Honda Civic Type R vs VW Golf GTI,  una mera cuestión de gustos

Aparte de toda la diversión posible y sobre todo si disponen de cuatro plazas y se encuentran dentro de un margen de precios asequible, los automóviles deben ofrecer una cierta utilidad. Éste también es el caso del Civic Type R y del Golf GTI. Cualquiera de los dos tiene capacidad para alojar a cuatro pasajeros de forma cómoda, ambos cuentan con un maletero espacioso y, por lo tanto, están predestinados a ser utilizados como primer vehículo. Además, los dos están disponibles por algo más de 30.000 euros, es decir un precio que dentro de lo que cabe se puede pagar sin necesidad de malgastar una herencia u organizar cualquier otro chanchullo.

El Civic gana en términos de espacio

En lo que respecta al espacio interior, y gracias a un exterior y un habitáculo extremadamente modernos (aunque se lleve fabricando desde 2006), el Honda gana por goleada a un Golf mucho más conservador en este aspecto y cuya variante de cinco puertas nos ofreció los datos que necesitábamos para elaborar esta comparativa. El Type R sólo está disponible en tres puertas, algo que casa mucho mejor con el concepto de vehículo que pretenden vender. El sistema de ayuda al acceso (los asientos delanteros se desplazan hacia adelante) funciona a la perfección y gracias a sus grandes puertas, las cuales pueden resultar algo molestas a la de salir de un aparcamiento, deja el espacio libre para acceder sin problemas a los asientos traseros, donde los pasajeros gozarán de una enorme libertad de movimiento.

En el caso del Golf se disfruta de menos espacio, aunque en ningún caso resulta estrecho. Lo mismo ocurre con el maletero. En este apartado Honda también destaca con sus 456 litros en comparación con los 350 litros del Golf. Además, su genial mecanismo de plegado del banco trasero le permite sumar aún más puntos. Los acabados oscilan entre muy buenos y buenos (Honda), mientras que el manejo de la botonería del Golf resulta más intuitivo.

Siguen siendo deportivos compactos

No obstante, estos vehículos deportivos no se compran primordialmente para transportar bultos y personas. La diversión al volante, las prestaciones, la dinámica de conducción y, no en última instancia, el consumo, son aspectos que seguramente tengan muy en cuenta los compradores. Éste último punto es también muy importante en este segmento.

El resultado de nuestra prueba de conducción – a buen ritmo – arrojó un resultado de 11,2 y 10,7 litros. A la vista de sus más de 200 CV en ambos casos, estos valores son absolutamente aceptables. Si apostáramos cual de los dos consume menos el resultado sería evidente, ya que el GTI con cambio DSG consume 7,4 litros (según normativa EU) y el Honda registra 9,1 litros. El motor turboalimentado de inyección directa del VW encarna la más pura tecnología alemana y ha sido galardonado en más de una ocasión con el premio Motor del año.

Sin duda alguna, sus 210 CV de potencia y un par motor de 280 Nm combinados con una transmisión suave como la seda, un excelente desarrollo de la potencia (casi sin efecto turbo) y un consumo homologado reducido merecen, todos nuestros respetos. Sin embargo, la realidad es diferente, puesto que el motor del Type R, menos avanzado tecnológicamente (Euro 4), atmosférico, de giro rápido, con inyección indirecta, estridente y también de 2 litros de cilindrada consume a la postre sólo cerca de medio litro menos.

En frío o en caliente: 8,5

Tan cercanos como se muestran ambos adversarios en términos de consumo, igual de lejos se encuentran uno del otro en lo que al desarrollo de su rendimiento se refiere. Por un lado tenemos el motor del Honda que alcanza las 8.400 vueltas y que a 7.200 revoluciones vive su segunda juventud (la primera tiene lugar a las 5.500 vueltas). Por otro lado tenemos el motor del GTI que justo al superar el funcionamiento en ralentí tira violentamente del eje delantero, que recuerda más bien a un fornido motor diésel turboalimentado que a un gasolina deportivo y el que a las 6.500 revoluciones ya no tiene nada más que hacer.

