Complejo de Superman: tipos normales que se creyeron superhéroes

Conocemos a algunos ciudadanos que, inspirados por el cine y el cómic, decidieron convertirse en superhéroes con extraordinarios resultados.
Complejo de Superman: tipos normales que se creyeron superhéroes
Complejo de Superman: tipos normales que se creyeron superhéroes
Complejo de Superman: tipos normales que se creyeron superhéroes

Admitámoslo, señores. Cuando al final de Spider-Man 2 Mary Jane se despide de Peter Parker con un “a por ellos, tigre”, a todos nos entró una necesidad irrefrenable de ponernos un traje ceñido, combatir el mal y llegar a tiempo para llevarle el desayuno a la cama a Kirsten Dunst... y lo que surja. Es lo que tiene ser superhéroe; que mola, y además provoca un instinto de imitación que algunas personas no pueden rehuir. Con los próximos lanzamientos el calor del verano puede ser un magnífico caldo de cultivo para que los fanáticos vuelvan a desempolvar sus trajes e imponer la justicia en su ciudad.

El Spider-Man de Adelaida

La primera mención en esta galería enmascarada debe ser para Michael Baulderstone, que evitó un robo en Adelaida (Australia) ataviado con el disfraz del arácnido de la Marvel. Vale, la historia tiene truco, ya que Michael era el dueño de la tienda de comics y si estaba disfrazado era para promocionar una oferta de su propio comercio.

No sabemos si fue ayudado por su sentido arácnido o por las cámaras de seguridad, pero el sacrificado dependiente consiguió recuperar un álbum de los X-Men valorado en más de 100 dólares con la ayuda de un grupo de caballeros Jedi.

 

El Batman de Maine

Peor parado resultó el Batman de Bar Harbor, en Estados Unidos. El hombre enmascarado, conocido personaje de la fauna local de esta localidad de Maine, tuvo una experiencia traumática con su broma en el April´s Fool Day (equivalente anglosajón al Día de los Inocentes). Con toda su buena intención, Christopher Schwartz publicó en su Facebook una nota que rezaba lo siguiente: “Demando el pago de un millón de dolares o volaré el hospital. Una vez que el botín esté seguro, contactad conmigo por mensaje privado para más instrucciones”.

La broma le salió cara al bueno de Christopher, que tuvo que pasar la noche en comisaría después de que la policía pasara por su bat-cueva a detenerle. En su defensa alegó que encontraba la broma demasiado “absurda” como para que alguien la tomara en serio. “Se nos conoce por nuestros actos, no por nuestros estados de Facebook”, debió pensar mientras le esposaban.

El Batman de Washington

Sin salir de Gotham encontramos a otro alter ego de Bruce Wayne, esta vez a los mandos de su bat-móvil. Lenny Robinson recibió el alto de la policía de carreteras de Washington al llevar oculta la matrícula de su Lamborghini Murciélago -no, meterse en el papel no está al alcance de todos los bolsillos-, pero los agentes le dejaron marchar no sin antes fotografiarse con él y sacar a relucir su repertorio de chistes. Al llegar al hospital donde tenía que actuar para unos niños, les enseñó una valiosa lección: “¿Por qué nos caemos? Para aprender a levantarnos”.

El Hulk de Río de Janeiro

Recientemente conocimos la historia de Paulo Henrique Dos Santos, ciudadano brasileño que se apresuró a pintar su cuerpo de verde antes de leer las contraindicaciones del bote de pintura para participar en una carrera en Río de Janeiro caracterizado como Hulk. El fornido Bruce Banner carioca no consiguió quitarse el color verde una vez terminada su performance y teme sufrir una intoxicación por los químicos de la pintura. Desde luego, es para cabrearse.

El Superman de Lima

Avelino Chávez tomó la decisión de transformarse en el Superman peruano para combatir las adversidades de la vida, de la suya propia. Hace quince años se vio parado y sin una pareja que pudiera teñir de cordura su rocambolesco plan de ser el nuevo superhéroe de Lima, de modo que se enfundó la capa y los calzoncillos rojos y pasó a formar parte del paisaje de la capital peruana, consiguiendo algunos trabajos esporádicos gracias a su imagen.

Phoenix Jones, el justiciero de Seattle

La historia más llamativa de toda esta galería de héroes más o menos afortunados es la de Phoenix Jones, un auténtico enmascarado que vigila las noches de Seattle y encarna todos los aspectos más definitorios del concepto de justicia de la América profunda. Ataviado con un chaleco antibalas bajo su traje -o al menos eso afirma- y un spray de pimienta, Phoenix Jones se dedica a perseguir delincuentes ayudado por sus secuaces Red Dragon y Buster Doe.

En el vídeo se puede apreciar una magnífica actuación de Phoenix Jones, inmovilizando a un peligrosísimo joven borracho que pretendía infringir daños a un coche. El bueno de Phoenix no escatima con el uso de la fuerza ni con sus cinematográficas poses hasta que llega la policía de verdad, sin otorgar demasiada importancia a este ciudadano que, tomándose la justicia por su mano, lucha contra los criminales más peligrosos: ladrones, camellos y rateros... ¿Le veremos algún día por Wall Street?

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