El hombre que creó a Donald Trump

Se llama Roger Stone aunque también es conocido como el siniestro Forrest Gump de la política norteamericana. El documental 'Get Me Roger Stone' te explica quién es
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“El tatuaje de Nixon es todo lo que necesitas saber sobre Roger Stone”, dice un periodista mirando a cámara. Se refiere al tattoo que este siniestro lobista luce en la espalda, el retrato del ex presidente de EE UU sonriendo a medio camino entre sus omoplatos. Es un mero detalle, uno más de los muchos que sacan a relucir Dylan Bank, Daniel DiMauro y Morgan Pehme en el documental Get Me Roger Stone, que rastrea la maquiavélica y obscena trayectoria de este oscuro icono de la política norteamericana que convirtió a Donald Trump en presidente de EE UU.

El hombre que creó a Donald Trump

“Siempre tuvimos una visión clara de la historia que queríamos contar en este documental –recuerda Daniel DiMauro–. Nuestro objetivo era retratar la degradación de la política estadounidense desde el Watergate a través de este personaje fascinante que había estado presente en cada uno de los pasos de esta decadencia”. DiMauro se refiere a los prometedores comienzos de Roger Stone, cuando el estratega llamó la atención por ser la persona más joven en declarar en el juicio del caso Watergate. Fue entonces cuando aprendió las bondades de la máxima que luego integraría su famoso código de reglas: “Es mejor ser infame que no ser famoso en absoluto”. “Roger dice en nuestra película que tienes que indignar para que te hagan caso –explica Dylan Bank–, y como en política todo el mundo quiere retratarse como un santo, presentarse como un villano le asegura toda la atención. Pero además, Roger es un hedonista y que lo vean como un villano le procura placer”.

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Lo de villano no es un decir. El documental, estructurado, precisamente, en función de estos aforismos tan sorprendentes como turbios, presenta a Roger Stone en todo su esplendor maligno empezando por su infancia. Él mismo recuerda frente a la cámara cómo, en unas elecciones falsas que organizó su colegio, convenció a sus compañeros de que votasen a Kennedy –le gustaba porque tenía mejor pelo– asegurándoles que Nixon iba a ampliar el colegio a los sábados. “Así comprendí el poder de la desinformación”, dice él orgulloso.

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¿Qué más reglas maneja Roger Stone? “Ataca, ataca, ataca, nunca te defiendas”, “El odio es mucho más poderoso que el amor” o “No admitas nada, négalo todo, lanza tu contraataque” son algunas perlas de esta filosofía que ha contribuido a afear la política norteamericana y que DiMauro, Pehme y Bank coleccionan en su documental. “La primera vez que me presentaron a Roger Stone noté que todo el mundo le miraba y murmuraba a su paso –recuerda Morgan Pehme–. Al volver a casa busqué en internet quién era este hombre y descubrí un artículo de Jeffrey Toobin titulado The Dirty Trickster”. Uniendo fuerzas con Daniel y Dylan, tardó en convencer a Stone tres meses para que aceptase participar en el documental. “Aunque sabía que éramos políticamente opuestos a él, como muchas veces dice explícitamente mientras le grabamos, sabíamos que Roger aceptaría porque es una persona que piensa que la mala prensa no existe”, añade Daniel DiMauro de un personaje tan encantador, inteligente, culto y divertido que tuvieron que tener cuidado para no perder la objetividad en su retrato.

El hombre que creó a Donald Trump

“Sus reglas dicen mucho de quién es Roger Stone, pero sobre todo hablan de Donald Trump, quien las ha seguido a lo largo de su campaña y continua haciéndolo en su presidencia –comenta Daniel DiMauro–. En el documental intentamos demostrar cómo, durante los últimos treinta años que han compartido, Stone no sólo ha dado forma a la estrategia política de Trump y los momentos cruciales de su carrera como candidato, sino que ha moldeado la filosofía política de Trump”.

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Tras trabajar para Nixon y en las campañas de Ronald Reagan y Arlen Specter, Stone encontró un hogar en Black, Manafort and Stone, lobby que fundó con el futuro jefe de campaña de Trump y que fue apelado “el lobby de los torturadores”, por sus servicios prestados, entre otros, a Mobutu Sese Seko, de Zaire, o Jonás Savimbi, de Angola. Fue en esa época cuando también empezó a asesorar a Donald Trump con sus casinos. Y, también, cuando comenzó a albergar esperanzas de convertirlo en presidente de Estados Unidos. “Yo era como un jockey buscando un caballo”, recuerda Stone en el documental.

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¿Sería Donald Trump presidente de EE UU si no existiese Roger Stone? Absolutamente, no. “Stone fue la primera persona que le sugirió a Trump que hiciese campaña, en 1987, y luego se pasó tres décadas como su asesor politico más cercano sembrando lo que fuese necesario para que su sueño se hiciese realidad”. Las posibilidades de que esto ocurriese les parecieron tan remotas a los directores de Get Me Roger Stone, que tuvieron que cambiar el montaje en tres ocasiones. “Cuando Trump comenzó su campaña pensamos, como todo el mundo, que no tenia posibilidades de ganar, así imaginamos que el final de nuestra película sería mostrar a Trump fracasando y Roger Stone maquinando otro plan para que fuese presidente dentro de 29 años”, cuenta Daniel Di Mauro.

“Roger es el siniestro Forrest Gump de la política estadounidense”, dice sin inmutarse el periodista del New York Times Jeffrey Toobin, uno de los entrevistados en Get Me Roger Stone junto a Jane Mayer (The New Yorker), Tucker Carlson (FOX News), Timothy Stanley (The Daily Telegraph) o Wayne Barrett. Y aunque sus descripciones son agudas y terroríficas, resulta mucho más efectivo ver al propio Stone hablando a cámara. Como en ese final despiadado en el que, apelando al espectador, argumenta: “Disfruto con vuestra indignación, si no me odiaseis nada de lo que hago sería efectivo”.

Get Me Roger Stone se puede ver en Netflix.

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