Carlos Larrañaga muere a los 75 años

A veces, las ironías de la vida duelen: unas pocas horas después de la muerte de Bernardo Bonezzi, nos llega la noticia del fallecimiento de Carlos Larrañaga. Tanto el músico, habitual en los primeros filmes de Pedro Almodóvar, como el actor barcelonés se hicieron familiares para una generación de espectadores gracias a la serie Farmacia de Guardia. Larrañaga ha pasado a mejor vida en un hospital de Benalmádena (Málaga), víctima de una crisis cardíaca que le llevó a ser ingresado el 20 de agosto. Antes, había sido intervenido en el mismo centro de un cáncer en las vías urinarias.

Debutante en el cine con cuatro años escasos (en la película Alma de Dios de Ignacio F. Iquino), Larrañaga pertenecía a una familia en la cual fueron actores desde sus padres hasta su nuera Maribel Verdú, pasando por su hermana Amparo Rivelles y sus hijos Luis y Amparo. Joven aún, trabajó junto a Cary Grant y Frank Sinatra en Orgullo y pasión, para después sumar en su carrera alguno de los filmes españoles más reivindicables del desarrollismo: Un vaso de whisky, 15 bajo la lona o, sobre todo, la espléndida El extraño viaje, película aniquilada por la censura que dirigió Fernando Fernán-Gómez y en la que trabajó como actor nuestro colaborador Jess Franco.

A partir de los últimos años 70, Carlos Larrañaga comenzó a trabajar a destajo en televisión: además de Farmacia de guardia, fueron testigos de su buen hacer series como Proceso a Mariana Pineda, Los gozos y las sombras y Tristeza de amor. Durante sus últimos años se dedicó más al teatro, aprovechando una imagen de seductor inveterado que también mantenía al otro lado de la pantalla. Su última intervención en cine tuvo lugar en 2011 con Los muertos no se tocan, nene, mientras que quedan para el recuerdo sus cameos televisivos en ¿Qué fue de Jorge Sanz? y La que se avecina.