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Activistas españoles critican la falta de contundencia de España ante Marruecos

Los activistas Silvia García y Javier Sopeña, durante la rueda de prensa que ofrecieron en Madrid, tras regresar ayer de El Aaiún.
EFE

Los activistas españoles que han regresado de El Aaiún, Javier Sopeña y Silvia García, han criticado la "falta de contundencia" del Gobierno al no condenar el "crimen" que está cometiendo Marruecos contra el pueblo saharaui y la actitud del Partido Popular por utilizar este conflicto para "ganar votos".

Javier Sopeña y Silvia García han regresado a España después de pasar varias semanas en el campamento de Agdaym Izik, desmantelado por la fuerza por Marruecos el pasado día 8, y, tras el desalojo, escondidos en El Aaiún.

Durante una rueda de prensa en la que han contado su experiencia, los dos activistas de la asociación Sahara Thawara se han quejado de que el Ejecutivo español "se vaya por los cerros de Úbeda" en vez de condenar las actuaciones de Marruecos.

El gobierno español ha indicado, a través de la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que están en permanente contato con el gobierno de Marruecos pese a que no considera que se trate de una cuestión bilateral entre ambos países, y que no entiende por qué se piensa que no han actuado contundentemente.

Poco importa lo que opine el Gobierno sobre lo acontecido estos días en el Sahara "si no es capaz de sostener con hechos lo que dice, en caso de que diga algo coherente", según Sopeña.

Y también han arremetido contra la actitud del PP, recordando que la causa saharaui "siempre ha sido moneda de cambio", un recurso que han utilizado los partidos políticos "para ganar votos" y del que se han olvidado cuando han llegado al Gobierno.

Tanto Sopeña como García han asegurado que durante las semanas que permanecieron allí fueron testigos de palizas a saharauis y tuvieron conocimiento por testimonios de familiares de "detenciones masivas", si bien no han visto en primera persona asesinatos ni desapariciones.

"Los sacaban uno a uno y los reventaban antes de subirlos totalmente inconscientes a un coche", han asegurado ambos activistas durante la rueda de prensa.

Cuando llegaron a El Aaiún pudieron comprobar que la ciudad se encuentra en "estado de sitio", ya que el Ejército marroquí "tiene tomadas las calles" y entra en las viviendas para "secuestrar" a algunos saharauis implicados en las revueltas.

Los dos activistas sí pudieron grabar algunos vídeos del desalojo del campamento, aunque tuvieron dificultades para poder guardar las tarjetas de memoria de sus cámaras y distribuir las imágenes desde los sitios donde permanecían escondidos. "Era imposible que no te dieran las piedras. Sólo se veía barro, sangre y mierda".

"No querían echarnos, querían matarnos", ha asegurado García. Prueba del acoso al que están sometidos los periodistas que se encuentran allí es la "paliza" que recibió un informador norteamericano a quien, según su versión, los policías marroquíes confundieron con un español. "Luego la Policía se disculpó y le explicó que le habían confundido con un español", indicó la activista.

También han sugerido que Marruecos podría estar detrás de la divulgación de una fotografía de niños heridos colgada en la página web saharathawara.com y que, en vez de menores saharauis, correspondía a dos niños de Gaza heridos en 2006, imagen que publicaron algunos medios.

Tras el desalojo del campamento el ministerio contactó con ellos para indicarles que podían recurrir a Mariano Collado, depositario de los bienes de España en El Aaiún para abandonar el territorio con seguridad, si bien no podían ofrecerles protección hasta que se encontraran con él.

Ya en España, los dos activistas han asegurado que seguirán trabajando para que se conozca lo que ocurre en el Sahara, porque el "crimen" contra este pueblo no acabará hasta que se pueda informar libremente sobre las acciones de Marruecos, que serán aún peor, han advertido, "si se apaga la llama" encendida hasta ahora.

La ONG de La Liga Española pro Derechos Humanos se ha querellado por su parte contra el gobierno marroquí por considerar que han llevado a cabo un delito de lesa humanidad y un crimen contra un ciudadano español.