Ambas mecánicas tienen su encanto. Sin embargo, si con el Type R cambiamos de marcha antes de alcanzar la marca de las 5.000 vueltas no tendremos ninguna posibilidad de deshacernos de un diésel de 100 CV. Si, por el contrario, utilizamos el excelente cambio de seis velocidades, el motor de cuatro cilindros se despierta y se pone manos a la obra de inmediato.

Amplia gama de sonidos

Muy diferente resulta el ronco petardeo del GTI. Cada cambio de marcha del cambio directo de seis velocidades provoca ese característico y bonito petardeo en el escape. Este sonido viene acompañado de un enorme empuje. Con sus 6,3 segundos en la maniobra del sprint, marca el mejor tiempo para un vehículo compacto de 211 CV (no oficiales) en la valoración de la aceleración de 0 a 100 km/h. VW asegura que el GTI para el crono en esta maniobra en 6,9 segundos, mientras que Honda promete que el Civic Type R lo logra en 6,6 segundos.

Sin embargo, en el primer caso no llegamos a acertar del todo por 0,6 segundos, ya que ese es el tiempo en el que el Golf mejora con respecto a lo prometido. El Type R ni mejora ni empeora lo prometido. Ahora bien, a velocidades elevadas, es donde se nota la diferencia y donde se hacen patentes los aproximadamente 90 Nm de diferencia en lo que respecta al par motor.

Duro y más duro

Ninguno de los dos conductores se verá en apuros al intentar exprimir al máximo sus coches en términos de dinámica transversal. Por un lado, los asientos deportivos encajan a la perfección en ambos modelos, aunque el Honda presenta ciertas ventajas por encima del VW. Por otro, la posición de conducción es muy buena (en el GTI mejor).

En el apartado del bastidor, Honda apuesta por la vía más radical. Su lema sería: lo duro es verdadero y lo verdadero es bueno. No se nos ocurre otra manera de describir lo que ofrece la casa nipona. Por suerte, los amortiguadores de muelles siempre echan una mano a los más ávidos de curvas. El Type R se maneja fácilmente, se desliza relativamente tarde sobre el eje delantero y permite que la zaga gire al mismo tiempo en el momento del cambio de cargas. El ESP casi nunca entra en funcionamiento.

DCC

El GTI equipado con el chasis DCC marca las diferencias en este aspecto. El bastidor estándar del GTI presenta un reglaje ideal, aunque debemos recordar que estamos hablando de un vehículo comparto. El Golf resulta algo lento a la hora de maniobrar, algo que también se puede deber a sus llantas estándar de 17". El Honda viene equipado de serie con llantas de 18" y un diámetro de 40. En lo que respecta a la frenada, ambos son realmente eficaces.

El Honda Civic Type R de nuestra prueba tenía el acabado Heritage Edición Especial (la carrocería está pintada en color blando Championship) y está disponible por 32.400 € con un equipamiento muy completo. VW comercializa el GTI de tres puertas por 30.010 euros. Si limamos las diferencias existentes en cuanto a equipamiento, entonces el GTI cuesta más o menos lo mismo.

Conclusión

Muchos seguro que pensaban: "¡estaba claro!". El VW Golf GTI se lleva la palma. Y no les falta razón, ya que su motor y su chasis son aptos para el día a día sin perder por ello ni un ápice de su deportividad. Los asientos y la posición de conducción son excelentes, la oferta de plazas suficiente y los acabados exquisitos. Los de Wolfsburgo lo han hecho muy bien…

…pero el Civic tampoco tiene mucho que envidiarle. Destaca por disponer de más espacio y de una atmósfera interior muchísimo más atractiva. Ventajas que, sin embargo, a muchos les pueden resultar secundarias en cualquier modelo deportivo. Su chasis rígido y el motor atmosférico están algo por detrás del Golf, aunque transmiten cierto aire de deportividad.