palmarés Berlín 2013] Muerto y enterrado
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Oso de Oro a la Mejor Película: Pozi?ia Copilului (Child's Pose), de C?lin Peter Netzer. Merecidísimo. Posiblemente la mejor película del festival, a la vez el penetrante estudio de un amor materno absolutamente tóxico y una intriga social llena de suspense que deja claro hasta qué punto está lastrada la sociedad rumana –la sociedad en general-- por la corrupción.

Gran Premio del Jurado (Oso de Plata): Epizoda u životu bera?a željeza (An Episode in the Life of an Iron Picker), de Danis Tanovi?. El jurado presidido por Wong Kar Wai fue demasiado generoso con esta película: le concedió el segundo premio en importancia –generalmente reservado a obras particularmente radicales o arriesgadas en la forma o en el fondo— a pesar de ser una obra carente de originalidad, urgencia dramática o impacto emocional. En todo caso, se entiende: es socialmente comprometida y políticamente cabreada, y recurre constantemente a ese pornografía miserabilista que tanto gusta en los festivales.

Oso de Plata a la Mejor Actriz: Paulina García por Gloria, de Sebastián Lelio. Ha sido una Berlinale llena de grandes interpretaciones femeninas, pero tal vez ninguna tan deslumbrante como ésta. Gloria era una de las favoritas para llevarse el Oso de Oro, pero en realidad resulta más adecuado que figure en el palmarés a través de este premio. García carga absolutamente con todo el peso de la película. Ella es la película.

Oso de Plata al Mejor Actor: Nazif Muji? por Epizoda u životu bera?a željeza (An Episode in the Life of an Iron Picker), de Danis Tanovi? Quizá el premio más cuestionable del palmarés. El problema no es que en realidad Muji? no sea actor –de hecho, a los jurados suele encantarles dar premios actorales a no actores--, sino que su cometido en la película, que recrea un caso de racismo e injusticia social del que él y su familia fueron víctimas, no es actuar sino más bien dejarse seguir por la cámara de Tanovic. Pero, sobre todo, lo más grave de darle el galardón a él es que supone olvidar el magnífico trabajo de Paul Rudd y Emile Hirsch, protagonistas de Prince Avalanche.

Oso de Plata al Mejor Director: David Gordon Green por Prince Avalanche. Quizá para compensar el olvido cometido contra Rudd y Hirsch, Wong y el resto de jueces otorgaron a Green un premio por otra parte merecidísimo.

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