La bahía de Somme, un paraíso natural a dos horas de París

A solo dos horas de París se encuentra la bahía de Somme, una reserva natural de 7.200 hectáreas ubicada en el canal de la Mancha que forma el mayor estuario del norte de Francia. Este litoral salvaje, con grandes acantilados, castillos, parques y playas, es un espacio privilegiado para disfrutar del medio ambiente en familia.

La ruta de las aves

El parque de Marquenterre es uno de los puntos de interés primordiales de la zona por su alto valor ornitológico, pues se encuentra en medio de la ruta migratoria de las aves. Para disfrutar de los atractivos de esta reserva natural plagada de marismas, bosques y dunas, lo mejor es recorrerla a pie o a lomos de uno de los caballos autóctonos. En ambos casos, se recomienda llevar prismáticos.

En la zona sur de la bahía está la popular villa medieval de Saint-Valery. El viajero puede visitar el típico barrio de los pescadores, el Jardín Botánico o la torre en la que, según cuenta la tradición, estuvo presa Juana de Arco antes de ser trasladada a Ruán, donde fue quemada en la hoguera.

Paseando con Verne, Colette o Guerlain

Le Crotoy, al lado opuesto de la bahía, es uno de los centros turísticos de la región desde hace años. No en vano, los escritores Julio Verne y Colette, el perfumista Pierre Guerlain o el pintor Toulouse Lautrec, entre otros personajes históricos, han paseado por su gran playa.

No puede abandonar la bahía de Somme sin visitar los espectaculares acantilados situados en la localidad de Ault, así como la abadía cisterciense, y los jardines de Valloires, obra del paisajista Gilles Clement, que aglutinan 5.000 especies en ocho hectáreas.