Volkswagen Passat, irrupción tecnológica

Ya lo hicieron con el Golf y ahora VW vuelve a la carga con lo mismo. La nueva generación del compacto más laureado presentaba muy pocos cambios estéticos y técnicos respecto a su predecesor y aún así fue (y sigue siendo) un éxito de ventas. Parece que la fórmula está clara y además, está demostrado que funciona. El nuevo Passat, que representa la séptima generación de este modelo, la aplica a rajatabla.

Que nadie espere una revolución estética, cambios radicales en el chasis, o avances técnicos impresionantes. La marca de Wolfsburgo lo tiene claro y los tiros apuntan hacia otro lado. El nuevo Passat tiene los retoques justos y necesarios pero la incorporación de tecnologías propias de segmentos superiores tales como el aviso de fatiga del conductor, el programador de velocidad activo con frenado de emergencia automático o el nunca visto hasta la fecha sistema de apertura del maletero Easy Open (que explicaremos más adelante), harán el resto para que este modelo siga siendo todo un superventas.

Más de lo que parece

Nos desplazamos hasta Barcelona para asistir a la presentación internacional del modelo, con la especial ilusión de que además, los españoles íbamos a ser los primeros en poder probarlo. Y así fue. Lo primero que uno piensa cuando tiene delante este nuevo Passat es en hablar de un profundo restyling o una completa actualización porque, a nivel general, el asunto no ha cambiado en exceso.

Tanto en la versión berlina como en la variante familiar (denominada Variant) se ha tratado de dar una imagen, sobre todo en su parte frontal y trasera, parecida a la del nuevo Phaeton. Las diferencias más significativas respecto a su predecesor las encontramos en una parilla ligeramente retocada que adopta el ADN de los últimos modelos lanzados por la marca, faros de nueva factura, una línea de cintura remarcada con novedosos embellecedores y una zaga en la que destacan los nuevos grupos ópticos con tecnología de diodos luminosos tipo LED.

En el interior sucede lo mismo. Las modificaciones son muy sutiles en todos los aspectos. Cambia el diseño de los asientos (que ahora pueden incluir por un desembolso extra opción de climatización y masaje), algunos cromados y la ubicación de algunos botones como el del freno de mano eléctrico o el warning. A simple vista, es casi imposible apreciar claras diferencias.

La calidad de los materiales, el espacio y el tacto de conducción también es prácticamente idéntico al de la generación anterior (rodé más de 200 Km en total con distintas versiones y sería una auténtica osadía hablar de claras diferencias respecto al Passat B6) y es que apenas hay cambios en la plataforma, la suspensión o la disposición de los elementos mecánicos. Entonces, ¿dónde está lo 'bueno'?. Pues en primer lugar, en la optimización de su gama mecánica.

Amplia oferta

Todos los motores son de inyección directa y turboalimentados. Muchos son de sobra conocidos pero ahora la gran mayoría cuentan también con un sistema de recuperación de energía en las frenadas. En general, toda la gama tiene un consumo realmente bajo si atendemos a la potencia y las prestaciones. Además, las versiones diésel incorporan de serie un sistema de arranque y parada automática del motor (Stop/Start) y neumáticos de baja resistencia a la rodadura.

En nuestro país, las motorizaciones que se ofrecen son las siguientes: en el lado diésel, se podrá elegir el 1.6 TDI de 105 caballos y el 2.0 TDI con 140 ó 170 CV de potencia; en el apartado de la gasolina podremos optar por el 1.4 TSI de 122 CV, el 1.8 TSI de 160, el 2.0 TSI de 210 y el 3.6 V6 FSI de 300. Completan la lista una versión del TDI de 140 llamada BlueTDI que añade un catalizador y un depósito de urea que le permite cumplir la futura normativa Euro VI y un 1.4 TSI de 150 CV que puede funcionar también con gas natural (esta versión se denomina Ecofuel).

En función de la motorización elegida el cambio será manual de 6 velocidades o automático de doble embrague (DSG) con 6 ó 7 relaciones. Lo mismo sucede con la tracción integral 4Motion, que es de serie con el motor 3.6 V6 FSI.

El quid de la cuestión

Pero, al margen de todas estas mejoras orientadas a la eficiencia reduciendo consumo y emisiones, el plato fuerte de este nuevo Passat, como decíamos al inicio, radica en la inclusión de tecnología puntera propia de segmentos superiores. El único problema es que, como cabía esperar, la mayoría de estos elementos hay que pagarlos aparte, excepto el aviso de fatiga, que es de serie en todos los modelos.

Este sistema detecta si el conductor necesita tomar un descanso y en teoría se basa en detectar parámetros de conducción errática, como por ejemplo movimientos bruscos del volante. Tanto en un Volvo XC60 como en un Mercedes Clase E y en el Passat, he intentado que estos sistemas me alertaran (conduciendo más de 500 km sin parar, forzando una conducción en teoría 'defectuosa' etc.) pero nunca jamás me avisaron de nada. Yo, personalmente, dudo de su utilidad real, lo que no quiere decir que no aporten un plus de seguridad.

Donde no hay discusión posible es en el programador de velocidad activo que ahora incluye lo que Volkswagen llama 'frenado de emergencia en ciudad'. Este dispositivo es capaz de detener al coche por sí solo completamente cuando circulamos a velocidades de hasta 30 km/h para evitar colisiones frontales. Además el nuevo Passat también incorpora un sistema de precolisión denominado Front Assist que actúa cuando el coche a avanza a velocidades entre 30 y 200 Km/h. Como suele ser habitual en este tipo de sistemas, no detiene el coche por completo ni evita el accidente, pero mitiga en gran medida el choque al frenar en el último momento. Antes de llegar a este extremo, previamente avisa al conductor mediante señales acústicas y visuales del riesgo inminente de colisión.

En el tema de la iluminación también hay grandes novedades. Ahora, si se equipan los faros de xenón se puede contar con el Dynamic Light Assist, una función que cambia continuamente la orientación y el alcance del haz de luz adaptándose a las condiciones de la carretera y el tráfico. Con faros halógenos sólo se podrá sumar el sistema Ligth Assist que simplemente pasa automáticamente de largas a cortas y viceversa según las condiciones de la circulación y la vía.

Por su parte, tanto el sistema de detección de objetos en el ángulo muerto como la última versión del Park Assist que estrenó el Touran está también disponible ahora en el Passat. Sin embargo, el dispositivo realmente pionero que, según Volkswagen, no existe en ningún otro vehículo y que yo no había visto nunca, es el sistema de apertura automática del maletero denominado Easy Open, con el que, al pasar el pie por debajo del paragolpes trasero la tapa se abre. Pude probarlo in situ y, sin duda, resulta realmente útil cuando vamos cargados y tenemos todas las manos ocupadas.

3 niveles

Como venía siendo habitual, el Passat contará con tres niveles distintos de acabado denominados Edition, Advance y Highline. Ahora, todos cuentan con más elementos de serie. Entre otras muchas cosas, la terminación Edition suma el detector de fatiga y los faros antiniebla con función cornering, la Advance añade molduras cromadas exteriores, conexión automática de luces y sensor de lluvia y el tope de gama incluye indicador de presión de neumáticos, llantas de 17” y terminaciones en cuero. La gama arranca en 24.620 euros.