Asturias

CSI estudia querellarse contra el Ayuntamiento por la falta de inspecciones de prevención de incendios

Bomberos del Ayuntamiento de Oviedo de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) han alertado hoy de la carencia desde hace unos siete años de inspecciones sobre el estado de los medios preventivos antiincendios. La organización culpa de esta situación al Ayuntamiento y atribuye esta falta a "los poderosos intereses económicos". El sindicato consultará con sus servicios jurídicos la próxima semana la presentación de una querella, en caso de que el Ayuntamiento no cree un servicio de inspección, o recupere el que existió hasta el año 2001, gestionado por los propios bomberos.

Así lo señaló Miguel Ordóñez, que ha denunciado públicamente este viernes en rueda de prensa, y ha demandado la recuperación del antiguo Servicio de Prevención de Incendios, que gestionaban los propios bomberos. Atacó concretamente a la concejala de Seguridad, Conchita García, con quien no tienen ninguna comunicación, "porque no recibe".

Ordóñez recordó que este servicio funcionó durante 18 años, hasta que en 2001, el concejal de Economía, Jaime Reinares, lo eliminó, a través de un decreto en el que establecía la creación de una Unidad de inspección propia en este sentido, dependiente del departamento de licencias. "Esta unidad no duró más de dos años", explicó Ordóñez. Desde entonces, según el representante sindical, "no hay ningún tipo de supervisión ni inspección".

Así, recuerda que "hace unos días se recibió un informe de un administrador de fincas de la calle 9 de mayo, encargado a unos técnicos de mantenimiento contra incendios, donde se ponían de manifiesto una serie de deficiencias en los hidrantes del acceso a Salesas".

"Ante la gravedad de los hechos", continuó narrando, "nos desplazamos hasta el lugar, a pesar de que tenemos la competencia retirada", por el mencionado decreto de Reinares. "Se comprueba que son seis hidrantes (bocas para recargar de agua los camiones) en un radio de 150 metros, y no sólo no funcionan, por la imposibilidad de conexión de las mangueras, sino que además se comprueba que no están enganchados a la red, no tienen agua".

Según explicó, no fue la única situación similar vivida en los últimos años. "En 2003, hubo un incendio en el hotel Clarín a altas horas de la madrugada, y cuando entramos a proceder a la evacuación de la gente alojada, las bocas de manguera estaban sin agua", comentó. Además, recordó Ordóñez que en 2005 denunciaron "toda la red de hidrantes de la zona rural, porque muchos de ellos estaban sin agua, otros sin presión, y todos en un estado de abandono lamentable. En el mismo año, señalaron la falta de inspecciones.

Intereses económicos

Ordóñez atribuye la situación a "poderosos intereses económicos". Así, recuerda que el antiguo Servicio de Prevención contaba con un archivo con todos los bingos, garajes, hoteles y locales de gran concurrencia. "Se hacían una serie de inspecciones y revisiones con periodicidad, y se exigía el cumplimiento de todos los medios de extinción que tenía que tener el local".

Esta supervisión "conllevaba las adaptaciones de mejora que establecían nuevas leyes, y el cumplimiento y mantenimiento de los sistemas de protección", añadió.

Así, considera que "hay presiones exageradas para que los bomberos no pidan el cumplimiento de la legalidad". "Muchas veces la aplicación normativa obliga a ampliar pasillos, mantener al día salidas, realizar vestíbulos, colocar sistemas, tener más extintores, no permitir garajes o reducir el número plazas... esto evidentemente es menos importante que el poder económico".